Ábalos no es Willy Brandt

La ruptura con el PSOE tiene impacto en el socialismo valenciano

El exministro se aferra al escaño de diputado a costa de su carnet socialista

Las comparaciones son odiosas y a veces desmesuradas. En la memoria histórica de la socialdemocracia europea hay un episodio de referencia protagonizado por uno de los grandes políticos de la segunda mitad del siglo XX, el canciller de la República Federal Alemana Willy Brandt, que dimitió de su cargo en mayo de 1974 al hacerse público que uno de sus asistentes resultaba ser un espía de la Alemania del Este. Sin culpabilidad ni implicación alguna, solo por responsabilidad política, dejó su cargo.

José Luis Ábalos, veterano militante del PSOE, ha optado por no imitar a Brandt. O tal vez sí, solo hipotéticamente, porque aquel continuó en el Bundestag y siguió de presidente del SPD. y Ábalos se ha aferrado a su escaño de diputado en el Congreso tras asegurar que hubiera dimitido de ministro si se hubiese sabido, cuando lo era, que alguien de su máxima confianza, como Koldo García Izaguirre, está implicado en una trama de cobro de mordidas en las adquisiones de mascarillas realizadas por procedimiento de emergencia en plena pandemia de la Covid-19.

Claro que, a Ábalos, su propio partido le ha reclamado que dejara el escaño y él ha optado por desobedecer con el argumento de que su marcha sería como un reconocimiento de culpabilidad. El escándalo causado por todo este episodio, que el PP ha empezado a usar como arma arrojadiza contra Pedro Sánchez y su Gobierno, tendrá un recorrido judicial que apenas ha comenzado y efectos inmediatos sobre el socialismo valenciano, del que procede un dirigente ya histórico como Ábalos.

El expresidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig se ha pronunciado en términos inequívocos sobre la situación del exministro de Transportes y exsecretario federal de Organización del PSOE, que fue hombre de confianza de Pedro Sánchez. Recién nombrado embajador de España ante la OCDE, Puig declaró: “Creo que ha sido engañado, pero la política a veces no es eso que diríamos justa”. E invitó a Ábalos a “tomar decisiones”  porque “es verdad que al final hay un hilo conductor que es el que es”. Tras quedar claro que no le había hecho caso, fue más contundente y dijo que, cuando Ábalos dirigía Ferraz, en estas mismas circunstancias, también habría exigido el escaño.

Puig ya no está al frente de los socialistas valencianos. Su candidata y la de Pedro Sánchez, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, es ya la nueva secretaria general del PSPV, que celebrará su congreso los días 22, 23 y 24 de marzo en Benicàssim. Aunque los partidarios de Ábalos han criticado la decisión de la dirección del PSOE de apartarlo y han defendido su inocencia, el hecho es que su marcha trastoca los equilibrios internos y facilita a Morant la conformación de una ejecutiva en la que pueda integrar a los diferentes sectores de un partido en el que, tal como explicaba un miembro de la actual dirección, “ahora el abalismo no existe”.

La tragedia extiende la sospecha sobre los edificios de la burbuja inmobiliaria

La huella del fuego en Nou Campanar es alargada

La tragedia de Nou Campanar, en València, ha dejado una huella alargada. Tras el impacto del incendio que se cobró 10 vidas y dejó a cerca de 400 personas con lo puesto, se supo que a poca distancia de ese edificio, ya en término de Mislata, la misma empresa promotora con la misma firma constructora y el mismo arquitecto, había levantado otro edifficio con los mismos materiales, cuyos vecinos confesaban a este diario: “Tenemos más miedo que nunca”.

En medio de la consternación ante el duro golpe del incendio ya apuntaron los afectados: “Vamos a intenar estar todos a una”. Lo necesitarán, no solo para recuperarse material y anímicamente. La determinación de las causas del siniestro y de la rapidez con la que el fuego se propagó por una fachada del edificio recubierta de material inflabamable llevará un tiempo, pero los expertos coinciden en que las conclusiones de la investigación afectarán a un número de inmuebles aún por determinar construidos en la misma época que el de Campanar.

El incendio del edificio en València ha puesto bajo el foco las construcciones de la burbuja inmobiliaria. De hecho, la zona de Nou Campanar es un ejemplo de barrio surgido de esa burbuja. Y tanto la empresa promotora como la constructora del edificio incendiado responden al perfil de lo que supuso aquella época. La promotora Fbex pasó de ingresar 410 millones a quebrar en menos de un lustro con el pinchazo de la burbuja. La constructora Uicesa dejó 300 millones de deuda tras ese pinchazo.

Aunque estamos hablando de “privilegiadas viviendas”, tal como las publicitaban sus promotores y reflejaban los altos precios que costaban en la primera década del siglo XXI, entre los técnicos se instala la idea de que la investigación de este incendio probablemente conducirá a un episodio similar al que supuso la aluminosis, enfermedad de un hormigón usado en otra época de auge inmobiliario, en los años setenta del siglo pasado, que obligó a derribos, reparaciones y ayudas públicas en inmuebles menos lujosos durante bastante tiempo. 

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