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EXCLUSIVA

Escrivá propone una reforma del reglamento de Extranjería para que 15.000 menores migrantes y jóvenes extutelados no se queden sin papeles

Un menor entre los rescatados en la costa este de Gran Canaria este viernes.

Gabriela Sánchez

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Los menores migrantes que llegan solos a España se chocan con una serie de trabas burocráticas que, en la práctica, empujan a muchos a la irregularidad y la exclusión una vez alcanzada la mayoría de edad. Tras escuchar las propuestas presentadas por entidades especializadas en consulta pública, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones propone rebajar buena parte de los requisitos exigidos a los adolescentes extranjeros tutelados a través de la reducción de los plazos marcados para la obtención de la residencia, la disminución de los requisitos económicos, la ayuda para su acceso al mercado laboral y el aumento de la vigencia de sus permisos de residencia, según el borrador de la reforma del reglamento de Extranjería al que ha accedido elDiario.es. 

Con ello, el departamento dirigido por Escrivá calcula que la reforma, de ser aprobada por el Consejo de Ministros, beneficiará en un corto periodo de tiempo a 8.000 menores migrantes que llegaron solos a España y a alrededor de 7.000 jóvenes extutelados, de entre 18 y 23 años, que podrían acogerse a la nueva normativa de forma retroactiva, según el cálculo de la Secretaría de Estado de Migraciones.

“La falta de documentación de estos menores plantea, en la práctica, importantes dificultades no solo mientras mantienen esta condición sino, especialmente, en el momento en el que cumplen los 18 años y acceden a la mayoría de edad. Estas dificultades inciden de forma negativa en su inclusión e integración en la sociedad”, sostiene el borrador de la reforma propuesta por Migraciones, tras haber recibido las propuestas en consulta pública. A través de la reforma, el ministro José Luis Escrivá pretende facilitar la regularización tanto de los niños migrantes como de los jóvenes extranjeros que fueron tutelados por el Estado.

Trámites en 15 días y no en nueve meses

En primer lugar, las comunidades autónomas deberán iniciar los trámites para la concesión de la tarjeta de residencia de los menores migrantes no acompañados 15 días después de su llegada a España, en vez de los nueve meses establecidos en la actual normativa. Hasta ahora, se impone que los menores estén bajo la guarda o tutela de la Administración sin que se inicie su proceso de documentación un período que, según reconoce el Migraciones, “ha demostrado ser excesivamente largo, sin fundamento alguno” y “supone que muchos de estos menores accedan a la mayoría de edad sin la debida documentación”. 

“Mediante la reducción de este plazo, la Oficina de Extranjería de la Delegación o Subdelegación de Gobierno competente no esperará, como ocurre en la práctica, al transcurso de nueve meses para iniciar sus actuaciones respecto a la documentación de los menores extranjeros no acompañados, sino que estas se iniciarán una vez transcurridos 15 días”, indica el borrador de la reforma.

Además, se incrementa la vigencia de la autorización de residencia, que pasará a ser de dos años, renovable por periodos de cinco años mientras el beneficiario siga siendo menor. Hasta el momento, la renovación era anual, originando “cargas de trabajo” para las Administraciones públicas “sin sentido ya que el menor seguía siendo menor”, por lo que debe tener su documentación en regla.

La Administración tendrá que proporcionar “cédulas de inscripción para menores no acompañados”, por lo que Migraciones eliminaría la obligación de presentar un acta notarial, que se sustituiría por un informe de la entidad de protección de menores.

Esta autorización de residencia incluirá el permiso de trabajo a los menores migrantes de entre 16 y 18 años, siempre que sea coherente con el “itinerario de inserción previsto por la entidad de protección”, como ya había aprobado el Gobierno a través de una instrucción de migraciones emitida el año pasado.

Renovación de la residencia con 18 años

La reforma del reglamento también pretende facilitar la renovación de la tarjeta de residencia de los menores cuando alcanzan la mayoría de edad. Actualmente, los jóvenes extutelados, aunque cumplan 18 años con toda su documentación en regla, se enfrentan a una serie de requisitos que complican la conservación de sus papeles. 

