El Banco de España responde a Botín que competir en criptomonedas expone a riesgos “reputacionales y patrimoniales”

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha defendido este lunes que la banca se expone a riesgos “patrimoniales y reputacionales” si decide entrar a competir en el mercado de las criptomonedas y los criptoactivos. Así lo ha asegurado en un foro organizado por El Español, en un discurso que mantiene la posición crítica de los supervisores con estos productos de inversión por su falta de regulación y de control. Hernández de Cos no ha hecho mención a ninguna entidad concreta pero estas palabras llegan días después de que la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, reivindicara en una entrevista que los bancos pudieran entrar a competir en este mercado.

El responsable del supervisor bancario español, y con distintos cargos en otros organismos internacionales, ha reconocido que actualmente el mercado de criptoactivos no supone más que un 1% del sector financiero internacional, pero ha advertido de los diversos problemas que puede provocar su ascenso. Sobre la banca, ha asegurado que está aumentando su exposición mediante la prestación de “servicios auxiliares, la comercialización de productos de terceras partes o el apoyo a clientes con actividad en el segmento cripto”.

Pero no solo el sector bancario está expuesto a riesgos, señala Hernández de Cos, sino todo el sector financiero global. Según el gobernador del Banco de España, “la existencia de grandes oscilaciones en los precios de estos activos puede alterar el sentimiento de los inversores, provocando una sobrerreacción que acabe trascendiendo a otros entornos de negociación”. Una respuesta generalizada ante el temor de que se produzcan fuertes variaciones de precio de este tipo de activos provocarían “tensión en los mercados monetarios” y, por extensión, “un contagio sobre las entidades que actúen como custodios”.

La pasada semana la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, defendió en una entrevista publicada por el boletín de supervisión del Banco Central Europeo, la participación de la banca tradicional en el mercado de los criptoactivos. “Es necesario permitir que los bancos sean parte del desarrollo de los mercados de criptoactivos”, ha asegurado. La primera ejecutiva del mayor banco español argumenta que se debe permitir que las entidades ofrezcan estos productos y servicios a sus clientes.

De Cos ha analizado otros riesgos a los que se enfrenta la economía global, más allá del sector financiero. Por ejemplo, ha planteado la tentación de algunos países de establecer el uso de las criptomonedas como moneda de uso en sus economía —algo que por ahora solo ha hecho El Salvador— y que podría provocar la “criptoización” de la economía. “En tanto que alejados del control de los bancos centrales, estos verían limitada su capacidad de contener la materialización de posibles riesgos sistémicos”, apunta. Esto provocaría que estos organismos tuvieran una capacidad muy limitada en su política monetaria en caso de necesidad.

Por último, ha apuntado otros aspectos como el impacto de este tipo de activos en la transición climática y en el control de actividades ilícitas, dos de las principales críticas sociales que se realizan a estos activos. Sobre el primero, Hernández de Cos ha apuntado que “algunos mecanismos de consenso utilizados implican un alto requerimiento energético, que deja más expuestos a este riesgo a las entidades que los comercialicen o inviertan en los mismos”. Respecto al segundo, ha planteado que “son particularmente elevados en este mercado dado su mayor grado de anonimato y el hecho de que sus operaciones se realizan por circuitos de pago no habituales”.