Canteca de Macao quiere despedirse “por todo lo alto” del Viña Rock y los escenarios

No es fácil resumir 14 años de vida, pero así lo intenta Chiki Lora, una de las mitades que junto a Ana Saboya son la cara más visible de Canteca de Macao. El grupo nacido en Madrid ha decidido poner punto y final al proyecto y se despide de los escenarios con la gira 'El último trago' con la que pasarán también por el Viña Rock, uno de los recuerdos “más importantes de la banda”. Más de una década ha estado tocando la banda no sólo por toda España sino hasta países tan lejanos como Jordania.

“Ha sido una experiencia única. La mejor que podíamos vivir con una banda con amigos. Hemos aprendido a componer, hemos crecido juntos, somos una banda real, auténtica y nos lo hemos pasado genial, la verdad”, relata Chiki. El músico advierte, en todo caso, que no se puede resumir toda esa vida en una frase, pero sí puede decir que es “lo mejor que nos ha pasado en la vida”. “Seguimos queriéndonos un montón y no hay malos rollos ni nada de eso por lo que queramos dar el parón”, afirma.

Las razones, más bien, se encuentran en los cambios por los que han pasado los miembros del grupo. “Empezamos teniendo 20 años. Hemos cambiado en todo, hemos madurado y crecido, antes éramos unos niños y algunos tenemos ahora hasta hijos”, explica Chiki. Los cambios también han sido en el ámbito musical, y ahora la idea es empezar en sus respectivos proyectos propios, dejando de lado ese momento en que “nos lo comíamos todo y queríamos pasarlo bien y punto. No nos planteábamos que fuese una forma de vida”.

“Estamos sonando que te cagas”

Ahora, afirma el músico, todos cuidan mucho más “los detalles” en lo musical y también en la letra de sus canciones. “Seguimos teniendo ganas de comernos el mundo, pero lo vemos de otra manera no con esa mentalidad de niño. Lo seguimos disfrutando pero de diferente manera”, describe. Ahora lo que les toca es enfrentarse a una gira de despedida, una despedida que, afirman, es totalmente definitiva. “Vemos lo que nos quiere la gente. En los conciertos que hemos tocado, lo que se ha respirado ha sido maravilloso, una sensación difícil de describir”, asegura.

Es el cariño de la gente, asevera. Y es que Canteca de Macao considera que son parte de una generación, porque así se lo hace ver la gente que acude a sus conciertos. “Nos han contado que han conocido a su mujer, que la canción significó mucho por esto o aquello... Es muy bonito y lo respiramos en el ambiente”, describe Chiki. La banda es “muy sentimental” y “muy auténtica” y por eso se ven muy influenciados por la bienvenida de la gente. Eso sí, no han asumido realmente que es la gira para decir adiós. “Te metes en esta burbuja y te crees que es una más y ya está”, ríe.

De todos modos han ido viviendo “intensamente” cada concierto, sobre todo porque el ambiente en la banda es de “puro buen rollo”. “Estamos haciendo los conciertos muy cañeros, están sonando que te cagas y por eso nos da mucho ánimo”, explica Chiki. Ahora vienen los de festival, el primero de ellos en el Viña Rock en Villarrobledo. “Nos apetece mucho, queremos ver a la gente con ganas ahí a la 1 de la mañana. Queremos reventarlo, darlo todo y despedirnos por todo lo alto y que la gente se despida de nosotros. No creemos que sea algo triste, y queremos vivirlo bien”, asegura.

Discos, autogestión y crowdfunding

Canteca de Macao ha pasado por muchas etapas en la producción de sus discos, que incluyen la autoproducción, trabajo con una multinacional y luego el crowdfunding. “Siempre nos hemos caracterizado por querer darle la vuelta a todo, plantearlo todo cien veces y volver locos a nuestros managers”, ríe Chiki. Esto, asegura, también les ha permitido haber sido “pioneros” en muchas cosas: la descarga digital, incluso trabajando con Warner, y luego plantearse trabajar a base del micromecenazgo y los aportes de la gente. “Nos gusta darle una vuelta de tuerca para saber por donde va el mercado”, afirma.

¿Qué va a pasar ahora? “Tenemos ganas de sentirnos, de experimentar, no queremos ser un grupo que se queda 20 años cómodos”, puntualiza. Lora también recalca que no se trata de una decisión a la ligera, sino que es una “muy pensada” en la que la idea es que cada uno de sus miembros pueda crecer y sacar “lo mejor de cada uno”. La idea, de ahora en adelante, es investigar, experimentar y ayudarse mutuamente en estos nuevos planes.