En este sentido, Escrivá propone acabar con la aplicación del régimen de residencia no lucrativa, que obligaba a estos jóvenes acreditar medios económicos propios en una cantidad que represente mensualmente el 100% del IPREM, que no podía ser complementado o sustituido por el apoyo recibido por parte de entidades o ayudas públicas, una exigencia muy difícil de cumplir para adolescentes extranjeros que suelen buscar su primera oportunidad laboral. 

La reforma propuesta por Migraciones fija un “régimen propio” para permitir la “continuidad de la autorización de residencia con habilitación a trabajar de la que ya dispone el menor extranjero no acompañado”. Es decir, el joven mantendría su documentación y, una vez superado el plazo, solicitaría su renovación. Para proceder a su renovación, estos jóvenes deberán demostrar contar con medios económicos suficientes equiparables al 100% del Ingreso Mínimo Vital (IMV) para una persona sola, salvo que la institución de acogida o el programa de tránsito a la vida adulta al que el joven esté acogido “proporcionen su sustento”.

A diferencia de lo que ocurría hasta ahora, en el cómputo de estos ingresos se podrán tener en cuenta las ayudas sociales obtenidas por el joven extutelado. También se exigirá la ausencia de antecedentes penales y se atenderá a los “informes positivos” presentados por entidades públicas o privadas que los atienden “referidos a su esfuerzo de integración, la continuidad de la formación o estudios que se estuviera realizando”. Su vigencia será de dos años. 

En el caso de aquellos menores extranjeros que cumplen 18 años sin formalizar su permiso de residencia, el borrador de la reforma permite que estos jóvenes puedan solicitar una autorización de residencia y trabajo bajo estos mismos requisitos, sin imponer exigencias añadidas como ocurre en la actualidad. 

Además, Migraciones quiere que la nueva normativa se aplique para los jóvenes migrantes extutelados que, habiendo cumplido ya los 18 años, no pudieron solicitar su autorización de residencia por las trabas impuestas por el actual reglamento. En caso de que cumplan con las nuevas condiciones, “se garantiza a los jóvenes extranjeros de entre 18 y 23 años que puedan solicitarlas de forma transitoria”. 

Según adelantó Escrivá en enero, la modificación impulsada por Inclusión pretende llevar a cabo una “racionalización del sistema de documentación” de los menores extranjeros no acompañados a fin de evitar que, una vez que lleguen a la mayoría de edad, pierdan su residencia en España, una situación que se repite con frecuencia.

Actualmente, la normativa de extranjería complica el acceso al mercado laboral a los menores extranjeros no acompañados. Para obtener este permiso, en base a la ley, los adolescentes deben realizar numerosos trámites, lo que en la práctica les impide poder trabajar. A su vez, las trabas impuestas retrasaban su independencia económica, clave para su inclusión en la sociedad una vez alcanzada la mayoría de edad, momento en el que deben abandonar los centros de acogida. Esa situación, a su vez, obstaculiza la renovación de sus papeles.

“Sin duda es un gran paso por el impacto positivo que tendrá en la vida de los niños y niñas que llegan solos a España y en las empresas que les quieran ofrecer una oportunidad laboral. Hasta ahora, en un porcentaje muy elevado, estos jóvenes quedan en situación de irregularidad y con barreras insalvables que favorezcan su inclusión”, sostiene Lourdes Reyzábal, presidenta de la Fundación Raices, especializada en infancia. “Valoramos muy positivamente la mayor parte de la reforma, pero aún hay cuestiones que mejorar y sobre ellas haremos nuestras propuestas, que esperamos sean tenidas en cuenta. No hay tiempo que perder, son miles los menores y jóvenes que están esperando salir de la situación de exclusión social a la que se les ha abocado”.

La reforma de la Ley de Extranjería es una de las promesas anunciadas por Escrivá poco después de su toma de posesión como ministro de Inclusión. En febrero del año pasado, el titular de Migraciones aseguró en su primera comparecencia en la comisión de Trabajo del Congreso de los Diputados que impulsaría un “cambio de modelo” de la normativa que rige los derechos de los inmigrantes en España corregir la “rigidez burocrática” a la que se enfrentan las personas extranjeras en España.

Ya entonces el ministro propuso, entre otros aspectos de la Ley, la flexibilización de los criterios en la concesión de las autorizaciones de extranjería. Fuentes de Migraciones explican a elDiario.es que la reforma exprés del régimen de menores extranjeros no acompañados es un primer paso hacia una modificación de la normativa más completa.

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