Álex Úbeda y Manolo López abren una vía en la Cordillera Blanca dedicada al escalador madrileño 'Carlos Suárez'
El 26 y 27 de Julio, Álex Úbeda y Manolo López abrían una nueva vía en la cara noreste del Cashan (5.686 metros). El propio Manolo nos lo cuenta:
“Los hermanos Pou nos habían hablado de la calidad de roca de esta pared y las posibilidades que ofrecía para abrir nuevas rutas. Así que, el día 25 pusimos rumbo hacia el valle de Rajucolta con nuestro taxista Eli y Wilder que nos iba a echar una mano subiendo el material hasta el campo base. Esperábamos empezar a escalar ese mismo día, o al menos mirar bien la pared para saber por dónde trazar nuestra ruta, pero nos equivocamos en la aproximación y acabamos subiendo por dónde no era. Nos llevó más de seis horas llegar al campamento base.
Una vez allí instalamos el campamento en la morrena, encima de la única piedra “plana” que vimos. Ojeamos un poco la pared con las últimas luces sin saber muy bien por donde trazar la línea. En ese rato hubo un desprendimiento justo por donde debíamos de bajar, algo que nos preocupó bastante. Luego cenamos algo y nos acostamos un poco desmotivados.
El 26 salimos, no muy temprano, hacia la pared sin muchas expectativas. Rápidamente vimos nuestra línea: unos diedros evidentes marcaban el camino a seguir. Álex exclamó “¡Manolo! Tenemos una autopista hasta arriba. ¡Vamos!”. Con la motivación por las nubes empecé con el primer largo. Tiré 60 metros hasta plantarme justo debajo del sistema de diedros. Increíble estar escalando a 5.200 metros solo con un forro polar.
En el cuarto largo nos encontramos con la primera dificultad de la vía: un diedro de 7a mantenido y técnico. Alucinamos con la calidad de la roca en estos primeros largos.
Después de este largo hicimos una travesía de 60 metros por terreno fácil y con algún bloque suelto en busca de otro diedro fisurado. Una entrada con un pequeño desplome daba acceso a otro bonito diedro. Tiré 40 metros y vi que unos metros más arriba se intuía una repisa. Apuré el poco material que me quedaba y monté reunión. Otro largo de 60 metros. Ya nos había alcanzado la sombra y la temperatura bajó bastante. Álex subió rápido, fijamos cuerda y descendimos a la tienda.
Al día siguiente nos levantamos a las 4 de la madrugada. Jumarear los 240 metros que habíamos escalado el día anterior nos costó más de lo esperado. Llegamos al quinto largo justo cuando el sol empezaba a acariciar la pared. Álex siguió con el sexto largo en tendencia a izquierda. Tuvimos que ensamblar 5 metros hasta que llegó una repisa para montar reunión.
El largo 7 es el largo clave de la vía, ¡y el más espectacular! Empieza con unos pasos en diedro para continuar con una travesía de adherencia con una fisura ciega imposible de proteger. Comencé la travesía y estuve un buen rato mirando por dónde escalar. Finalmente llegó un punto que ante la imposibilidad de proteger opté por colgarme y colocar un expansivo para acceder a otro diedro desplomado que daba acceso a una fisura un poco tumbada. De nuevo la calidad de la roca simplemente espectacular.
Aparentemente aquí acababan las dificultades de la vía, y así fue. Álex pudo encadenarlo de segundo a pesar de ir con la mochila bastante pesada. Creemos que será un 7a+.
Después, otro largo de 60 metros nos dejaría en una vira que daba acceso a la cumbre de la pared. Hicimos dos largos más por la vira de IV y III para llegar a la cima nevada de la pared. No fuimos a la cumbre real del Cashan por las condiciones de la nieve, y en su lugar optamos por bajar rapelando directamente desde el hombro.
Hemos bautizado la nueva ruta con el nombre de 'Carlos Suárez' en honor al escalador madrileño que nos inspiró con sus escaladas. Creemos que se podría convertir en la clásica de la pared por la lógica del recorrido y la calidad de los largos“.
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