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Siete recomendaciones escénicas para este mes de febrero que sí te puedes perder, pero que a mí me apetece ver (o lo tontas que son las listas)

Soufflette, de Francois Chaignaud /FOTO: Helge Hansen

David Montero

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Las listas de cosas son una cosa muy rara. Diez discos que tiene que escuchar antes de morir, veinte películas para trabajar la resiliencia con tus alumnos, once libros que cambiarán tu vida, veinticuatro series de suspense a las que engancharte ya. ¿En serio? Sí, tía; en serio. Gente supuestamente lista elabora esas listas para orientar a otra gente que no es que sean tontas pero. Que por qué. Quién no tiene un disco duro “petaíto” de música y películas que nunca verá. Pues eso: hay demasiado donde elegir. Y sí, has acertado. Me caen mal las listas. Por eso voy a hacer una. La voy a hacer de las cosas escénicas que me apetece ver en este febrero bisiesto. ¿Contradictorio? Lo sé. Como yo, como tú, como el capitalismo.

Aquí van unas cuantas cosas escénicas que quiero ver en las próximas semanas. Cuando las vea, algunas me gustarán más de lo que pensaba, otras menos y otras nada. Eso es lo que hay: ser espectador es convivir con el fracaso, la frustración y el aburrimiento. Pero cuando surge ese no sé que queda balbuciendo y sales del teatro tocado, estremecido, la vida es más amable y menos puta. Por eso no dejo de ir a los teatros.

Soufflette, de Francois Chaignaud

Soufflette, Teatro Central. 7 y 8 de febrero, Sevilla

Vi al cantante, coreógrafo y bailarín en el impulso que compartió con Rocío Molina en el pasado Festival de Itálica. Me enamoró y me dio de eso que hablaba más arriba: toque, estremecimiento. Así que no quiero perderme esta propuesta que trae el próximo fin de semana, que combina danza, cantos polifónicos franceses de los siglos XII y XIII. Ikebana (arte floral japonés), raves,… Apunta a ser una pieza tan libre y personal como lo es él mismo en escena. Me intriga y me seduce la frase con que concluye el texto de presentación de Soufflete: “Un espectáculo que se convierte en un primer intento de crear una comunidad a través del arte”. ¿Y a ti?

Quejío, de Salvador Távora

Quejío, Teatro Távora. 7 de febrero, Sevilla

Vuelve la pieza fundacional de La Cuadra de Sevilla. Quejío no sólo inventó un lenguaje escénico absolutamente original a partir de los cantes y los bailes andaluces, sino un alfabeto nuevo. Este alfabeto permitió (y permite) decir, desde Andalucía, la denuncia de la miseria y la explotación que casi siempre aumentan cuando se desciende hacia el  sur. Un alfabeto que cristalizó en 1972 en este espectáculo que está hoy tan vivo como entonces y sigue denunciando la explotación del hombre por el hombre, de la mujer por el hombre. Teatro que ha atravesado el tiempo y sigue vivo y coleando y metiendo el dedo en los ojos. Tú misma…

Trigo sucio, de David Mamet y Juan Carlos Rubio

Trigo sucioTeatro Cervantes. 8 febrero, Málaga. Teatro Lope de Vega. 13 al 16 de febrero, Sevilla

Lo que me cuesta encontrar cosas que me interesen, me pongan, me motiven en la programación del Lope de Vega. No soy público para ese teatro. Yo comprendo y respeto que tiene que cuidar a su público. Pero me digo yo que un poquito de riesgo, de abrirse a públicos nuevos no estaría mal.  A ver si con el esperado relevo en su dirección y la reciente incorporación de Getsemaní San Marcos se le da un meneo a la cosa. Mientras tanto, me encantaría ver esta pieza de Mamet porque Mamet para mí es un dios. En esta pieza, vuelve la vista hacia los excesos de un productor cuyos abusos hacia las actrices acaba arruinando su carrera. ¿A qué te suena? Efectivamente, la sombra de Harvey Weinstein y el #Metoo están ahí.

