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Sobre este blog

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, constituida en 1990, es una asociación de carácter privado, sin ánimo de lucro, cuyo fundamento lo constituye la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la ONU en 1948. Aunque el ámbito de afiliación de la APDHA y su área directa de actuación sea el territorio andaluz, su actividad puede alcanzar ámbito universal porque los Derechos Humanos son patrimonio de toda la Humanidad.

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Colombia, del “sí se puede” al “sí se pudo”

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante su discurso de investidura

Sandra Reyes. Área de Solidaridad Internacional de la APDHA

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Colombia ha marcado un hito en su historia y en la de Latinoamérica. Por primera vez en 203 años de República, una coalición de izquierdas ha ganado las elecciones presidenciales. Un triunfo para el pueblo colombiano y un reto enorme para el Gobierno entrante que tendrá que lidiar con los diferentes sectores sociales, económicos, políticos, militares, paramilitares, guerrilla, intereses extranjeros… Un abanico complejo de abordar, mas no imposible de trabajar. Lo que el presidente Gustavo Petro llama “la política de la vida” y la vicepresidenta Francia Márquez llama “vivir sabroso”.

El proceso no ha sido fácil y no lo va a ser. Aquellos candidatos progresistas que han estado cerca de la presidencia en la edad contemporánea, han sido asesinados: Jorge Eliecer Gaitán, en 1948, Jaime Pardo Leal, en 1987, Luis Carlos Galán, en 1989, Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro, en 1990. Contra Gustavo Petro y Francia Márquez también se han utilizado herramientas de amedrentamiento, amenazas y atentados.

Colombia es un país donde la violencia se ha ejercido como herramienta principal del poder a través de las fuerzas militares o paramilitares, apoyadas por el Gobierno de los Estados Unidos, quien lleva protegiendo sus intereses en Colombia, tanto económicos como políticos, desde el siglo XIX. Cabe recordar que una de sus primeras empresas, la United Fruit Company, hoy Chiquita Brands International, fue la responsable entre el 5 y 6 de diciembre de 1928 del asesinato de más de 1.800 trabajadores y trabajadoras en la huelga general de las plantaciones, en la población de Ciénaga (Magdalena), y que pasó a la historia como la masacre de las bananeras. Hasta 50 años más tarde se pudo demostrar que dicha empresa estadounidense había pagado cerca de 1,7 millones de dólares a un grupo paramilitar para sembrar el terror en las zonas bananeras.

Casi medio millón de personas asesinadas

A través de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, tras desclasificarse documentos del Archivo de Seguridad Nacional, se ha desvelado que la CIA ha estado implicada en los asesinatos selectivos de lideresas y líderes sociales, sindicales, campesinas y campesinos, indígenas, exguerrilleros, firmantes de los acuerdos de paz, en los entrenamientos y dotación de armamento a grupos paramilitares (incrementando la producción de droga) y salvaguardando los intereses de empresas privadas petroleras, mineras, madereras, ganaderas o alimentarias. Según las cifras presentadas en el informe final el pasado 22 de junio, 50.770 personas fueron secuestradas, 121.768 desaparecidas, 450.664 asesinadas y 7,7 millones desplazadas forzadamente.

Grupos paramilitares dispararon contra la población civil para evitar así ejercer su derecho al voto y diversas embajadas y consulados intentaron boicotear las inscripciones de cédulas y los horarios de votación

A partir del paro nacional de 2019 y en especial del paro nacional de 2021, algo cambió en el panorama nacional: las voces y acciones de los y las jóvenes. Ellas y ellos se posicionaron en las primeras líneas de la resistencia, mientras se hacían ollas comunales y se iba elaborando el discurso, la teoría que fortalecía y empoderaba, ejemplo de lucha popular donde confluyeron los diferentes agentes sociales, el reencuentro con lo ancestral, la necesidad de transformación, el arte y creatividad como herramientas para el cambio.

Ya no había nada que perder, el miedo a ser asesinadas/os por el ESMAD (escuadrón móvil antidisturbios), las fuerzas militares o paramilitares, que se escudaban especialmente en las noches para atentar contra la población civil disparando a quema ropa o lanzando bombas en los techos de las casas en los barrios populares, empezó a quitar la venda de muchísimas ciudadanas y ciudadanos, especialmente en el exterior. El país marchó diariamente y muchísima gente “uribista”, que había votado por Iván Duque, marchaba en el exterior en solidaridad con el paro nacional y en contra de la barbarie ejercida por las fuerzas del Estado.

Denuncias y tutelas

Por un lado, fue esa misma fuerza la que llevó a las colombianas y colombianos a votar en las urnas, a pesar de la maquinaria utilizada por los reguladores en el Consejo Nacional Electoral, manipulando registros, votos y resultados, a favor del partido Centro Democrático del expresidente narcoparamilitar Álvaro Uribe Vélez. Así mismo, grupos paramilitares dispararon contra la población civil para evitar así ejercer su derecho al voto y diversas embajadas y consulados intentaron boicotear las inscripciones de cédulas y los horarios de votación.

Nunca en la historia electoral de Colombia se habían realizado tantas denuncias y tutelas en contra del Consejo Nacional Electoral; nunca se habían llevado a cabo tantos registros de irregularidades en los puestos de votación, llevando esto a modificar especialmente en la primera vuelta, los resultados electorales y por ende, las curules -escaños- a favor del Pacto Histórico.

La gran sorpresa electoral fue Francia Márquez, una mujer afrodescendiente, activista, feminista, defensora de los derechos humanos y del medioambiente, representante de las minorías

Por otro lado, tenemos a un Gustavo Petro enfrentando y desmontando miedos fundados por la derecha y ultraderecha, en una campaña despiadada propulgando que Colombia se iba a convertir en una nueva Venezuela, donde se expropiarían tierras, casas, fábricas y empresas. Firma en notaría un documento jurando no realizar expropiaciones, muestra el apoyo de intelectuales como Slavoj Zizek, Noam Chomsky o los informes positivos del Bank of América sobre su plan de gobierno.

Pero definitivamente, la gran sorpresa electoral fue Francia Márquez, una mujer afrodescendiente, activista, feminista, defensora de los derechos humanos y del medioambiente, representante de las minorías, quien en la primera vuelta sacó más de 700.000 votos, superando inclusive al candidato de centro derecha, y que en la segunda vuelta se presentó a la vicepresidencia de Gustavo Petro (ambos pertenecientes al Pacto Histórico), convirtiéndose así en la primera mujer en ocupar la vicepresidencia del país.

El proceso electoral ayudó al pueblo colombiano a pasar de un “sí se puede” a un “sí se pudo”, para sacar adelante entre todas, todos y todes la “Colombia Potencia Mundial de la Vida”.

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La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, constituida en 1990, es una asociación de carácter privado, sin ánimo de lucro, cuyo fundamento lo constituye la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la ONU en 1948. Aunque el ámbito de afiliación de la APDHA y su área directa de actuación sea el territorio andaluz, su actividad puede alcanzar ámbito universal porque los Derechos Humanos son patrimonio de toda la Humanidad.

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