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El Canfranero se sigue atascando mientras la reapertura de la línea internacional avanza a toda máquina

Desde Crefco no son capaces de contabilizar el número de accidentes protagonizados por los conocidos como 'tamagochis'

Miguel Barluenga

Huesca —

Mientras la línea internacional de Canfranc sigue dando pasos firmes en pos de su apertura en un plazo de cinco años, según los pronósticos más optimistas, el estado de los trenes que cubren a diario el trazado entre Zaragoza y la localidad pirenaica sigue coleccionando incidencias en una época del año, además, en la que aumentan sus usos. El tristemente célebre transporte, de un solo vagón con 56 plazas y que alcanza una velocidad media de 58 km/h, será sustituido en el ejercicio de la próxima legislatura, según prometió el anterior Ejecutivo socialista.

El Canfranero invierte 3 horas y 45 minutos en recorrer los 218 kilómetros que separan la estación de Delicias de la de Canfranc, en plenas obras para su reforma integral. Eso, en el mejor de los casos. En las últimas semanas se han registrado varias averías de calado que han afectado a sus usuarios. La falta de ventilación y de aire acondicionado convierte estas situaciones en insufribles. La semana pasada, siete pasajeros tuvieron que permanecer en el interior del convoy, entre Ayerbe y Sabiñánigo, durante más de dos horas, hasta que el tren fue remolcado y los viajeros pudieron completar su itinerario por carretera. Esto provocó el consiguiente retraso, de unas dos horas, en el Canfranc-Zaragoza.

Hace algo más de un mes, el Canfranero se averió cerca de la localidad de Riglos y debió ser remolcado hasta Ayerbe con 20 personas en su interior durante varias horas. También la falta de aire acondicionado ha ocasionado molestias a los pasajeros. Once de ellos llegaron a la estación internacional a pie tras viajar cinco horas sin aire acondicionado, cambiar de tren en Sabiñánigo por una incidencia y sufrir otra avería cerca de Canfranc.

“Alguien debería dar explicaciones a la ciudadanía de Aragón de esta tomadura de pelo (Fomento y Renfe) y alguien del gobierno aragonés pedirlas (Lambán)... de momento ni una cosa ni la otra... lamentable”, publicó en Twitter al respecto la Coordinadora por la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón (Crefco), que desde hace años forma parte activa en la lucha por la mejora general de las condiciones de esta línea.

La Crefco se confiesa “incapaz” de contabilizar el número de incidentes ocasionados por averías de los automotores 596, más conocidos como “tamagochis”, en la línea de Canfranc. “Estamos pensando que será más fácil contar los días en que el servicio se presta con normalidad. Así las cosas, tenemos que preguntarnos (y esperamos que también se lo pregunten en el Gobierno de Aragón y en el Ministerio de Fomento) si es prudente seguir confiando en que estos cacharros pueden seguir funcionando con un mínimo de garantías los tres o más años que, se calcula, tardarán en llegar los nuevos trenes que Renfe tiene previsto comprar. Pero que todavía no ha encargado...”, señalan.

Lourdes Guillén, diputada de Ciudadanos por Huesca en el Congreso de los Diputados, registró en abril una batería de preguntas para el Ejecutivo de Pedro Sánchez acerca del Canfranero: “No podemos vivir con infraestructuras del siglo XIX ni merecemos la desidia y el olvido al que nos somete de forma constante el Gobierno central. Los viajeros tienen que inhalar humos del tren y la línea no es sostenible medioambientalmente”.

Reapertura de la línea internacional

Mientras, en la localidad pirenaica siguen las obras para impulsar la reapertura de la línea internacional. La Unión Europea financiará el 50 % de las obras ferroviarias entre Bedous (Francia) y Canfranc, el único tramo pendiente para que la conexión ferroviaria entre Zaragoza y Pau vuelva a ser una realizad tras su cierre en 1970 y cuyas obras comenzarán dentro de dos años. La otra mitad de un presupuesto de 400 millones de euros corresponde a la región de Nueva Aquitania, como ya sucedió con el tramo Olorón-Bedous, que costó 103 millones.

En la explanada de la estación se están llevando a cabo los trabajos para levantar la nueva terminal y la playa de vías. El hotel dispondrá de 104 habitaciones, una piscina y una biblioteca. En septiembre se conocerán los 10 documentos en los que se analizan cuestiones como el impacto socioeconómico, la demanda de mercancías y pasajeros y aspectos técnicos como el gálibo, el ancho de vía, la carga por eje, la electrificación y las señales. En octubre se desvelará si Europa concede 3 millones para los estudios del túnel del Somport, que requieren 8,9 millones.

“Recuperar la estación parecía imposible y es el ejemplo de lo que pasará con el ferrocarril”, ha señalado el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, que cree que pronto se renovará la línea entre Huesca y Canfranc, tras “los avances muy importantes” que “se dieron en Francia con la recuperación del tráfico entre Oloron y Bedous, lo que implica que quedan 33 kilómetros para completar la reapertura”. Desde la Crefco se insiste en que “la vía se debe abrir con ancho europeo y debe estar electrificada”.

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