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'Marbellanes', o cómo sobrevivir en un pueblo turístico sin ser turista

'Marbellanes', o cómo sobrevivir en un pueblo turístico sin ser turista.

Maica Méndez

Oviedo —

“Marbellanes”. Así conocen en Asturias a la localidad con más tirón turístico de la provincia, que cada año durante los meses de estío pone el cartel de completo, una temporada que cada vez se alarga más. El enclave, inmortalizado en películas como El Orfanato, El Abuelo, You are the One, Remando al viento o la telenovela La Señora, tiene apenas 14.000 habitantes censados pero cada verano recibe la presión turística de miles de visitantes que disparan sus precios y encarecen a nivel madrileño la vida en este pueblo costero. 

En verano, alquilar un apartamento de alrededor de 65 metros cuadrados durante una semana se cotiza a 1.000 euros. Esto hace que alquilar en temporada suponga entre 4.000 y 6.000 euros, una cifra que hace que el alquiler durante todo el año deje deje de ser rentable (alrededor de 400 euros al mes) ocasionando trastornos a los que tienen que ir a trabajar a la ciudad (a más de una hora y media en coche de la capital, Oviedo).

Este boom de alquiler turístico pone en aprietos sobre todo a los funcionarios o empleados públicos destinados a la villa. Es el caso de Elisa Camino, trabajadora de la Administración, destinada durante cuatro años en Llanes. Reconoce que tardó mucho tiempo en encontrar un piso de alquiler que pudiera pagar. También comenta que durante varios meses cambió de establecimiento a diario, durante su pausa para el café. “1,50€ por una manzanilla, lo mismo que he pagado en la Castellana de Madrid, y el precio está muy pactado entre las cafeterías”, matiza.

Los funcionarios de Educación son los que menos problemas tienen de alojamiento porque suelen dejar libre las viviendas en periodo vacacional. “Son los más cotizados por los arrendatarios. Durante el periodo lectivo tienen los pisos ocupados y durante el verano los destinan a alojamientos turísticos”.

Las cifras del tirón turístico de Llanes son rutilantes. Un tercio de todos los apartamentos turísticos y viviendas vacacionales de Asturias (una comunidad de casi un millón de habitantes), están en este concejo. Este mismo viernes se conocían cifras de ocupación hotelera en la localidad publicadas por el INE. En julio y agosto casi se cuelga el cartel de completo y septiembre y junio también son meses fuertes. Noviembre ya no tiene tirón pero cada vez esta villa es más un punto turístico (así lo describe el INE) lo que polariza la vida del pueblo.

La presión por la vivienda en la zona ha disparado el precio por metro cuadrado de la vivienda hasta los 1.873 euros en el tercer trimestre del año según los datos del portal de Idealista.com. Esta cifra está muy por encima del precio por metro cuadrado en Oviedo o Gijón, las dos grandes urbes asturianas. El precio por metro cuadrado para estos 14.000 habitantes es tan elevado como para un madrileño que se quiera ir a vivir a Vicálvaro o Carabanchel. Por compararlo con un municipio, el precio en Llanes es tan elevado como en San Fernando de Henares. La diferencia es que la renta per cápita en el municipio asturiano es de 19.000 euros, frente a la de casi 24.000 del municipio madrileño. En Oviedo, la renta per cápita es de 27.340 euros.

Para Maite Ibáñez Caso, que regentó un negocio de fisioterapia durante 16 años en Llanes, el precio del alquiler de una vivienda o un local en la zona supuso una odisea. “En verano la gente pone unos precios muy elevados y los alquileres hasta se triplican”, dice. Y reconoce que los precios de la hostelería “se puede equiparar a los de cualquier ciudad y que se mantienen todo el año, lo que produce un encarecimiento importante de la vida para los residentes”.

Los problemas de esta presión turística y de la cantidad de vivienda nueva para segunda residencia motivó que el rapero Darl la eMe le compusiera un tema a “La Marbella Nueva” alertando de los peligros de la masificación de la localidad. 

También se lamenta la Asociación de Vecinos y Amigos de Llanes (AVALL). Los vecinos soportan el incremento de los precios que marca la demanda turística y reconocen que hay propietarios que prefieren tener desocupada las viviendas durante todo el año y alquilarlas sólo en periodo estival. Al precio de la vivienda hay que recordar las dificultades para aparcar, las interminables colas para ir a la playa o la resistencia de las infraestructuras diseñadas para una localidad de menos de 20.000 habitantes. Según los medios locales, Llanes multiplica por cinco su población en el estío, lo que obliga al municipio a reforzar los servicios públicos pero no en la misma proporción.