Los árboles, de José Luis de Blas/Teatro Resistente

Los árboles,Teatro Central. 14 y 15 de febrero, Sevilla

Si tuviera que tatuarme algo alguna vez, me tatuaría Anton Chejov en cirílico en el hombro izquierdo (анто́н па́влович че́хов). El escritor ruso es uno de mis favoritos del mundo mundial porque su piedad por los asuntos de los hombres y las mujeres trasmina en cada una de sus piezas mayores. Uno de esos textos (El jardín de los cerezos) fue el catalizador de un laboratorio en el que un grupo de locos espléndidos se han rebelado contra la precariedad y la resignación a la que parecemos condenados en el teatro andaluz. El resultado de ese laboratorio (o una sesión más de su trayecto) es ahora una de las piezas elegidas para el ciclo “Andalucía. Nuevos trayectos” en el que el Teatro Central está apostando por nuevas voces. Larga vida al ciclo y paciencia con él, políticos de ayer y hoy: las cosas no caen del cielo, brotan desde el suelo con tiempo, cariño y buen abono. La pieza propone un Chejov andaluz y se trae la historia a los años 80 en España. Son 11 intérpretes en escena (2 músicos y 9 actores y actrices), de distintas estéticas y generaciones. Alrededor, mucha más gente talentosa. Promete tela. 

La plaga, de Caramala/Chiqui Carabante

La plaga,Teatro la Fundición. 26 de febrero al 1 de marzo, Sevilla

El director Chiqui Carabante se ha aliado con las Caramala. Barrunto que la vis cómica de las tres actrices y su capacidad para enjaretar textos desde lo más cotidiano se han ennegrecido con la capacidad del director para la sátira descarnada. O sea, las mismas risas de siempre pero el triple de mala leche. Vuelven la vista hacia un suceso real: una plaga de piojos en un colegio dispara el pánico y, con él, el disparate entre los adultos. Vaya punto de partida guapo. Yo creo que es un planazo.

Ser más hombre, de Una cuestión musical. Los blandengues/ Alberto Cortés

Ser más hombreAuditorio Cicus. 21 de marzo, Sevilla.

Javi Parra y Javi Fava se preguntan por la masculinidad, esa cosa que queda tan balbuciendo como yo cuando veo una cosa escénica de ésas que me dejan del revés. Se asociaron con el dramaturgo, agitador y pensador Alberto Cortés y han hecho una pieza que tiene pinta de ser muchas cosas en una: genuina sesión de karaoke ibérico, muro de lamentaciones, paño de lágrimas, taller de nuevas y viejas y medianas masculinidades, propaganda de la buena y de la mala. No sé, cosas así. Eso es lo que me da a mí en la nariz. Comprenderéis que estoy deseando verlo.

Ciclo Ahora danza

Ahora danza(Casi todos) los jueves de febrero. Auditorio Cicus, Sevilla

Vuelve la programación de danza al Cicus. Por allí pasarán Lucía Vázquez, Miguel Marín, Álvaro Copado o Melisa Calero, entre otras. Ver danza contemporánea es una inversión dabuten: da ganas de bailar, hace pensar y te conecta con lo único que te acompañará siempre, tu cuerpo. Le tengo ganas especialmente a lo nuevo de Lucía y la nueva entrega de los retruécamos flamencos de Melis Calero. Pero como la programación de Ahora danza suele estar hecha con cariño y conocimiento, yo me los vería todos.

Bonus track: Ocho. Carnavales a tutti plan

Teatro Falla y las calles de Cádiz, Huelva, Morón, úbeda, Chipiona e Isla Cristina

Qué es una cosa escénica. ¿Una cosa que ocurre en un escenario o una cosa hecha para que la gente la contemple manque sea en la calle? Yo creo que las dos cosas y alguna más. Este mes, desde el escenario del Teatro Falla en Cádiz hasta las calles de Huelva, Morón de la Frontera, Úbeda, Chipiona, Isla Cristina se convierten en contenedores de cosas escénicas. Vívete los que puedas y quieras.

Hay más. Carnavales y cosas escénicas. Pero las listas, como la vida, se terminan. Ésta (lista, que no vida) acaba aquí.

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