La Generalitat celebra 40 años de autogobierno reclamando la descentralización del Estado

El Gobierno valenciano quiere recuperar el espíritu de consenso que posibilitó la redacción del Estatut d'Autonomia, la norma de autogobierno valenciano que cumple el próximo mes 40 años. El Ejecutivo autonómico centra la conmemoración de la aprobación de la carta legislativa en la búsqueda de un clima de participación pública en la política y en la defensa de un Estado más descentralizado, equitativo y federalista, considerando esta horizontalidad una palanca para los derechos sociales.

Las competencias que se asumieron con el autogobierno son hoy los pilares del Estado de Bienestar, apuntaba la consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo, en el primero de los actos que marcan el 40 aniversario. En el Palau de les Comunicacions, antigua sede de Correos en València, los miembros del Consell han revindicado la recuperación del derecho civil propio, unas infraestructuras que vertebren el territorio, el Corredor Mediterráneo y la reforma del sistema de financiación autonómica; cuatro ejes cruciales para avanzar en autonomía legislativa que dependen del Gobierno central. “El autogobierno es un esfuerzo permanente”, recalcaba la titular de Participación, que ha recordado la movilización social para recuperar la democracia tras el franquismo y aprobar la norma autonómica.

En una línea similar se manifestaba Joan Lerma, primer presidente de la Generalitat Valenciana con el Estatut, que ha querido desterrar una visión idílica de la transición y del clima en el que se consiguió la norma. “De ser una de las primeras autonomías en reivindicarse, pasamos a ser el noveno estatuto que se aprobó”, ha señalado, recordando la oposición al reconocimiento como nacionalidad histórica y las negociaciones de 'la vía valenciana'. El expresidente socialista ha reclamado a los representantes políticos “no repetir los errores” en la tramitación del Estatut, haciendo referencia a la “confrontación”, que retrasó la norma. Con todo, ha reivindicado, las negociaciones permitieron acceder al máximo grado de autonomía posible.

Joan Sifre, comisionado para el aniversario en reconocimiento a su labor sindical, ha apelado a la necesidad de “implicar a toda la ciudadanía en un Estatuto que es suyo” y a trabajar por “fer país”: “Conocer el territorio, la gente y las costumbres” y tomar “el compromiso moral de asumir la voz de un pueblo”, en alusión a los versos de Estellés.

Los dirigentes del Gobierno Valenciano han reivindicado un modelo de Estado más federal y descentralizado que posibilite el desarrollo del autogobierno. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha insistido en la agenda federal que presentó el pasado lunes, bajo el lema de “la España polifónica” y en superar los centralismos “ineficientes”. El dirigente apunta que del Estatut emana “la obligación de respetar identidades diversas, eliminar agravios territoriales y superar los centralismos”. Así, ha llamado a “hacer país” reivindicando una “España de Españas, más justa e integradora con las diversidades” y a trabajar por la igualdad y la sostenibilidad.

La primera de las celebraciones del 40 aniversario ha analizado con varios vídeos el pasado y el futuro de la norma valenciana. La mirada hacia atrás recuerda el esfuerzo y el empuje social para consensuar el texto del autogobierno; la mirada hacia delante quiere dibujar un horizonte de oportunidades, diverso e igualitario. Pese a la llamada a la unidad y al consenso, los representantes de la derecha parlamentaria no han querido asistir al acto, aduciendo que el lema, “fent país” es una defensa del independentismo. Sin mención explícita, el presidente apuntaba: “O caminamos juntos o nos perderemos por el camino”.

La vía valenciana

En 1978, año en el que se aprueba y ratifica la Constitución Española, la Comunitat Valenciana ya tenía reconocida la preautonomía y pudo constituir el Consell Preautonómico, aprobada por el Consejo de Ministros, pero tardó cuatro años en tener la carta de autogobierno y constituir la Generalitat Valenciana. La iniciativa autonómica arrancó en 1978 y se topó con numerosos obstáculos políticos para su aprobación hasta 1982, como la aplicación retroactiva de los requisitos adicionales de Ley Orgánica Reguladora del Referéndum y los Acuerdos Autonómicos de 1981, que no permitieron al Consell seguir la vía del artículo 151 de la Constitución. Esta vía es conocida como la vía rápida, que permitía mayor nivel de autogobierno y fue ejercida por País Vasco, Cataluña, Galicia y Andalucía. Las negociaciones posteriores dieron lugar a la conocida como “vía valenciana de acceso a la autonomía”; esto es, la aprobación del Estatuto de Autonomía por la vía del artículo 143 de la Constitución y la tramitación simultanea de una Ley Orgánica que transfería competencias estatales a la comunidad autónoma para equipararla a las que sí habían accedido a la autonomía por la vía del artículo 151.