Campanas de elecciones autonómicas anticipadas en la Comunitat Valenciana
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, (PSPV-PSOE) y la vicepresidenta, Mónica Oltra (Compromís), han presentado este viernes el balance de tres años de legislatura. Ambos partidos están satisfechos con lo hecho hasta ahora y los indicadores sociales y económicos “certifican” que la situación de los valencianos es mucho mejor que en 2015, con más de 200.000 parados menos. “En estos momentos, no hay motivos para adelantar las elecciones”, ha dicho el presidente Puig al ser inferido por si tiene previsto adelantar el calendario electoral. Pero ha matizado, sería una oportunidad para “singularizar” el problema valenciano en Madrid, donde están los focos de poder.
Esta actitud comedida del presidente ante los micros y junto a Oltra contrasta con el trabajo de la sala de máquinas de su equipo en Presidencia de la Generalitat, que ya trabaja hasta con una posible fecha: “Convocar el 9 d'Octubre -Día de la Comunitat Valenciana- y votar el domingo 16 de diciembre”, sugieren desde el Palau.
Y es que los socialistas valencianos están envalentonados tras conocer las últimas encuestas, una propia encaragada por el PSPV que les sitúa como primera fuerza y el último CIS, que ha disparado al PSOE hasta casi el 30 % de los votos. Los afines a Puig calculan que con estos datos del Centro de Investigaciones Científicas y en la Comunitat Valenciana gobernando, este porcentaje podría ser incluso superior.
Y es que Ximo Puig, un valencianista concienciado querría para los valencianos un calendario autonómico propio, como tienen todas las comunidades históricas y que, junto a Madrid, “pintan algo en España”, apuntan desde el entorno del presidente. Andalucía, Galicia, País Vasco o Catalunya se sitúan en el centro de la política nacional durante 15 días y sus problemas se debaten en telediarios y tertulias de las televisiones nacionales, en el caso de catalanes y vascos esa agenda es prácticamente diara.
Puig quiere llevar el “problema valenciano” a Madrid y quiere que se hable de la infrafinanciación donde se toman las decisiones. Que sea un tema central donde todo el mundo opine y donde los grandes partidos se tengan que posicionar. “Es un win-win para los valencianos”, aseguran.
Además, el adelanto electoral pillaría a pie cambiado a todos los rivales políticos de los socialistas valencianos. Puig es el único que ya ha sido ungido como candidato y, aunque su socia y principal rival Mónica Oltra será también candidata, en Compromís todavía no han decidido ni cómo configurarán las listas electorales. El adelanto podría generar un problema interno a la coalición, que tiene unos complejos equilibrios que no encajan bien las prisas.
No son son tan partidarios de este adelanto electoral en Ferraz. Andrés Perelló, miembro de la ejecutiva de Pedro Sánchez, ha explicado este viernes en Á Punt Directe, el magazine vespertino de la televisión pública, que Pedro Sánchez no contempla ese adelanto. Además, apunta Perelló, “quedan 10 meses para las autonómicas, municipales y europeas de mayo de 2019 por lo que los electores, tal vez, no entenderían las prisas”.
Otro de los temores que plantean algunos socialistas es que la convocatoria de elecciones anticipadas fuera percibida por los electores como una ruptura del pacto entre PSPV y Compromís. “Somos un Gobierno que se ha caracterizado por la estabilidad, un adelanto no justificado de manera suficiente podría ser contraproducente”, afirman estas fuentes. “Con Mariano Rajoy en el Gobierno hubiera sido más fácil adelantar las elecciones porque se podría haber montado un lío por la financiación, pero ahora gobernamos nosotros en Madrid”, señala un afín a Pedro Sánchez
Donde no quieren ni oír hablar de este adelanto electoral es en Compromís. Además de no tener claras las listas electorales, en la coalición prefieren que las autonómicas y las municipales coincidan, ya que tienen un gran peso en las candidaturas municipales. Y avisan, “para que haya adelanto electoral deberán consensuarlo con nosotros. Cualquier otra cosas sería interpretada como una deslealtad”. Y el pacto del Botànic -en el que también entra Podemos- ha ido demasiado bien como para romperlo a última hora.
Eso sí, la idea de “singularizar” el “problema valenciano” en Madrid gusta mucho a Compromís. Es más, podría ser una oportunidad para cargar contra el Gobierno de Sánchez, que ya ha deslizado que en esta legislatura podría no solucionarse el problema de la infrafinanciación de los valencianos.
Los que podrían sufrir más en caso de que Puig decidiera convocar elecciones son el PP, Podemos y Ciudadanos. Ninguno de los tres tiene candidato y las direcciones de los populares y de la formación morada tienen una gran contestación interna. “Podrían quedar arrasados por la maquinaria institucional que controlan PSPV y Compromís”, apuntan fuentes podemistas.
La maquinaria socialista trabaja a pleno rendimiento y recientemente se ha adjudicado la fabricación de papeletas para las elecciones. Estas campanas de adelanto electoral podrían ser un globo sonda, una serpiente de verano o una realidad. El único que puede despejar la incógnita es Ximo Puig. Y, de momento, se deja querer.
