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El Supremo confirma la rebaja a un año de suspensión de empleo al guardia civil que consumió cocaína estando de servicio en Xàbia

El Puesto Principal de la Guardia Civil en Xàbia.

Lucas Marco

Valencia —

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Un agente de la Guardia Civil que dio positivo en cocaína ha sido sancionado con un año de suspensión de empleo. Así lo ha acordado la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo en una sentencia que confirma una resolución del Ministerio de Defensa que ya rebajó la sanción de cuatro años a un año de suspensión de empleo por una falta muy grave al “prestar servicio bajo los efectos de estupefacientes o sustancias tóxicas o psicotrópicas o el consumo de las mismas durante el servicio”. 

El agente, destinado en el puesto principal de la Guardia Civil de Xàbia (Alicante), estaba de servicio la tarde del miércoles 2 de agosto del 2017 cuando se disponía a comprar comida con su coche fuera del cuartel durante su media hora de descanso. El teniente comandante del puesto, situado en la avenida de los Fueros de la localidad costera, observó que su subordinado tenía “ojos enrojecidos, alteración, voz alta, movimientos de mandíbula y gesticulación”.

El responsable del cuartel ordenó retirarle el arma y solicitó un equipo de atestados para realizar la prueba de detección de consumo de alcohol y drogas. Ante el “estado de nerviosismo y ansiedad” del guardia civil, sus compañeros llamaron al teléfono de emergencias 112 para que acudiera una ambulancia pero cuando llegó “la crisis de ansiedad había remitido”. Otro agente declaró que el guardia sancionado mantuvo una actitud inadecuada con su superior, “dando voces y gesticulando sin encontrarse firme”. La prueba dio negativo en alcohol pero positivo en cocaína. 

El agente confesó ante la instructora del expediente sancionador que aquel día no consumió cocaína sino que fue “tres o cuatro días antes”. Media decena de compañeros declararon como testigos y, finalmente, el director general de la Guardia Civil sancionó con cuatro años de suspensión de empleo al agente y le impuso además no poder solicitar destino en el mismo puesto de Xàbia durante un período de dos años, según la resolución del 15 de noviembre del 2018. 

El agente planteó un recurso de alzada que la ministra de Defensa estimó parcialmente poniendo fin a la vía disciplinaria y rebajando la sanción de cuatro años a un año de suspensión de empleo. La resolución de Defensa considera que la falta cometida por el agente es muy grave “pues consiste en prestar un servicio habiendo consumido cocaína, que hubo de serle retirada el arma debido a su estado de excitación y que, tras someterse voluntariamente a la prueba analítica, el resultado fue positivo en cocaína, debiendo de ser relevado del servicio que prestaba”.   

El guardia civil interpuso un recurso contencioso disciplinario militar contra esta resolución. Sin demasiado éxito. La sentencia de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo del pasado 11 de noviembre confirma la resolución, comparte “la motivación expresada” por la instructora del expediente sancionador y rechaza que vulnerara el derecho del agente a la presunción de inocencia y que no haya prueba de cargo suficiente. El Supremo considera que la resolución del Ministerio de Defensa es proporcional. El agente cumplirá una sanción de un año de suspensión de empleo por trabajar colocado de coca un miércoles de agosto a media tarde.

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