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Controversia racial y humor pandémico: así fueron los Globos de Oro 2021

Taylor Simone Ledward Boseman, viuda de Chadwick Boseman, recoge el premio al actor en una gala marcada por la polémica racial

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A pesar de sus 78 años de historia, pocas galas más extrañas que la de 2021 habrán vivido los Globos de Oro. En parte por las dificultades técnicas que entrañaba el evento, celebrado en directo en NBC pero también online debido a las restricciones sanitarias, y en parte por el difícil momento que atraviesa la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, acusada de racismo y corrupción.

La gala, presentada en formato híbrido por Amy Poehler y Tina Fey, se celebró al mismo tiempo en dos lugares distintos de Estados Unidos: Poehler estaba en el Beverly Hilton de Los Ángeles y Fey en el Rockefeller Center de Nueva York. Y al mismo tiempo recibía conexiones en directo de los ganadores y nominados, que se conectaban a través de videollamadas desde sus hogares. Imitando así un formato que se viene trabajando en otros premios como los Emmy o los Latin Grammy, adaptados a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia: sin alfombra roja, sin fiestas posteriores y sin aglomeraciones.

A las dificultades técnicas se añadió en esta ocasión una polémica que la asociación arrastra desde hace un tiempo. Hace dos semanas un sonado reportaje de Los Angeles Times desvelaba que entre los noventa miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood no se encuentra ni un solo miembro negro.

Las dos presentadoras, Amy Poehler y Tina Fey, vertieron parte de su humor ácido sobre el asunto desde el primer minuto de la gala. “La HFPA como saben está formada por noventa honorables personas blancas y heterosexuales”, ironizó Poehler. A lo que Tina Fey respondió con “y no las tenemos todas porque tres miembros podrían ser fantasmas, y el crítico alemán se rumorea que no es más que una salchicha a la que le han dibujado una cara”.

Globos de Oro so white

El reportaje de Los Angeles Times marcó parte del guion del evento, pues no se limitaba a señalar la ausencia total de miembros negros, también señalaba que la asociación llevaba a cabo políticas monopolistas de la información y buscaba tratos de favor al no permitir nuevas incorporaciones y mantener en “pequeño comité” sus contactos con los estudios de Hollywood.

Es más, también se la acusaba de dejarse seducir por las majors, que habitualmente gustan de pagar los viajes de los miembros de la asociación a los rodajes de películas más tarde nominadas.

La asociación acumula varias polémicas estos últimos años: el año pasado surgieron no pocas voces críticas que señalaron lo injusto de su reglamento, que impide que las películas que optan al premio a mejor película en lengua extranjera no puedan competir en las categorías de mejor drama o comedia.

Y lo mismo ocurre con las películas de animación: entrar en una competición de una categoría concreta anula el porvenir del filme en otras. Un debate que se dio en un año que terminó proclamando como vencedor absoluto a un título surcoreano en Cannes y los Oscar como fue Parásitos, de Bong Joon-ho.

Según Poehler, “hay mucha porquería nominada este año, pero ya sabéis que ocurre con estos premios: dejan pasar muchos trabajos elaborados por personas afroamericanas. Porque como no hay ningún miembro negro en la HFPA, la inclusión no es importante”.

Entre los discursos más destacables se encuentra el de Mark Ruffalo, ganador del premio a Mejor Actor en una miniserie por La innegable verdad de HBO. El actor defendió la diversidad como un valor en los rodajes y en las películas, e intentó ofrecer cierta esperanza a la audiencia, a pesar de la situación. “Toda esta tristeza que hemos vivido es más grande que lo que nos separa, tenemos que mirarnos los unos alos otros, sanar nuestros corazones rotos todos juntos”, decía el actor.

Otro de los momentos emotivos fue en homenaje a Chadwick Boseman, fallecido en 2020 a los 43 años. El actor se llevó de forma póstuma el premio al mejor actor dramático por La madre del blues. Su viuda, Taylor Simone Ledward, aceptó el galardón en su nombre: “Él habría dicho algo hermoso, algo inspirador, algo que amplificaría la pequeña voz que hay en todos nosotros (...) Yo no tengo sus palabras, pero tenemos que aprovechar todos los momentos para celebrar con aquellos que queremos”, dijo entre lágrimas.

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