El Parlamento zanja la polémica del acto vandálico al busto de Blas Infante tras revelarse que fue el hijo de un trabajador
Tras revisar las grabaciones de las cámaras, los servicios de seguridad del Parlamento andaluz han identificado a la persona que colocó una pegatina “ofensiva” en el torso del busto de Blas Infante ubicado en los aledaños del salón de Plenos: el hijo de un trabajador que, según fuentes de la institución, padece una discapacidad psíquica.
El presidente de la Cámara, Jesús Aguirre, ha reunido de manera informal este jueves a diputados de todos los grupos políticos, después de que cuatro de ellos -Adelante Andalucía, Por Andalucía, PSOE y PP- solicitaran formalmente una investigación interna para esclarecer el “acto vandálico” contra la estatua del llamado “padre de la patria andaluza”. Al conocer la autoría de los hechos, estos partidos han restado importancia a los hechos y dan por zanjada la polémica, que 24 horas antes había acaparado la atención de todos ellos durante la primera jornada del Pleno.
El miércoles, a media tarde, el grupo mixto Adelante Andalucía descubrió una pegatina pegada en la parte trasera del pie que sostiene el busto de Blas Infante y, acto seguido, denunció que contenía un mensaje “nazi y ultraderechista”. Los andalucistas solicitaron formalmente que se revisasen las cámaras de seguridad y se abriera una investigación. El resto de grupos, salvo Vox, se sumaron a la iniciativa.
La pegatina reproducía una bandera andaluza, y sobre ella escrito en árabe el lema de la dinastía nazarí, la última del reino de Granada, la de Boabdil el Chico, la decoración epigráfica que aparece en casi todos los muros de la Alhambra, y en muchas casas privadas: “No hay más vencedor que Allah”, reza la Gáliba nazarí. Y junto a ella, se lee: “Subcampeones 1492”, referencia a la fecha de la conquista del reino de Granada por los Reyes Católicos y la expulsión de los árabes.
El portavoz de Adelante, José Ignacio García, aseguró que esa misma pegatina es usada por grupos ultraderechistas cada 2 de enero, en la conmemoración de la toma de Granada de los Reyes Católicos. Los servicios de seguridad y limpieza del Parlamento retiraron la pegatina nada más hacerse pública la polémica.
Vox fue el único partido que se mantuvo al margen, aunque algunos de sus diputados se mofaron de la polémica en redes sociales. El parlamentario ultra por Sevilla, Javier Cortés, incluso copió la imagen de la pegatina y la reprodujo en su perfil de la red social X (antes Twitter): “Libertad de expresión ya está bien de arrodillarse ante los progres de izquierdas o derechas”, dejó escrito.
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