Primer paso para desbloquear la renovación del albergue animal de Guadalajara
Recuperar animales abandonados, defender el bienestar animal y proteger el medio ambiente. Éstas son algunas de las misiones a las que se ha encomendado La Camada, asociación animalista que ha mantenido el centro de recuperación de animales abandonados de Guadalajara durante los últimos quince años. Sin embargo, la continuidad de este servicio, que ha sido referencia de gestión para otros centros de preservación animal de la provincia alcarreña se ha visto amenazado en los últimos meses por los retrasos del gobierno municipal en la renovación del contrato con el albergue animal.
“No entendemos cómo se ha llegado a esta situación límite. Estamos desbordados de animales y esta incertidumbre dificulta nuestro trabajo y va en detrimento de la calidad del servicio”, admite María Tello, presidenta de la Asociación de La Camada, entidad que en la actualidad sigue gestionando el centro de forma provisional las instalaciones hasta que el ejecutivo municipal complete la nueva adjudicación en los próximos meses.
El contrato anterior expiró el pasado 1 de enero. Desde ese momento y hasta principios de mayo, el Ayuntamiento ha encadenado una sucesión de contratos con la protectora animal. El último de ellos recoge una duración de cuatro meses y una partida de cerca de 18.000 euros. Una situación anómala, la del incumplimiento de los plazos de adjudicación de los servicios subcontratados del Ayuntamiento -ya sucedió anteriormente con el contrato de las escuelas municipales y con el de parques y jardines-, que ha suscitado las críticas del grupo en la oposición, Ahora Guadalajara. Este partido emitió un comunicado el 10 de mayo para exigir al Gobierno la publicación del nuevo pliego de condiciones, que debían haber estado concluidos a finales de 2016.
Una presión que dio sus primeros resultados. Francisco Úbeda, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Guadalajara, que ha declinado hacer declaraciones a eldiarioclm.es, confirmaba, tan solo un día después, a través de una nota de prensa, que el expediente de contratación para la gestión del albergue animal se abordaría en la Junta de Gobierno Local del 17 de mayo. Según Úbeda, hasta que se complete la adjudicación, la Camada seguirá prestando el servicio como sucede desde 2010.
Con respecto a la redacción de los pliegos, el edil reconoció “las dificultades”, pero puntualizó que “hemos incorporado a los pliegos las sugerencias y nuevos criterios sociales y medioambientales para lograr un documento consensuado por todos los grupos y mejor que el anterior”
Sin embargo, desde Ahora Guadalajara denuncian la “nefasta” gestión del equipo de Gobierno. “No es el primer contrato que se va de los plazos ordinarios y extraordinarios. Ya se han agotado todas las prórrogas y ha habido que hacer apaños en el último año con temas como la limpieza viaria y las Escuelas Infantiles. Con los servicios privatizados, lo único que tiene que hacer el equipo de Gobierno son los pliegos y exigir su cumplimiento, y ni eso es capaz de hacer” asevera José Morales, portavoz del grupo de confluencia.
Esta demora en la renovación de la relación del contrato con el ayuntamiento ha producido preocupación e incertidumbre entre los profesionales de La Camada que se encargan del cuidado de los canes y felinos acogidos en el centro de protección animal: “Esta sensación de angustia de no saber qué iba a suceder con nuestros puestos de trabajo ya la vivimos en 2010. Entonces se presentaron dos empresas más al concurso y temíamos que el albergue animal cayera en manos de una entidad privada. Queremos seguir trabajando en el ámbito de la protección animal y dentro de la legalidad. Afortunadamente tenemos el compromiso del ayuntamiento de preservar el servicio tal y como está”, admite María Tello.
Más recursos
Durante las negociaciones del futuro contrato entre el equipo de gobierno y los diferentes grupos políticos, que se llevaron a cabo a finales de 2016, La Camada presentó algunas alegaciones económicas y medioambientales con el fin de tratar de mejorar la atención que presta a los animales. En concreto, reclamaron que se aumentara un 25% el presupuesto actual del servicio, que ronda los 70.000 euros. Unos recursos que solo permiten a la asociación cubrir el 40% de los gastos derivados del cuidado de las mascotas y el mantenimiento de las instalaciones.
“El Centro de Recuperación de Animales es un servicio poco costoso para el ayuntamiento, pero lo grave es que el presupuesto que se dedica a ello es muy inferior al coste real del servicio y eso es irregular. Abusan de la voluntariedad de la gente comprometida con el bienestar animal”, afirma Susana Martínez, concejal de Ahora Guadalajara.
Hasta ahora, La Camada lograba la financiación restante, a través de las cuotas de socios, que sumaron 30.000 euros en 2016; el programa de apadrinamiento de la asociación por el que recogieron 41.000 euros y las galas que cada año celebran para recaudar fondos.
Otra demanda de la protectora consiste en desarrollar un programa periódico de esterilización de colonias felinas. Desde hace tiempo la población de gatos ha aumentado significativamente en las vías públicas de la ciudad; una situación que de no controlarse podría originar problemas de salud pública.
Centro de referencia
La realidad es que el centro de recuperación de animales abandonados de Guadalajara se ha convertido en un modelo a seguir para otras instalaciones con fines similares situadas en la provincia. Este reconocimiento se debe a la labor de La Camada, una asociación sin ánimo de lucro comprometida con el bienestar animal que lleva gestionando el albergue canino desde 2002. Fue este año cuando el entonces alcalde de la ciudad, José María Bris, inauguró el actual centro de protección animal que sustituía a la anterior perrera.
Desde entonces, la actividad de la entidad animalista se ha centrado en acoger, alimentar y dar los cuidados sanitarios necesarios a la cada vez más numerosa población de canes y gatos del centro: “Nos volcamos en asegurar el mayor bienestar a los animales abandonados que acogemos mediante nuestra atención profesional y la red de voluntarios y padrinos que colaboran desinteresadamente con la asociación día a día”, asegura Tello.
En la actualidad, La Camada acoge a unos 400 animales entre perros y gatos. “Ha habido un creciente abandono animal en la ciudad y en la provincia y eso complica la labor de protección”, continua la presidenta de la entidad.
El núcleo zoológico Hogar Amigo, situado en la localidad de Azuqueca de Henares, es otro de los centros de la provincia de Guadalajara que trabaja en defensa del bienestar animal. Desde su creación en el año 1998 ha sido gestionado directamente por la Mancomunidad Vega del Henares, que está integrada por nueve municipios del Corredor del Henares.
El presidente de esta mancomunidad, Santiago Casas, explica a eldiarioclm.es cuáles son las prioridades del refugio animal: “Queremos que Hogar Amigo esté a la vanguardia en protección animal. No sufrimos problemas de superpoblación y eso nos permite cuidar mejor de nuestros animales. Estamos comprometidos con el sacrificio 0”. Además, este centro, siguiendo el modelo de La Camada de Guadalajara, apuesta por programas de voluntariado y apadrinamiento con la finalidad de facilitar la labor de recuperación de los animales.
El empeño de La Camada en apoyar el sacrificio cero de los animales, así como la sensibilidad empleada por los cuatro empleados del albergue, son otras de las razones por las que este centro es uno de los servicios más queridos por los guadalajareños, que se vuelcan en cada una de las actividades lúdicas que organiza la asociación.