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Las razones que recorren 1.000 kilómetros para protestar en los Príncipe de Asturias

Integrantes de las Marchas de la Dignidad antes de emprender viaje desde Córdoba a Oviedo.

Carmen Reina

En la primavera pasada, José recorrió a pie los 400 kilómetros que separan Córdoba de Madrid para manifestarse con las Marchas de la Dignidad el 22M. Hoy, este jubilado vuelve a integrar las marchas que han convocado una concentración ante el Teatro Campoamor de Oviedo en los Premios Príncipe de Asturias, como “protesta social frente a la obscena exhibición de poder, riqueza y privilegios” en este evento.

José recorre ahora en autobús los más de 800 kilómetros que separan su ciudad de la capital asturiana, como otros centenares de compañeros lo hacen desde distintos puntos de Andalucía, sumando algunos cientos de kilómetros más a su viaje. “Si hace falta, se hace a pie el viaje. Hay que ir a dónde haga falta”, dice este cordobés que tiene en sus hijos dos poderosas razones para participar en la protesta. Uno con 29 años, ha tenido que irse a Reino Unido tras no encontrar trabajo aquí. “Lleva seis meses de cocinero allí y le han hecho un contrato”. Su otro hijo, de 38 años y licenciado en Historia, está en paro y permanece viviendo con sus padres. “No hay futuro para la juventud. Y hay que moverse”, cuenta José. “Nosotros nos movimos en nuestros tiempos y ahora, por ellos, hay que seguir moviéndose. Si no, el futuro se ve muy negro”.

José viaja con varios compañeros integrantes de las Marchas de la Dignidad desde Córdoba. Jorge es otro de ellos, profesor de instituto que tiene claro que hay que manifestarse “ante la plana mayor de las altas esferas” del país que se dan cita en los Premios Príncipe de Asturias. “Nosotros sí que somos reales”, dice recordando el lema de la convocatoria al explicar que “somos reales a los que se nos está precarizando el empleo, a los que no pueden estudiar por falta de ayudas y becas”, dice desde su perspectiva como profesional de la educación.

“Hay que ir más allá de los mensajes que los partidos y en especial el Gobierno están lanzando sobre la recuperación de la crisis, porque sencillamente es mentira, es todo lo contrario. Las condiciones de la inmensa mayoría de la ciudadanía se han recrudecido. Y todos aquellos que participan en los Premios Príncipe de Asturias –Casa Real, la Fundación de los premios, el Ayuntamiento de Oviedo, etc- todos participan de la misma mascarada”, argumenta.

“Que se actúe de una vez contra la corrupción”

“Que se actúe de una vez contra la corrupción”Por eso, señala, es importante “poner de relieve la realidad ante esas grandes cifras macroeconómicas que no repercuten en la gente” y reivindicar, como en aquél 22M, “pan, techo y trabajo. Y que se actúe de una vez contra la corrupción”, añade.

La indignación de Jorge es compartida también por Isabel. Licenciada en Psicología, después de estar en paro un largo período, hace unos meses que ha encontrado trabajo como administrativa. “Es a lo que me puedo agarrar. Pero vivimos con incertidumbre, porque no sabes si el trabajo de ahora te va a durar o dentro de unos meses vas a estar igual que antes”.

“Mi padre se quedó en paro con 56 años y no ha vuelto a encontrar trabajo. Mi hermana acabó la carrera, no tiene empleo y en un futuro se plantea irse fuera del país”. Esa es su realidad más cercana que le hace montarse en el autobús a Oviedo porque, como dice, “aunque mi situación personal ahora es algo mejor, veo alrededor situaciones dramáticas: de gente que no tiene para pagar su hipoteca ni el agua o la luz”, señala para hacer un llamamiento a la unión de la ciudadanía en una lucha común por mejorar sus condiciones de vida.

“No podemos quedarnos en casa. La situación no cambiará de la noche a la mañana”

“No podemos quedarnos en casa. La situación no cambiará de la noche a la mañana”Esa conciencia de movilización conjunta de toda la sociedad es la que lleva a Salvador a participar también en este viaje hasta Oviedo. “Hay que empezar por uno mismo, pero hay que dar una respuesta colectiva. Es necesaria la acción de la gente porque todos somos sujetos políticos”, expone este contable, con desempleados en su familia, que apuesta por “demostrar el ejercicio ciudadano de la democracia todos unidos, transmitiendo un mismo mensaje” como se hará en la protesta ante el Teatro Campoamor.

“No podemos quedarnos en casa”, explica Salvador como la razón más importante para participar en la protesta de este viernes. “No podemos esperar a que la situación cambie de la noche a la mañana. Y, sobre todo, tenemos que hacerlo por dejarle un futuro a las generaciones que vienen. ¿Qué les vamos a dejar a los que vienen detrás?”, se pregunta.

“Voy a Asturias porque quiero un cambio de este sistema, quiero un sistema más justo que nos dé una vida más justa a todos. La situación actual nos está negando el futuro”, concluye. Una perspectiva de futuro que también Juan Antonio, estudiante de Ingeniería Electrónica, tiene como motivación para ir hasta Oviedo. “Los jóvenes somos el sector más afectado por esta crisis y la situación social”, explica. “Tenemos un horizonte de futuro mucho peor que el de nuestros padres, sin empleo o con trabajos precarios que no permiten que nos emancipemos”.

Y añade una razón más para unirse en particular a esta convocatoria de las Marchas de la Dignidad: hacer más participativa la democracia. “Los ciudadanos queremos opinar sobre todas las decisiones que nos afectan. Incluida la elección del jefe de Estado”, dice en referencia a la figura del Rey Felipe VI que presidirá por primera vez los Premios Príncipe de Asturias tras su coronación.

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