La rehabilitación integral del Palau de la Música de València reducirá a casi la mitad el consumo energético
“Cuando acabe la obra de adecuación del Palau de la Música de València, que supone la mayor intervención de la historia del edificio desde su construcción en 1988, tendremos en la ciudad unas instalaciones seguras, una mejor acústica, mayor calidad técnica y un edificio sostenible”.
La concejala de Gestión de Recursos, Luisa Notario, ha presentado con estas palabras el proyecto básico de ejecución y dirección de obra para la adecuación del Palau de la Música, que mejorará la sostenibilidad del inmueble y que “recupera la esencia del Palau original”, ha destacado la concejala.
Tal como ha señalado Luisa Notario este lunes, “la intervención planteada para el Palau se centra en varios ejes principales: las mejoras estructurales en los techos de las dos salas afectadas, la reparación integral de la fachada del edificio, la actuación sobre las humedades de la sala de exposiciones, y una intervención para mejorar la acústica. Asimismo se mejorará la eficiencia energética general del edificio”.
Notario ha afirmado que el proyecto se pone en marcha “desde la máxima responsabilidad, para hacer una intervención integral, no solo para actuar sobre las salas afectadas en su momento, sino para enmendar todas las deficiencias del edificio, que era el objetivo fundamental: aprovechar que el Palau iba a estar cerrado para solucionar todas las carencias detectadas”.
Como se recordará, en junio de 2019 se produjo el desprendimiento de los reflectores acústicos de la sala de conciertos Mestre Rodrigo, lo que obligó a tomar una serie de medidas para garantizar la seguridad de las personas usuarias, y revisar la eficiencia de las instalaciones. Tras estudiar el estado de los revestimientos acústicos, se decidió realizar una intervención integral en el edificio.
Tal como ha recordado la concejala, a pesar de la voluntad del equipo de gobierno de acelerar las obras, el proceso de licitación se ha retrasado más de 8 meses por distintas paralizaciones ajenas al Ayuntamiento (recurso presentado por el Colegio Oficial de Arquitectos-CV en enero de 2020 y desestimado por el TACRC en marzo, la suspensión del plazos administrativos por la declaración del estado de alarma, y el recurso de la UTE Tabicas Pedrosa que el TACRC desestimó cinco meses después).
El proyecto que ha presentado esta mañana la concejala Notario “va dirigido a preservar y recuperar, en la medida de lo posible, la idea del proyecto original redactado en 1984 por el arquitecto José María García de Paredes”. Para ello, se va a actuar en distintos ejes: la cúpula de vidrio, la fachada exterior, la climatización, los reflectores acústicos, las butacas y las filtraciones de agua de la sala de exposiciones.
Respecto a la fachada, en la construcción original se utilizó una piedra marina (Bautizo Gris), con dos acabados (granallatge en el zócalo y tosquejat en las partes más altas), pero se ha deteriorado una amplia superficie con pequeños desprendimientos en evolución, por lo que se procederá a la sustitución completa del aplacado.
Y en cuanto a la cubierta vidriada, el proyecto prevé recuperar la imagen original del vestíbulo, eliminando la “tapeta” blanca exterior de aluminio sita en las juntas entre vidrios, que no estaba en el proyecto inicial: se mantendrá la estructura de acero y los perfiles de aluminio originales del muro cortina, pero utilizando un sistema de sujeción por “clipado” en el perfil de la cámara.
La estanqueidad se resolverá con un sellado de silicona estructural para recuperar la apariencia inicial desde el exterior de vidrios unidos sin carpintería aparente.
El segundo objetivo en la fachada es mejorar la eficiencia energética, dado que el Palau es un edificio de alto consumo energético. Se sustituirán los vidrios actuales por otros con mejores prestaciones energéticas (vidrios de bajas emisiones, extraclaros y con protección solar) lo que permitirá reducir el consumo de energía para climatización entre el 40 y el 50%. Hay que tener en cuenta, ha subrayado Notario, que el consumo energético anual ronda los 300.000 euros.
Se recuperarán los paneles móviles originales de la Sala Iturbi
El proyecto incluye también la sustitución de los reflectores acústicos y falsos techos, que tendrán los mismos acabados de madera que hay ahora, pero con tableros de base menos sensibles a la humedad. Para lograr que el comportamiento sea óptimo para los conciertos de orquesta en la Sala Iturbi y de música de cámara en Joaquín Rodrigo, desde el Departamento de Física Aplicada de la UPV se han obtenido los parámetros acústicos de ambas salas y se han escaneado en tres dimensiones para poder reproducir la geometría de los techos con exactitud.
El proyecto incluye también volver a poner en marcha los paneles móviles de los laterales de la Sala Iturbi, que se incorporaron en los primeros años de uso del edificio para regular el nivel de absorción y el tiempo de reverberación, y que hace muchos años que no se utilizan. Con la reutilización de estos paneles, el comportamiento acústico de la sala se asemejará en la situación de ensayos (sala vacía) y conciertos (sala llena), y facilitará el trabajo diario de la orquesta. También se conseguirán mejores condiciones para música de cámara.
En cuanto a las butacas, después de hacer un riguroso estudio del comportamiento acústico, ignífugo y ergonómico de éstas, se ha decidido mantenerlas, pero desmontarlas para permitir los cambios en el sistema de impulsión del aire acondicionado y reponerlas después, previa limpieza, una vez acabadas las obras.
De hecho, uno de los elementos que mejorará la sostenibilidad global del edificio y la eficiencia energética es el nuevo sistema de impulsión de aire acondicionado, que evitará las condensaciones que hasta ahora se producían en el falso techo “y que con seguridad han contribuido al deterioro de los tableros que lo forman y su desprendimiento”, ha señalado la concejala. Por ello, se invertirá el sistema actual de difusión de aire para impulsar el aire acondicionado por tierra, por debajo de las butacas, y recoger el de retorno por los falsos techos. También se van a sustituir los climatizadores de las salas Iturbi y Rodrigo.
Otra de las actuaciones que ha detallado la concejala, afecta al sistema de detección y protección contraincendios, que va a ser actualizado y adecuado a la normativa vigente. De hecho, todas las instalaciones del edificio van a ser integradas en un único sistema de gestión y domótica (seguridad, protección de incendios, accesos…)
Finalmente, el proyecto incluye la reparación de las filtraciones de agua a la Sala de Exposiciones, actualmente cerrada, a causa de las humedades, y la supresión del escalón a la entrada al vestíbulo desde el río para mejorar la accesibilidad.
La concejala Luisa Notario ha explicado que, dado que la dimensión económica de este proyecto implica un contrato sujeto a regulación armonizada (que supone unos plazos más largos), se prevé que la adjudicación de la obra podría darse al final del primer semestre de 2022.
El plazo de ejecución se calcula en 18 meses, pero esta previsión no contempla posibles cuestiones ajenas al procedimiento que pueden interferir (recursos, bajas anormales o enmiendas de documentos, entre otros) que alargarían el plazo. Asimismo, la delegada de Gestión de Recursos ha señalado que el presupuesto de licitación definitivo “vendrá determinado de la obtención de los resultados de los sondeos y ensayos que se están realizando actualmente”.
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