La patronal de pisos turísticos espera un acercamiento al Ayuntamiento de Barcelona tras la etapa de Colau
El sector de los pisos turísticos confía que el cambio en el Ayuntamiento de Barcelona acabe con la “persecución absoluta” que ciertas voces del sector dicen haber sufrido en los últimos años. “Esperamos que vaya a mejor. Nuestra voluntad es de convivencia, de hacer las cosas bien hechas, regularlo”, dice Maria Rosa Reixach, cofundadora de Flateli, una empresa de alquiler vacacional.
Desde Federatur, confirman que ya se han hecho unos primeros contactos con el consistorio y esperan que el alcalde, Jaume Collboni, los reciba pronto. Sin embargo, descartan cambios en la política vigente. Paralelamente, entidades como la Federación de Asociaciones Vecinales (FAVB) rechazan el término persecución y piden más inspecciones a un nuevo gobierno que, por el momento, se abre a permitir más hoteles.
Tras una campaña electoral en la que la vivienda y el modelo turístico centraron buena parte de los debates, los propietarios de alojamientos esperan que la llegada del PSC a la alcaldía marque un cierto giro en la capital.
De hecho, durante los gobiernos de Ada Colau, el Ayuntamiento ha hecho planes de choque para cerrar pisos turísticos ilegales y ha limitado la concesión de licencias, aunque el sector no cree que haya ayudado a frenar la subida de los alquileres. La ya exalcaldesa también ha pedido cambios legales para reducir este negocio revocando licencias.
Con el nuevo gobierno municipal aterrizando y a la espera de su conformación definitiva --que podría, incluso, incorporar a los comunes al ejecutivo--, los apartamentos turísticos ya han realizado algunos movimientos para acercarse al nuevo consistorio.
“Hemos establecido los primeros contactos con el Ayuntamiento de Barcelona, con el nuevo consistorio, para presentarnos”, reconoce el presidente de Federatur, David Riba, en declaraciones a la ACN. Aunque admite que no espera cambios en la política municipal hacia los apartamentos turísticos, recuerda que el sector “ha hecho los deberes” en los últimos años.
Desde la entidad también resaltan que estos alojamientos “son muy pocos” en la ciudad y representan únicamente el 1,7% del todo el parque de viviendas de Barcelona. “Hay mucho control sobre estas viviendas y pensamos que son una pieza fundamental en la ciudad por el tipo de turismo que están aportando”, destaca.
Pero desde la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona (FAVB), Miquel Prats avisa de que la oferta actual tiene un “efecto clarísimo de gentrificación” en zonas como el Raval, la Barceloneta o el Born. Según los vecinos, el problema va más allá de los apartamentos turísticos legales, ya que existe una cantidad de apartamentos “ilegales” que no se han localizado o no constan como turísticos, aunque en la práctica lo son. Es el caso, comenta, de los contratos de un año de duración que, en la práctica, también acaban actuando como pisos turísticos.
La patronal Federatur argumenta, en cambio, que los apartamentos ofrecen hoy un modelo “muy necesario para la ciudad” por el tipo de turismo familiar que reúnen y por cómo este “se integra en la ciudad”. “Entendemos que el Ayuntamiento y el PSC, que siempre lo hemos encontrado muy cercano y activo al turismo familiar, estará a nuestro lado y nos apoyará”, apunta su presidente. Reixach también confía que con la llegada de Collboni el encaje entre los alojamientos temporales y el gobierno municipal “vaya a mejor”.
Para Riba, los apartamentos son precisamente una opción de turismo más “sostenible” que los hoteles porque sus usuarios consumen más comercio de proximidad, se relacionan más con el entorno e incluso gastan menos agua y luz que los huéspedes de los hoteles tradicionales. Por el contrario, Miquel Prats, de la FAVB, ve problemas en el ámbito comunitario. “Hay gente que viene tres, cuatro días o una semana y es normal que el vínculo no sea el mismo con alguien que vive allí todo el año”, comenta. De hecho, según Prats, hay barrios que se están vaciando de vecinos.
Sector legal y profesionalizado
Maria Reixach, de la empresa de apartamentos turísticos Flateli, lamenta que se esté criminalizando su actividad culpando al sector del aumento del precio del alquiler. En este sentido, recuerda que en los últimos años no se ha incrementado el número de licencias y el precio de las viviendas, mientras, ha seguido subiendo. “¿Cómo se vincula una cosa con la otra? No tiene ningún sentido”, remarca.
Según Reixach, el sector está “cada vez más profesionalizado y regulado”. “Nosotros trabajamos de una forma tanto o más metódica que un hotel”, reivindica. “Todo es completamente legal, todo declarado, pagamos unas tasas carísimas, como hoteles de cinco estrellas y más”, añade en declaraciones a la ACN.
Sin embargo, desde la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona (FAVB) Miquel Prats pide más exigencia a los apartamentos y pisos vacacionales. De hecho, señala que las inspecciones deberían ir a más, puesto que el número de agentes activos en los últimos mandatos era “ridículo” y había poca capacidad para inspeccionar y multar.
“Nuestra voluntad es de convivencia”, concluye Reixach, que se queja de lo que considera una “persecución absoluta” durante los últimos años con los comunes al frente del Ayuntamiento. Prats, en cambio, rechaza esa visión. “Nosotros lo llamamos inspección y ajustarse a la normativa y a la misma convivencia”, afirma.
1