Los partidos consideran que el informe de la Sindicatura de Cuentas certifica la mala gestión del PP
“Comparable al trabajo de un forense que hace la autopsia final a la administración en estado terminal que el PP dejó después de 20 años gobernando”, “mantiene las deficiencias de la gestión del PP: quiebra técnica, aumento de la deuda histórica...”, “una nueva muestra de la nefasta gestión y de la corrupción del PP; las dos caras de la misma moneda”, “estudia los últimos coletazos de la gestión del PP, endeudando a todos lo valencianos”... son las valoraciones de PSPV, Podemos, Compromís y Ciudadanos sobre el informe de la Sindicatura de Cuentas que evalúa los organismos públicos valencianos en 2015.
El informe resalta la falta de financiación autonómica -que solo cubre el 70% de los gastos básicos de los valencianos-, el aumento de la deuda, la escasa liquidez de las arcas públicas... Si la Generalitat fuera una empresa, se encontraría en quiebra técnica. Además, pone el foco en la gestión de los consorcios hospitalarios de Valencia y Castellón y resalta gastos como el Ágora.
Las cuatro valoraciones tienen un punto en común: la responsabilidad del PP, que, tras 20 años de gobierno con mayorías absolutas en les Corts, abandonó el Gobierno a mitad de el año que se examina. Este cambio motiva que Ciudadanos atribuya parte de la responsabilidad al Gobierno del Botánico, que “está cayendo en los mismos errores” que el PP. El diputado de Ciudadanos, Tony Woodward, se ha referido así a las modificaciones presupuestarias, en concreto a la inclusión de los 1.300 millones de euros en los que se cifra la infrafinanciación autonómica en la partida de ingresos.
Por su parte, desde el PP cargan contra el bando contrario. Rubén Ibáñez, portavoz de economía de la formación, carga directamente contra Ximo Puig y Mónica Oltra, presidente y vicepresidenta de la Generalitat y asegura que su gobierno tiene “más de 150.000 facturas en el cajón” y es el “gobierno del abandono”. Asimismo, critican que el Ejecutivo haya incrementado la partida de gastos corrientes para “crear consellerias y altos cargos mientras mete en el cajón los derechos de los valencianos”.
