La DGA y la Universidad de Zaragoza suman fuerzas para recoger datos sobre hábitats, flora y fauna aragonesa

La Dirección General de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón ha puesto en marcha un proyecto para la gestión de las colecciones de datos de biodiversidad y su incorporación a las bases de datos espaciales de la Infraestructura de Datos Espaciales de Aragón, desarrollada por el Instituto Geográfico de Aragón (IGEAR) para la gestión íntegra de la información geográfica de la comunidad.

El Banco de Datos de la Biodiversidad en Aragón es la unidad de la Dirección General antedicha responsable del desarrollo de las acciones informativas sobre la biodiversidad, tanto de la generación, recopilación, mantenimiento y difusión de los datos, como del acceso del público o de cualquier otro servicio u organismo administrativo a este tipo de información. Constituye, explican desde el Ejecutivo autonómico, “el sistema de referencia sobre las especies, los ecosistemas y los espacios naturales en Aragón, así como de los procesos ecológicos subyacentes”.

El proyecto “Gestión de las colecciones de datos de biodiversidad para su incorporación a las bases de datos espaciales de IDE Aragón”, se ha licitado por 89.540 euros y se desarrollará hasta diciembre de 2020. Será dirigido por el investigador Luis Alberto Longares Aladrén y llevado a cabo por investigadores del Departamento de Geografía (Universidad de Zaragoza) y miembros del Grupo de Investigación Clima, Agua, Sistemas Naturales y Cambio Global del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA), quienes ampliarán y completarán “una base de datos espacial con vocación de servicio público, que dará acceso gratuito a la información sobre biodiversidad a través de estándares internacionales”.

Este proyecto contempla, además, otras dos acciones: la realización de actividades de carácter formativo sobre el manejo de bancos de datos de biodiversidad en la administración pública, por una parte, y por la otra, el análisis de los patrones de distribución de las especies incorporadas a la base de datos para conocer donde se encuentran las especies, que territorios utilizan, cuáles son sus necesidades de hábitat para desarrollar su actividad, etc. Y en el estudio de la evolución y tendencia de sus poblaciones, sus dinámicas. En definitiva, concluyen, “se trata de entender dónde y porqué se ubican las especies y qué factores favorecen o perjudican su presencia”.