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El Corte Inglés empieza a hacer pruebas de coronavirus a sus empleados en un centro de Madrid

El Corte Inglés prolongará el ERTE para 22.000 empleados de grandes almacenes

Marina Estévez Torreblanca

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Las empresas están endureciendo sus propias medidas internas para hacer frente a la pandemia del coronavirus. El Corte Inglés ha empezado a hacer test de COVID-19 a sus empleados. Por el momento se trata de una prueba piloto que se está efectuando en uno de sus grandes centros abiertos en Madrid, han confirmado a eldiario.es fuentes de la compañía. Además, toman la temperatura a todos sus trabajadores antes de iniciar la jornada laboral en todas las sedes que permanecen abiertas. Según relatan dos de estos empleados, la medición con el termómetro se hace desde el pasado lunes.

Los portavoces de la cadena de distribución consultados no ofrecen información sobre el eventual proceso de adquisición de los test ni sobre su tipología o número, o si se realizan en colaboración con algún centro hospitalario o laboratorio privado (hay varios que realizan estas pruebas). Otras fuentes afirman que hay más grandes compañías realizando este tipo de análisis a sus empleados, aunque este es un extremo que eldiario.es no ha podido confirmar.

Sí se conoce que Grupo Pamesa realizará el test básico para determinar si se padece el coronavirus a los 1.800 trabajadores de su plantilla, según publicó Castellón Plaza.

En Estados Unidos, Amazon ha anunciado que está desarrollando su propio laboratorio para  realizar pruebas de COVID-19 a sus trabajadores en este país. “Hemos comenzado el montaje de los equipos que necesitaremos para construir nuestro primer laboratorio y esperamos empezar pronto a realizar pruebas a un grupo reducido de nuestros empleados de primera línea”, ha anunciado la compañía en un comunicado.

El investigador y epidemiólogo Oriol Mitjà propuso en una entrevista en Catalunya Radio que fueran las empresas las que paguen los test rápidos para detectar si los trabajadores continúan estando infectados, una vez finalicen las medidas de confinamiento y se vuelva a la normalidad. El epidemiólogo aseguró que hay “test baratos, que cuestan unos 4 euros” y que son rápidos en la detección de los anticuerpos del coronavirus.

Sin embargo, al menos dos clínicas privadas ofrecen pruebas de COVID-19 en Barcelona: Creu Blanca y Teknon ofrecen tests de coronavirus por 200 y 230 euros. Una portavoz de QuirónSalud, el grupo al que pertenece la segunda, habla de la demanda de grandes empresas para comprobar que sus trabajadores daban negativo o ya habían pasado la enfermedad y se podían reincorporar al trabajo una vez el Gobierno flexibilice el confinamiento decretado por el estado de alarma.

La realización de pruebas masivas de COVID-19 está considerada como una de las medidas eficaces para frenar el contagio de la enfermedad, ya que puede detectar casos de personas infectadas antes de que empiecen a padecer síntomas, o en el caso de que permanezcan asintomáticas. El problema lo está constituyendo la gran demanda repentina de materiales de diagnóstico, protección y cura de la enfermedad desde que ha explotado la epidemia.

Las administraciones públicas tratan a la desesperada de comprar protecciones para el personal de hospitales y residencias, pruebas, equipos de respiración y medicinas en un mercado global donde pujan todos los países y crece la especulación. Están llegando a darse casos de lo que se ha denominado como “piratería moderna”: “En la pista (de los aeropuertos), los estadounidenses sacan el efectivo y pagan tres o cuatro veces por los pedidos que hemos hecho, por lo que realmente tenemos que luchar”, denunciaba recientemente un presidente regional francés sobre una compra fallida de mascarillas.

El pasado 21 de marzo, el Ministerio de Sanidad español informó de que los primeros 640.000 test rápidos para detectar el coronavirus irían llegando los siguientes días y aclararon que el Gobierno tiene “la capacidad de llegar a un millón” de estas pruebas. Además, explicaron que en nuestro país se han realizado 355.000 pruebas de coronavirus, las autoridades sanitarias estiman que diariamente se han realizado alrededor de 15.000 o 20.000 test, y esperan que esta cifra vaya incrementándose. Según el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en total, desde el inicio de la epidemia se han tomado 600.000 muestras de PCR (siglas en inglés de Reacción en Cadena de Polimerasa), unas 20.000 al día.

Medidas de protección en El Corte Inglés

La cadena y sus filiales cuentan con unos 90.000 empleados, de los que unos 25.900 (el 28,7%) están afectados por un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE). La mayoría de los que siguen su labor están teletrabajando, mientras que continúan acudiendo a los centros los empleados necesarios para mantener en funcionamiento los departamentos de alimentación y supermercados (Supercor). A los incursos en el ERTE la cadena les completa hasta el 100% de su salario.

Todos los supermercados españoles han adoptado medidas severas de seguridad contra el coronavirus –desde aquel lunes 9 de marzo, cuando la Comunidad de Madrid anunció el cierre de escuelas– y han explicado que el suministro estaba garantizado. Tuvieron que salir a explicarlo ante las avalanchas que se produjeron no solo ese día, sino también los siguientes: en parte por el repentino cambio de hábitos de la gente, que ahora tiene que comer y cenar en casa, y en parte por el contagio de la histeria a través de las redes sociales.

Entre las medidas de protección para empleados y clientes de los centros abiertos, El Corte Inglés ha repartido entre todo su personal guantes y mascarillas, además de colocar botes de gel desinfectante que proporcionan también a los compradores. Se desinfectan los carros antes de cada uso y el lápiz para firmar el pago con tarjeta, además de colocar pantallas protectoras en las cajas. Ademas, hay cajas especiales para mayores de 65 años, recalcan las fuentes consultadas. El Corte Inglés cuenta además con un equipo sanitario de 280 personas que trabaja en los distintos centros del grupo.

Desde que se pusieron en marcha estas medidas excepcionales por la crisis del COVID-19, el acceso a los centros comerciales de El Corte Inglés se realiza de forma individual, no en grupos, y se mantienen distancias mínimas de seguridad de dos metros. Cuando es necesario, los clientes esperan en la calle para evitar aglomeraciones. Asimismo, les recomiendan hacer uso del servicio de compra online y recogida en tienda o por teléfono.

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