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CSIF denuncia una deficiente atención sanitaria en las cárceles de Zuera y Daroca por la falta de personal

Centro Penitenciario de Zuera. (Google Maps).

ElDiarioAragón

Zaragoza —

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La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que en las cárceles de Zuera y Daroca faltan médicos y enfermeros, y la atención sanitaria es “deficiente”. Los internos sufren la alarmante falta de personal médico y enfermeros. Y, por su parte, los médicos, enfermeros y auxiliares de la plantilla tienen una sobrecarga de trabajo y no pueden desarrollar correctamente su labor.

CSIF ha denunciado esta situación en numerosas ocasiones. Desde los centros penitenciarios se ha informado a la Inspección de Trabajo, a Instituciones Penitenciarias, al Gobierno de Aragón, al Defensor del Pueblo, al Justicia de Aragón y al Juez de Vigilancia Penitenciaria, sin que haya habido mejoras. Hace unos días visitó las cárceles aragonesas el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Ortiz, y CSIF volvió a trasladarle sus reivindicaciones.

Tanto en la cárcel de Daroca como en la de Zuera se incumple la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) aprobada por Instituciones Penitenciarias. Hay vacantes sin cubrir desde hace años, y la situación está empeorando. “Las administraciones públicas conocen la situación y nos dan la razón, pero nadie hace nada. Tenemos la sensación de que tanto los internos como los trabajadores sanitarios de las cárceles somos simples números y no les importamos nada”, denuncian los responsables de Prisiones de CSIF Aragón.

Daroca debería tener siete médicos y Zuera, nueve

En la cárcel de Daroca, con 400 presos, debería haber  7 médicos y 7 enfermeros, pero solo hay trabajando 2 médicos y 4 enfermeras. Los médicos solo están presentes en horario de mañana. Todas las tardes, noches, fines de semana y festivos realizan guardias localizadas por teléfono desde su domicilio, a 80 kilómetros. 

En la cárcel de Zuera, con 1.330 internos, debería haber 9 médicos y solo hay 5; tendrían que trabajar 13 enfermeros y hay 10. Los puestos de auxiliares de clínica sí se cubren en ambos casos. En Zuera hay médico en horario de mañana y tarde. Por las noches, fines de semana y festivos las guardias son localizadas. El Justicia de Aragón señaló que debería haber médico presencial las 24 horas del día.

 “Las enfermeras (la mayoría son mujeres) somos las que soportamos la mayor carga de trabajo. Hacemos labor de médicos, enfermeros y auxiliares. Es habitual que una enfermera esté sola atendiendo urgencias vitales por las tardes, noches, fines de semana y festivos. Consultamos a los médicos por teléfono. Nosotras solas tenemos que tomar decisiones difíciles en situaciones críticas y atendemos a pacientes complicados. Es una responsabilidad enorme que excede nuestras funciones. No hay protocolos de actuación –y los hemos pedido- para cuando una enfermera está sola. Como no se cubre la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), tenemos que hacer más guardias y eso conlleva más dificultades para conciliar la vida familiar y laboral”, afirma Silvia Moriche, responsable del sector de Prisiones de CSIF Zaragoza.

 “Atendemos, entre otros, a pacientes con sobredosis, brotes psiquiátricos, autolesiones, infartos, paradas respiratorias, pacientes oncológicos y pacientes crónicos con distintas patologías. Hay algunos internos agresivos y vivimos puntualmente situaciones peligrosas. Pero en general nuestra relación con ellos es buena.  Para muchos, nosotros somos su primer contacto con el sistema sanitario”, afirman varias representantes de la Asociación aragonesa de enfermería de centros penitenciarios.

CSIF denuncia que la atención sanitaria ha empeorado en los últimos años por la falta de medios y otros problemas burocráticos. “Solo podemos hacer una atención de urgencia, no podemos hacer prevención. No tenemos acceso al historial clínico del Salud de los pacientes por un problema de coordinación entre las administraciones. El seguimiento a los pacientes crónicos es escaso. Hay presos con un estado de salud pésimo”, apunta Silvia Moriche.

La edad media de los médicos que trabajan en las cárceles supera los 60 años

Uno de los principales problemas en la atención sanitaria penitenciaria es la falta de médicos. La edad media de los médicos que trabajan en las cárceles supera los 60 años. En dos años se jubilarán más de la mitad de los médicos de prisiones y no hay recambios. Y las plazas que salen a oposición no se cubren porque las condiciones salariales y laborales no son atractivas para los profesionales.

Este año salieron a oposición 35 plazas de médicos penitenciarios en España. Se apuntaron a la oposición 10 personas y solo se han incorporado 5. “Los médicos no quieren trabajar en las cárceles por las condiciones laborales. En la prisión ganan 1.000 euros al mes menos que un médico de atención primaria de un centro de salud de las comunidades autónomas. No cobran dietas por guardias ni por desplazamiento. El lugar de trabajo está alejado de los núcleos urbanos. Y el trabajo es complicado por el tipo de pacientes. Se deberían incentivar estos puestos de trabajo con mejores condiciones salariales y más puntuación para hacerlos atractivos para nuevos médicos”, sostiene CSIF.

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