Los presupuestos de 2022 blindan el gasto social de la pandemia y aprovechan los fondos europeos para potenciar la política económica

Tras unas semanas de intensa negociación política, el Gobierno valenciano ha aprobado este miércoles el proyecto de Presupuestos para 2022. Las cuentas, ya en manos de las Corts Valencianes para su estudio, debate y enmienda, prevén una inversión récord en políticas sociales para blindar el refuerzo de los servicios públicos incrementado durante la pandemia. El Ejecutivo del Pacto del Botánico invertirá 17.300 millones de euros en Educación, Sanidad, Servicios Sociales y Vivienda y mantendrá el aumento de personal del año 2021, en unas cuentas que buscan consolidar la recuperación económica, social y anímica de la población tras la crisis sanitaria, con visos a estabilizarse.

Las consellerias equivalentes a los pilares del modelo del Estado de Bienestar registran aumentos en todas sus partidas. Sanidad es el departamento con mayor presupuesto en términos absolutos, con 7.837 millones de euros, de los que la mitad son gastos en personal del sistema de salud público; el plan de infraestructuras duplica su inversión y se crea una línea de refuerzo para la Salud Mental, y se crea una línea para el cumplimiento del plan de salud mental. En Igualdad y Políticas Inclusivas el presupuesto global crece hasta los 2.198,9 millones de euros, un 14% más, de los que casi una cuarta parte (430 millones de euros) se destinan a la atención al sistema de dependencia y 207 millones de euros para personal que presta servicio. En Educación, se incrementa la dotación en un 7,6% hasta los 5.202,7 millones de euros, de los que 425 millones de euros irán destinados a infraestructuras y 61 al programa de libros de texto gratuitos. El 42% del gasto en personal del Gobierno valenciano se destina a Educación y el 46% a Sanidad.

La Conselleria de Vivienda es la que más crece en términos porcentuales gracias a la financiación europea. Lo que hace dos años era una dirección general en Infraestructuras contará en 2022 con 357,6 millones de euros, un 72,5% más que en el último año. De los fondos europeos, la también Vicepresidencia Segunda del Consell tendrá que destinar 55 millones de euros a la construcción de viviendas de alquiler asequible y otros 100 a actuaciones de regeneración urbana para el fomento de la eficiencia energética.

Estas serán las primeras cuentas públicas que incorporan la participación pública, que ha distribuido 101 millones de euros a proyectos por votación popular. Son también las primeras que incorporan los fondos europeos de recuperación -los Next Generation-, aunque durante el presente ejercicio el Gobierno ha gestionado más de 600 millones de euros de los llamados Fondos React-EU. Las arcas públicas contarán con 1.795,35 millones de euros de fondos europeos a través de distintas vías: 652,95 millones de euros procederán de React-EU; 250,90 millones del Marco Financiero Plurianual (MFP) y 891,5 millones del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que distribuye el Gobierno central.

Los fondos europeos permiten al Gobierno valenciano liberar recursos, pero también suponen reordenar prioridades. Los recursos económicos van ligados a proyectos concretos con una supervisión estricta, por lo que los bienes no pueden destinarse a cualquier función y no resuelven la infrafinanciación autonómica ni reducen la deuda pública. Pero sí cumplen otra función relevante: comienzan a paliar la falta de inversión en política industrial, innovación y cambio de modelo productivo, el resultado de un presupuesto ajustado que apenas da para pagar las facturas y al personal de la administración. Así, las llamadas “conselleries productivas”, aquellas destinadas a impulsar el tejido productivo autonómico, experimentan un crecimiento de 629 millones de euros, llegando a un total de 3.557,2 millones de euros para pisar el acelerador.

El capítulo de personal de la administración pública registra un aumento considerable. De un lado, hay que mantener los contratos de refuerzo en centros de salud, hospitales, centros de servicios sociales y dependencia y los centros educativos. De otro, la gestión de los fondos europeos requiere de un refuerzo de los funcionarios para tramitar los proyectos, una cuestión que ya se ha solventado con la normativa. Cada conselleria contará con el llamado “servicio 99”, una fórmula para hacer seguimiento y control de estas partidas y rendir cuentas a Bruselas.

El Ejecutivo autonómico ha hecho crecer el total del gasto año tras año para tratar de equipararlo a la media española. El modelo de reparto de los recursos del Estado, caduco desde 2014, sitúa a la Comunitat Valenciana a la cola de recursos per cápita, lo que llevaba de la mano estar a la cola de gasto social. Es decir, en Sanidad, Educación, Servicios Sociales o Vivienda. Un déficit que el Gobierno ha tratado de paliar y que en estas cuentas sigue la misma senda. “El Consell ha reorientado sus prioridades para mantener el gasto social reforzado y destinar gran parte de los nuevos ingresos a políticas de desarrollo regional, económicas y de inversión”, indica el comunicado distribuido a los medios, una declaración de intenciones sobre las cuentas públicas. Algunos integrantes del Consell restan importancia a las trompetas del Apocalipsis que otros han escuchado en algún momento de la discusión. Los presupuestos de la Generalitat Valenciana para 2022 ya se han entregado al Parlamento autonómico y, según el calendario, se aprobarán “en tiempo y forma” el 22 de diciembre.