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Un 'súperjuez' francés investigó hace cuatro años una empresa en Luxemburgo que la sobrina de Paesa usó en la trama de Zaplana

El juez francés Renaud Van Ruymbeke.

Lucas Marco

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El juez Renaud Van Ruymbeke (Neuilly-sur-Seine, 1952) es uno de los magistrados más conocidos de Francia. Hijo de resistentes a la ocupación nazi, Van Ruymbeke ha sido uno de los jueces que ha investigado los casos de corrupción más sonados de Francia desde la década de 1980. Este súperjuez, hoy en día jubilado tras una larga carrera, ha instruido affaires tan conocidos en el país vecino como el de Clearstream 2, el caso Karachi de venta de armas o el caso Cahuzac que acabó con una condena por fraude y blanqueo del exministro Jérôme Cahuzac, entre muchos otros.

“En los casos [de corrupción] con una dimensión internacional, sufrimos la omertá”, dijo en una entrevista en Le Monde. Van Ruymbeke, enemigo declarado de los paraísos fiscales, considera que “permiten a aquellos que tienen más medios camuflar su dinero y sustraerse del esfuerzo colectivo”, según afirma en France Inter. ¿Cómo y dónde llega a aparecer el nombre del súperjuez galo en el caso Erial? Como no podía ser de otra manera, en un paraíso fiscal llamado Luxemburgo.

El 13 de octubre de 2015, las autoridades judiciales francesas, por orden del famoso juez, registraron el despacho en Luxemburgo de Beatriz García Paesa buscando la documentación sobre la sociedad Alza Imo Invest SA, entre otras empresas a nombre de la sobrina del famoso espía implicado en el caso Roldán. Por aquel entonces, Van Ruymbeke era vicepresidente primero del Tribunal de Gran Instancia de París.

La instructora del caso Erial, Isabel Rodríguez, y el fiscal anticorrupción Pablo Ponce seguían la pista precisamente de esa empresa, relacionada supuestamente con el exjefe de gabinete de Zaplana Juan Francisco García. El despacho de Beatriz García Paesa, en el Bulevar Royal número 5 de Luxemburgo, fue registrado el 8 de enero de 2019 en presencia de las autoridades españolas y de sus abogados, François Prum y Aurore Merz-Spet.

Los documentos originales de la sociedad Alza Imo Invest SA, según el informe de la policía judicial luxemburguesa en respuesta a la comisión rogatoria española, obran en manos de la justicia francesa. Así, señala la policía judicial de Luxemburgo, “en caso de necesidad, las autoridades españolas podrían pedir una comisión rogatoria” ante las autoridades francesas.

Aun así, la policía judicial luxemburguesa localizó una cuenta corriente de la sociedad en la entidad ING Luxembourg (abierta y cerrada en 2007) y rescató 388 ficheros vinculados a Alza Imo Invest SA, dos extractos del Banco Sabadell y un e-mail del abogado malagueño Christian López Mata, así como copias de pasaportes de ciudadanos que nada tienen que ver, aparentemente, con el caso Erial.

En su declaración ante la jueza instructora, Beatriz García Paesa explicó un entuerto que afectaba al exjefe de gabinete de Zaplana. Uno de los clientes de la sobrina del espía Paesa (supuestamente “llamado Sedik”) pretendía comprar un apartamento en Marbella valorado en un millón de euros, por lo que la abogada española le recomendó constituir una sociedad (Alza Imo Invest SA). El problema surgió, siempre según García Paesa, porque la cuenta que tenía su cliente en Luxemburgo “se la cerraron”.

Así, la abogada usó la cuenta de Fenix Investments (una de las principales sociedades usadas por la trama Erial para esconder sus fondos en el extranjero) para hacer los pagos comprometidos por el otro cliente y adquirir así la lujosa vivienda marbellí. Por ello, la abogada española “puso las acciones de la sociedad Alza Imo Invest a nombre de Fenix Investment”, aunque (y aquí aparece la banda de Zaplana) los documentos bancarios de la operación “están firmados por Juan Francisco García”, investigado en el caso Erial.

La sobrina de Paesa explicó a la jueza que la operación supuso un beneficio en intereses de 12.000 euros y que Alza Imo Invest “devolvió inmediatamente” el dinero prestado y las acciones. “Este tipo de operación era habitual y no necesariamente se lo tuvo que comunicar a Juan Francisco García”, indica la declaración de Beatriz García Paesa (los documentos bancarios sí que aparecen firmados por el exjefe de gabinete de Zaplana).

El sumario del caso Erial incluye el contrato de compraventa de la vivienda en la lujosa urbanización La Alzambra de Puerto Banús (Marbella), firmado el 22 de enero de 2008. El cliente de García Paesa (al que solo identifica como “Sedik”) no aparece por ningún lado; en su lugar figura la sociedad Alza Imo Invest, representada por el abogado Federico Cannizzaro di Belmontino, estrecho colaborador de la sobrina de Paesa y condenado a cuatro años de prisión por la justicia italiana por fraude fiscal, tal como informó este diario.

Como contraparte figura un representante de la constructora Eurobuilding 2002 SL, que es propiedad, a través de la sociedad Codesa 88 SL, del empresario Francisco Zambrana, detenido en la tercera fase de la Operación Malaya contra la corrupción en Marbella. Acusado de un presunto delito de cohecho, Zambrana fue finalmente absuelto en el juicio.

Es el efecto mariposa propio de algunos casos de corrupción. En 2008, la sobrina de Paesa juguetea con sus sociedades y cuentas luxemburguesas para la operación en Marbella, en 2015 un súperjuez francés ordena un registro en su despacho en busca de esa sociedad y cuatro años después le toca a la magistrada española.

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