El Festival de Cine de Sevilla homenajea al coplista republicano que se exilió tras componer 'Ojos verdes' y 'María de la O'

Nació en Buenos Aires (Argentina), pero se crio entre Málaga y Sevilla para regresar a su ciudad natal para exiliarse tras la Guerra Civil española. Salvador Valverde, el autor de canciones tan populares como María de la O, Ojos verdes o Ay, Maricruz, recibirá un homenaje en el Festival de Cine de Sevilla (que se celebrará del 4 al 12 de noviembre) con la proyección del documental Salvador, de Maruxa Ruiz del Árbol. La obra hace un recorrido por la vida de este escritor, dramaturgo y coplista republicano, un tributo que se completará con la presentación de un libro y una exposición sobre su figura y trascendencia.

En este trabajo, que cuenta con la producción de José Miguel F. F. Lomana, Quique Álvarez, Pepa González (El Torreón del Sol), participan voces fundamentales en la copla contemporánea como Miguel Poveda, Concha Buika o Diana Navarro, entre otros. El documental será estrenado mundialmente el próximo jueves 10 de noviembre, en el marco de un acto que se celebrará en el Centro Cívico de Torreblanca Juan Antonio González Caraballo.

Tras venir al mundo en Buenos Aires en 1895, cuatro años después su familia (de origen andaluz) decidió regresar a España ante la mala salud del padre y se instaló en Málaga. Tras su fallecimiento en 1899, pocos meses después de llegar, y el de la madre en 1902, Salvador Valverde y su hermana se trasladaron a Sevilla al hacerse cargo de ellos su tío. Ahora recibirá un homenaje que se completará con la presentación de un libro y una exposición sobre su figura y trascendencia de Valverde, al que tan sólo se empezó a recuperar socialmente en España a partir de 2003, con la incorporación de su nombre al callejero de Sevilla, en concreto una plaza del barrio de Torreblanca.

Tras abandonar España, Salvador Valverde desembarcó en Buenos Aires en noviembre de 1939, siendo autor de canciones como María de la O y Ojos verdes y miembro de un afamado trío de compositores: Valverde, León y Quiroga, del cual su nombre sería eliminado y sustituido por Quintero, León y Quiroga. Después de su exilio, cuando se transmitía por la radio alguna de sus famosas canciones, serían mencionados León y Quiroga.

Apoyo de las figuras artísticas

Sus coplas quedaron para siempre en el cancionero popular español, pero pocos saben quién fue su autor y la historia de su exilio. Pese al intento de la dictadura por provocar su muerte civil, Concha Piquer y otros intelectuales y artistas fueron a visitarlo a Buenos Aires.

También le visitaron y trabajaron con él Imperio Argentina, Carmen Amaya, Lola Flores, Carmen Sevilla o Sara Montiel. Este vacío en la memoria de la copla en España fue reparado tímidamente cuando Sevilla puso su nombre a una plaza en 2003 y en 2007, una placa en la casa donde vivió entre 1929 y 1930.

Coloquios y encuentros protagonizados por algunos de los autores que presentan sus obras en el certamen hispalense componen el grueso de las actividades con las que el Festival de Sevilla promueve entre el público un conocimiento más profundo del proceso creativo o del complejo contexto en el que el cine se desarrolla en la actualidad.

Más actividades

Instituciones y centros de formación como la Universidad de Sevilla, la Universidad Pablo Olavide, Universidad Internacional Menéndez Pelayo, el IES Néstor Almendros, la Escuela Superior de Arte Dramático y la Escuela Superior de Arte de la Junta de Andalucía, Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo participan y acogen estas actividades en las que se facilita el encuentro entre los cineastas y las nuevas generaciones.

De este modo, el argelino afincado en Francia Rachid Hamid (Pour la France), la rumana Anca Damian (The Island), el italiano Alessandro Comodin (Gigi la legge), la alemana Helena Wittman (Human flowers of flesh), el tunecino Youssef Chebbi (Ashkal) o el incombustible Gonzalo García-Pelayo (El año de las 10+1 películas) compartirán sus experiencias cinematográficas. Asimismo, el Festival propone un debate sobre el futuro de las plataformas de la mano de Jaume Ripoll, fundador de Filmin, o sobre el cine analógico como forma de resistencia.