La hoy candidata del PP en València regularizó en 2015 la VIU, poco antes de las elecciones perdidas por su partido

La Universidad Internacional de València (VIU), creada por el Consell de Francisco Camps funcionó de forma irregular desde su creación al carecer de personalidad jurídica y, por tanto, de la independencia en la toma de decisiones y en la gestión como cualquier otra universidad. Como informó elDiario.es, este papel lo desempeñaba el patronato de la Fundación VIU, órgano que se creó para constituirla, una situación que arroja muchas dudas legales, tal y como remarcan diversos informes de los órganos oficiales de control de la Generalitat Valenciana, entre ellos un informe de la Abogacía de la Generalitat de 2 de octubre de 2013, es decir, a escasas semanas de la creación de la sociedad limitada para la venta del 70% de las participaciones a Planeta pilotada por la entonces presidenta de la Fundación y consellera de Educación, María José Catalá, ahora candidata a la alcaldía de València.

“Aun cuando han transcurrido varios años desde su reconocimiento, la VIU se encuentra en una situación irregular, debiendo tener, por imperio de la ley, personalidad jurídica propia y diferenciada de la Fundación VIU. Queda pendiente la determinación –y formalización– del tipo de persona jurídica concreta de la VIU”, dice el mencionado documento al que ha tenido acceso elDiario.es.

Además, otro informe jurídico solicitado por el entonces rector, ahora candidato de Vox a la alcaldía de València, Juan Manuel Badenas, en julio de 2013, al abogado Alfredo García-Petit Barrachina, afirma que debido al motivo expuesto por los abogados de la Generalitat los acuerdos tomados por la Fundación pueden ser “nulos de pleno derecho”.

Para solucionar esta eventualidad que se venía advirtiendo por la Abogacía y la Intervención General de forma periódica, había dos opciones. Dotar de personalidad jurídica a la propia VIU y crear por tanto una universidad pública e independiente como es, por ejemplo, la Universitat de València, o proceder a privatizarla mediante la creación de una sociedad limitada (SL) a la que se traspasaran sus activos.

Finalmente Català, como consellera de Educación, optó por esta vía. Sin embargo, una vez creada la empresa, había que regularizar su situación mediante la aprobación de unas normas de organización y funcionamiento que le dieran cobertura legal, algo que no solo no se hizo en el momento de la venta sino que se dejó hasta casi dos años después.

La regularización, de hecho, se aprobó a escasos días de las elecciones autonómicas en las que el PP perdió el poder en 2015, mediante un acuerdo del Consell de 15 de mayo publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) el 18 de mayo de 2015. Planeta, que había comprado el 70% de la VIU, lo había solicitado un año antes.

Según el documento firmado por Catalá y por el entonces presidente del Gobierno valenciano, Alberto Fabra, “mediante acuerdo de 11 de octubre de 2013, el Consell autorizó a la Fundación de la Comunitat Valenciana Universitat Internacional de Valencia (FVIU) para la constitución de una sociedad limitada para dotar de forma jurídica la personalidad propia de la Universitat Internacional Valenciana (VIU), así como para que, una vez constituida como sociedad limitada, procediera a la venta de sus participaciones en dicha sociedad hasta un máximo del 70% de las mismas”.

En fecha 14 de noviembre de 2013 se constituyó la nueva sociedad limitada unipersonal Universitat Internacional Valenciana-Valencian Intenational University, SL, que pasa a ser la nueva entidad titular de la Universitat Internacional Valenciana (VIU): “Este cambio de titularidad de la Universidad es el que motiva la aprobación de unas nuevas Normas de Organización y Funcionamieno de esta”, dice la resolución.

La Universitat Internacional Valenciana-Valencian Internacional University, SL, entidad titular de la Universitat Internacional Valenciana (VIU), ha solicitado “la aprobación de las nuevas Normas de organización y funcionamiento de la Universidad, al amparo de lo dispuesto en el artículo 6, apartados 2 y 5, de la Ley Orgánica 6/2001, de 2 de diciembre, de Universidades, aprobadas por la entidad titular de la Universidad con fecha 26 de marzo de 2014”.

La aprobación se produjo 10 días antes de las elecciones del 26 de mayo de 2015, en las que el PP perdió la mayoría para gobernar en la Generalitat Valenciana. Como ha venido informando este diario, Catalá vendió el 70% de la VIU por cuatro millones de euros tras haber invertido el Consell desde su creación 34 millones de euros y su valor se multiplicó a los pocos días de seleccionar la oferta del grupo Planeta Planeta tras aprobar la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Acreditación (Aneca) nuevas titulaciones.

Tan solo dos años después de dejar la conselleria, tal y como marca la ley de incompatibilidades, la ahora portavoz municipal del PP y candidata a la alcaldía de València empezó a dar clases como profesora de la VIU sin que haya querido decir públicamente su sueldo, más allá de remitirse a lo que este medio publicó sobre lo que cobra un profesor de la universidad con sus mismas horas de docencia, esto es, 7.300 euros al año.

El Gobierno del Botánico renueva las normas y amplía las funciones de la VIU

La resolución de las normas de Organización y Funcionamiento aprobada por Catalá y Fabra tenía cinco años de vigencia, en concreto, caducaba el 5 de noviembre de 2020.

Así, por decreto del Consell presidido por Ximo Puig y a propuesta de la entonces consellera de Universidades, Carolina Pascual, el 30 de octubre de 2020 el Gobierno del Pacto del Botánico aprobó unas nuevas normas de organización y funcionamiento de la Universitat Internacional Valenciana (VIU) que además dan cobertura legal a las diferentes facultades en las que se estructura.

Con las normas aprobadas en 2015 se estructuró en un centro docente único. Por este motivo, según la resolución, “mediante el Decreto 190/2019, de 13 de septiembre, del Consell, de creación de facultades en la Universitat Internacional Valenciana, se reconoció la creación de la Facultad de Ciencias de la Educación, de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la Facultad de Artes, Humanidades y Comunicación, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y de la Escuela Superior de Ingeniería, Ciencia y Tecnología”.

A partir de este reconocimiento, “del crecimiento experimentado de la Universidad y que han transcurrido más de tres años desde la aprobación de las Normas de organización y funcionamiento de la Universitat Internacional Valenciana en el 2015, se ha considerado necesario adaptarlas a la creación de las nuevas facultades y la Escuela Superior, para el buen desempeño de sus funciones e incluir nuevos órganos unipersonales y colegiados, creando otras estructuras, centros o facultades para el perfecto desempeño de sus funciones”, recoge el texto publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana.