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El Consell eleva a falta 'grave' los botellones en la vía publica con más de cuatro personas en horario de toque de queda

La Policía Local interviene en un botellón en la playa de Alicante en una imagen de archivo.

Toni Cuquerella

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La Generalitat elevará el rango de las faltas para los botellones y las fiestas dentro de las medidas para combatir la propagación de la pandemia de COVID-19. En rueda de prensa tras el pleno del Consell, la vicepresidenta Mónica Oltra, ha explicado que se considerará 'falta grave' el consumo de alcohol en la vía pública a partir de cuatro personas fuera del horario marcado por un posible toque de queda establecido por Sanidad. Esta elevación del rango supone la posibilidad de imponer sanciones que irían de 601 a 30.000 euros.

Además Oltra también ha informado de la elevación al mismo rango de falta la sanción a los participantes en reuniones o fiestas que no mantengan la normativa de seguridad sanitaria de prevención y distancia. Por lo que respecta a los organizadores de estas reuniones o fiestas, se expondrían a una falta que ahora se considera 'muy grave' y tendrían multas de entre 30.001 y 60.000 euros.

La vicepresidenta ha señalado que esta modificación se publicará en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) a lo largo de este viernes en una edición especial, y que está sujeto a que el TSJCV autorice la aplicación del toque de queda que pide la Generalitat, un toque de queda con un horario determinado entre la una y las seis de la madrugada y que se aplicaría para unas localidades determinadas, en principio los cerca de 40 municipios con más índice de contagios.

A preguntas de la prensa, Oltra ha rechazado culpabilizar a los jóvenes“ y ha asegurado que ”no es cuestión de criminalizar a los jóvenes“ pero sí de ”reclamar responsabilidad“ y que se ”tome conciencia de la fragilidad, de que la enfermedad puede impactar en cualquier persona, tenga la edad que tenga“.

La vicepresidenta señala que estas medidas refuerzan las anunciadas el jueves por el presidente Ximo Puig, como la revisión de horarios de la hostelería, por la que a las doce de la noche se deja de servir y a las 0.30 se cierra. Las mesas podrán tener un máximo de 10 personas en terrazas y 6 en el interior. También se recortará el horario de venta de alcohol, que se prohibirá a partir de las 20h en aquellos establecimientos donde el consumo no esté destinado a su interior.

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