Ha ocurrido en Basilea (Suiza). De momento, no hay ningún otro lugar del mundo en el que tengamos constancia de que los Pokémon cazan hombres, pero podría tratarse del inicio de la revolución: cuatro Pikachus han aprendido a conducir y ahora recorren las calles del centro de la ciudad suiza lanzando Pokéballs a diestro y siniestro a todo aquel que se encuentre distraído mirando su teléfono.