Carta con respuesta es un blog del escritor Rafael Reig. Dejad vuestros comentarios en este blog sobre vuestras preocupaciones políticas, sociales, económicas, teológicas o de cualquier índole, y él os responderá cada martes.
A Montero Glez
Querido amigo Montero, te agradezco mucho tu respuesta a mi carta a los círculos de Podemos. Mi objeción (la que tú comentas) era que en el programa se postulaba una renta básica para todos los españoles “por el mero hecho de serlo” y de cuantía superior al umbral de pobreza. Hablamos por tanto de algo más de 8.000 euros anuales para unos 46 millones de españoles. Incluida la familia real y los presidentes de la banca. Frente a eso tú sacas a colación una manoseadísima carta del rey (yo la leí en un libro de Gregorio Morán hace la torta) pidiendo 10 millones de dólares.
No sé lo que te habrán dicho tus novias, Montero, pero el tamaño sí que importa. Disculpa la broma, amigo, me refiero a que no son órdenes de magnitud ni de lejos comparables. Imagino que te das cuenta. Mi objeción no era a la propuesta, sino a la chapuza. De números no se puede hablar de oído, sin echar cuentas y sólo para decir lo que los demás quieren escuchar. Eso, en toda tierra de garbanzos, se llama demagogia. Lo que le venía a decir a los círculos era: señores círculos, si no quieren que les tachen de demagogos, pues no hagan demagogia y hablen claro y preciso.
Podemos discutir eso, pero hagámoslo con números y no con metáforas, aunque en ambos terrenos estoy dispuesto a admitir que me llevas ventaja.
Sin embargo, lo que más me llama la atención es el final de tu carta y que digas: “Lo único que te pido es respeto”.
No fastidies, amigo Montero.
¿Respeto? ¿Desde cuándo no estar de acuerdo es una falta de respeto? ¿Desde cuándo poner objeciones a una propuesta, con razón o sin ella, es una falta de respeto?
No sabes cuánto me suena eso a los católicos. Ellos pueden hasta cortar la calle para hacer procesiones, pero si tú te atreves a criticar lo más mínimo, les falta tiempo para sacar el respeto como quien saca una cachiporra. Harto estoy de oír: Está bien que tú seas ateo, pero al menos respeta a los que creemos. ¿A que te suena mucho, verdad?
¿Es Podemos una iglesia o secta? ¿No se puede discutir con ellos porque les estás faltando al respeto? ¿Nos van a quemar a todos si no nos arrodillamos?
Entenderás que, a la vista de que tu único argumento es el dichoso respeto, te pregunte: ¿te has vuelto religioso tú también, amigo Montero?