Para César Gómez de la Fuente, empresario de turismo rural en la zona, la gran demanda en verano es lo que hace subir tanto el precio. “Del 15 de julio al 25 de agosto hay lleno total”. Además, dice que uno de los principales problemas del sector en esta región es “desestacionalización” de la oferta turística. “Tenemos que trabajar para poder atraer público todo el año”. El mayor obstáculo para ello está en el clima. pero reconoce que “en los últimos años se ha abierto un poco el margen y los meses de mayo y octubre estamos teniendo bastante ocupación gracias a turistas alemanes y de otras partes de Europa”, matiza. A nivel nacional el mayor volumen de turistas es de Madrid.

El incremento de los precios en estos municipios ha ido al alza en los últimos años, motivado porque ha variado el tipo de turismo que además está en récord. Hace dos décadas abundaban los cámpings y un turista de poder adquisitivo medio. Además, se vivía mucho la noche, un estilo de ocio que también ha ido cambiando en los últimos años. Luego, llegó el boom inmobiliario y la compra de muchas viviendas como segunda residencia, fruto también de la mejora de las comunicaciones y la puesta en servicio de la autovía, que aportó otro tipo de turista, el esporádico con vivienda propia y con mayor poder adquisitivo. En la última década, a todos estos cambios se ha unido la proliferación de alojamientos de turismo rural, de alta calidad y más orientado a familias.

Como es obvio con estas cifras, el municipio vive del turismo, con un 60% de su actividad centrada en el sector servicios. De los 5.000 trabajadores que tiene el municipio, casi 1.000 trabajan en hostelería, una cifra que solo supera la administración pública (1.200). Cuando este verano comenzó a escucharse a hablar de la “turismofobia”, en esta localidad acogedora no se quería ni oír hablar de este movimiento. Asturias ha encontrado en el turismo su nueva mina de oro. Solo piden planificación urbanística y respeto por el entorno.

Disparidad de tarifas

El alquiler de una casa con jardín el Ribadesella, con capacidad para siete personas y situada a 400 metros de la plaza ronda los 4.740 euros el mes de agosto (1.264 euros la semana). Las tarifas son aún muy superiores si hablamos de la habitación de un hotel. Los precios de una habitación en un hotel de cuatro estrellas en el centro de Ribadesella rondan los 1.260 euros la semana, para dos personas en régimen de alojamiento y desayuno, en el mes de mayo, el precio ronda los 910 euros. El alquiler de un piso de dos habitaciones puede rondar los 60 euros noche, precio que sube a 120 y hasta 140 euros noche en el mes de agosto.  

El atractivo que presenta este territorio, cercano a los Picos de Europa, no tiene nada que envidiar a otros paraísos vacacionales. Según los profesionales del sector, el viajero viene buscando naturaleza. En esta zona confluye mar y montaña todo en un puño. Y luego hay cantidad de pequeños detalles, playas muy diversas, como la playa de Gulpiyuri, entre la costa de Llanes y Ribadesella, de tan sólo 50 metros de longitud y de belleza increíble, porque el agua del mar entra hasta ella a través de un túnel que hay entre las rocas. Ha sido declarada Monumento Natural. Acantilados de vértigo y famosos por sus “bufones” donde se escucha al mar batir y el agua saltar por los respiraderos de las propias cavidades. Pueblos a los que se llega a través de una cueva, de nombre Cuevas, y a unos siete kilómetros de Ribadesella (con sus famosas piragüas) y animales salvajes entre otras maravillas.  

Otro de los grandes atractivos que presenta esta zona es su gastronomía, muy rica y variada. Unido a la diversa oferta de turismo activo y de aventura que se puede practicar en la zona, muy demandado también por las familias. En este sentido, las empresas de ocio han proliferado considerablemente en la última década en este territorio, vinculas a los Picos de Europa y al río Sella, entre otros espacios naturales. Aunque no todo son ventajas. Esta alta demanda está generando una notable masificación de estas zonas en época estival y aparcar en verano en Llanes o en Ribadesella es toda una hazaña.

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