El grupo agroalimentario Roquette optimiza el consumo de energía en la transformación de maíz
El grupo alimentario Roquette, dedicado a ingredientes vegetales, ha desarrollado una herramienta que optimiza el consumo de energía en el proceso de transformación del maíz, lo que implica una reducción de costes y de impacto ambiental.
Con esta herramienta que utiliza algoritmos, la filial española, con sede en la localidad valenciana de Benifaió, ha registrado un consumo energético mínimo en 2019, después de reducirlo en un 40 % en los últimos 15 años, reducir el consumo de agua en un 30 % y evitar la emisión de 200.000 toneladas de CO2 en diez años, según informa en un comunicado.
El grupo agroalimentario ha presentado su informe de actividad y desarrollo sostenible donde destaca la apuesta del grupo por el desarrollo, junto con sus clientes, de productos saludables.
En España, el año pasado alcanzó una producción de 491.000 toneladas de maíz triturado y una facturación de 239 millones de euros, un 7 % más que en 2018.
Según ha explicado el director financiero de Roquette España, José Álvarez, se ha desarrollado un sistema que permite ajustar en continuo la configuración de producción y consumo energético, trabajando siempre en el punto óptimo, y con la que se ha reducido el impacto ambiental y los costes.
La sede de Benifaió cuenta con una instalación de 70.000 metros cuadrados, que le ha permitido producir 491.000 toneladas de maíz en 2019, un 5 % más que el año anterior, con un 20 % de ventas destinado a exportación.
En los últimos diez años la empresa ha incrementado su producción un 40 %, gracias a la ampliación de su capacidad de secado y triturado.
Actualmente, con este proceso de conversión del maíz, no transgénico y 100 % natural, en componentes naturales (almidones nativos, almidones modificados, hidrolizados, jarabe de glucosa…) se fabrican gran variedad de productos finales, para servir los sectores de alimentación, cosmética, farmacia y papel y cartón.
Como actividad esencial, desde el estado de alarma la fábrica de Roquette en Benifaió no ha parado su actividad, garantizando de este modo el suministro a otros sectores básicos como alimentación y farmacia.
Junto a la optimización de recursos energéticos, la filial ha presentado las iniciativas que ha llevado a cabo para minimizar el impacto ambiental así como las colaboraciones con asociaciones locales para mejorar el bienestar del entorno.
Así, en 2019 desde Roquette se realizó una campaña de reciclaje, que permitió reciclar 13,2 toneladas de plástico y 23 de papel, y apuesta por el consumo eficiente del agua con una planta de potabilización y tratamiento en la que ha invertido cerca de 10 millones de euros, y que elimina casi el 100 % de la polución de las aguas tratadas.
También promueve acciones de voluntariado, como la colaboración con el Parque Natural de la Albufera, y la plantación de árboles con WWF en zonas devastadas por incendios en la provincia de Valencia.
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