Jeringuillas y bisturís se acumulan alrededor de la ribera del Júcar

Tras la tormenta que el pasado 1 de mayo se produjo en la ciudad de Cuenca, han aparecido alrededor de las tapas del alcantarillado, en la ribera del Júcar, gran cantidad de residuos hospitalarios algunos de ellos biopeligrosos. Así lo denuncia la organización de Ecologistas en Acción y el colectivo Limpiando Cuenca.

Este último encontró los desechos durante una de sus acciones en torno al margen derecha del río, a la altura del parque fluvial. Según fuentes de Limpiando Cuenca, se trata de una enorme cantidad de residuos que, por la proximidad, podrían proceder del Hospital Virgen de la Luz.

Tal y como apunta Ecologistas en Acción, el alcantarillado no pudo evacuar el alto caudal a causa de la tormenta por lo que agua y residuos no se filtraron correctamente y se estancaron alrededor de las tapas de las alcantarillas.

La mayor parte de estos residuos son batas hospitalarias de un solo uso, embalajes diversos, electrodos adhesivos desechables y un “largo etcétera”. Pero lo más preocupante, tal y como apuntan los colectivos, es la presencia de jeringuillas desechables, bisturís y otros elementos biopeligrosos que obligatoriamente deben ser gestionado por personal autorizado para su esterilización antes de su eliminación, dado el riesgo de contagio.

Ecologistas en Acción se ha puesto en contacto con la gerencia del hospital Virgen de la Luz y han explicado que siguen estrictamente los protocolos de gestión de residuos y una empresa gestora es la que se encarga de su eliminación segura.

Los colectivos consideran que estos hechos son “un desastre” medioambiental y sobre la salud

Alejandro Cebrián del colectivo Limpiando Cuenca asegura que se desconoce la responsabilidad de “este desastre, pero la dirección del hospital Virgen de la Luz y las empresas gestoras de residuos deberían explicar cómo han ido a parar todos estos productos en el alcantarillado y realizar las correspondientes averiguaciones para que se depuren responsabilidades.

“Nadie ha actuado, hemos sido jóvenes voluntarios los que hemos limpiado con nuestras manos parte de estos residuos, pero muchos siguen en la ribera del Júcar, pues no queremos arriesgar nuestra salud”, añadía Cebrián.

Por su parte, Carlos Villeta de Ecologistas en Acción-Cuenca, califica los hechos de “muy graves” tanto por su impacto medioambiental como en la salud. “Se está poniendo en riesgo la salud de las personas y las mascotas que pasean habitualmente por la zona, por lo que recomendamos a los vecinos de Cuenca que no toquen dichos residuos”

Según Villeta, “solamente el SEPRONA se ha tomado en serio este asunto” ya que se ha presentado en la zona para documentar los hechos. “Por nuestra parte, interpondremos las correspondientes denuncias ante la Confederación Hidrográfica del Júcar, sin descartar otras acciones legales.”

“Más allá de este caso, nos preocupa los sucesivos”, comentan desde Ecologistas en Acción ya que se trata de una “gestión fraudulenta de residuos” que se suma a otros como “el caso de los incendios de neumáticos en Seseña, el incendio de la planta de residuos de Chiloeches o el nuevo macrovertedero en Almonacid del Marquesado”.

Villeta asegura que “la administración regional no está haciendo sus deberes en cuanto a la vigilancia del sector de los residuos”.