La Guardia Civil detiene a un ganadero asturiano por un vertido de purines que dejó sin agua potable a tres parroquias
Un ganadero ha sido detenido acusado de un vertido de purines que, este pasado mes de julio, dejó sin agua potable a los vecinos de las parroquias de San Juan de Moldes, Figueras y Barres, en el municipio asturiano de Castropol.
La Guardia Civil de Asturias cifra el volumen de vertidos en una horquilla que oscila entre 55.000 y 65.000 litros de excrementos.
El ganadero ha sido imputado como presunto autor de sendos delitos contra los recursos naturales y contra la salud pública.
La voz de alarma
Los vecinos de las parroquias de San Juan de Moldes y Barres fueron los primeros que, el pasado 22 de julio, detectaron que el agua del grifo salía “sucia y con mal olor”, por lo que esa misma tarde empezaron a llamar al ayuntamiento para alertar de esta circunstancia.
Desde el consistorio se alertó a la empresa suministradora y los análisis que realizó no dejaron duda alguna de que el agua no era apta para el consumo, por lo que se procedió al corte inmediato del suministro del depósito que abastece a las parroquias de San Juan de Moldes, Figueras y Barres.
La investigación
Al considerar que la contaminación podría venir de algún vertido al río de donde se toman estas aguas, contactaron con la Guardia Civil de Luarca, para que investigara su origen.
Al día siguiente, la Patrulla de Protección de la Naturaleza de Luarca abrió una investigación. Los agentes recorrieron el curso del río Berbesa, donde se encuentra la captación del agua potable y tomaron muestras de la turbidez del agua.
Las dificultades
La propia Guardia Civil reconoce que no fue fácil localizar el punto del vertido, ya que ni el recorrido inicial arrojó resultados positivos, ni las inspecciones realizadas en las ganaderías y praderías situadas en la cuenca alta del río Berbesa dejaron pista alguna.
Sin embargo, los nuevos barridos en la zona constataron que aguas arriba, en un arroyo afluente de este río, que discurre a través de monte cerrado de vegetación, la turbidez iba en aumento, unido a espumas y restos solidos depositados en el cauce, y se incrementaba la intensidad del olor a purín.
El origen del vertido
Así, los agentes comprobaron que el vertido provenía de ladera arriba a través del monte y localizaron un área con varias zonas de vertido de descarga habitual de una cuba de purines.
Habían conseguido, por fin, determinar cuál era el punto inicial del vertido y, a partir de ahí, las gestiones realizadas por el Seprona les llevaron hasta el propietario de una ganadería ubicada en una zona próxima.
La Guardia Civil supo, con posterioridad, que este ganadero transportaba los purines desde la ganadería hasta ese punto, con una cuba y un tractor, supuestamente por tener sus depósitos llenos.
El ganadero ha sido acusado de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por afección al cauce del río Berbesa y otro delito contra la salud púbica por la afección a la captación de agua potable y corte del suministro de las poblaciones de Barres, Figueras y San Juan del Moldes
La detención
Las investigaciones llevadas a cabo por los agentes arrojaron una estimación del volumen de vertidos entre 55.000 y 65.000 litros de excrementos.
Con todas estas pruebas, los agentes se desplazaron hasta la ganadería y detuvieron al dueño.
Los delitos imputados
El ganadero ha sido acusado de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por afección al cauce del río Berbesa y otro delito contra la salud púbica por la afección a la captación de agua potable y corte del suministro de las poblaciones de Barres, Figueras y San Juan del Moldes.
La Guardia Civil ha trasladado las diligencias al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Castropol, que ha asumido la causa contra el ganadero.
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