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Los empresarios rechazan la última propuesta de Escrivá sobre los ERTE y obligan al Gobierno a negociar al límite

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá mantiene una conversación con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.

Laura Olías

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Los empresarios dicen “no” a la última propuesta de prórroga de los ERTE que envió la Seguridad Social a los agentes sociales. Con este rechazo, el Gobierno no ha llevado la extensión de los expedientes de regulación temporal de empleo al Consejo de Ministros de este martes, sin el respaldo de los agentes sociales, y seguirá negociando en los próximos días. El actual mecanismo de ERTE está vigente hasta el próximo lunes, 31 de mayo, por lo que el Ejecutivo tendrá que convocar un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar la prórroga antes de que caduquen. La portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha asegurado su confianza en que el Gobierno volverá a armar un acuerdo con los agentes sociales.

Lo primero, un mensaje de tranquilidad para las casi 600.000 personas en ERTE: el mecanismo no decaerá. Así lo ha asegurado el Gobierno, que pretende extender los ERTE hasta el 30 de septiembre, pero se están definiendo los detalles de cómo saldrá adelante esa prórroga. Todas las miradas apuntan al Ministerio de la Seguridad Social, ya que las materias de Trabajo ya están acordadas. El Ministerio que dirige Yolanda Díaz mantiene las condiciones actuales de protección por desempleo para los trabajadores, la cláusula de mantenimiento del empleo posterior a un ERTE e incluye novedades para los fijos discontinuos, con la idea de que pasen a la actividad o a los ERTE en los próximos meses.

La Seguridad Social ha enviado a lo largo de la noche y al inicio de la mañana nuevas propuestas con ayudas más cuantiosas en la cotización para las empresas. Este es el último escollo en la negociación. El ministro José Luis Escrivá mantiene en las propuestas su esquema de ayudas más elevadas para las empresas que saquen a sus trabajadores del ERTE respecto a aquellas que los mantengan suspendidos, un “incentivo” a la reactivación del empleo, algo que no gusta especialmente a los empresarios, aunque tampoco a los sindicatos. En contrapartida, Escrivá aumentó en general las ayudas en su último ofrecimiento y acortó las diferencias entre un caso y el otro. Las exoneraciones son muy superiores a las que hubo el verano pasado, por ejemplo, cuando también se aplicó un esquema similar de incentivos.

El Comité Ejecutivo de la patronal CEOE se ha reunido esta mañana para analizar la oferta, que finalmente no ha convencido a los empresarios. “Por unanimidad de los sectores y el Comité Ejecutivo se ha decidido que CEOE no acepta la última propuesta del Gobierno sobre los ERTE, ya que sigue centrando las ayudas en la activación en lugar de en los trabajadores que aún no se pueden incorporar a la actividad”, explican desde la patronal. “Seguiremos trabajando”, apuntan en CEOE.

Aunque el Gobierno había insinuado que podía aprobar la prórroga de los ERTE sin acuerdo este martes, en el último Consejo de Ministros ordinario antes de la caducidad de los ERTE, finalmente no lo ha hecho y extenderá la negociación. La idea del Ejecutivo es convocar un consejo extraordinario el jueves, para dar luz verde a la prórroga, ya que el viernes expiran algunos elementos relacionados con los fijos discontinuos.

'No' al esquema de ayudas de Escrivá

La oposición de los empresarios se centra en el mecanismo de ayudas a la cotización que pretende aplicar el ministro José Luis Escrivá para los ERTE durante el verano, en el que se prevé que aumente mucho la vacunación y se recupere a mayor ritmo la actividad económica en sectores hasta ahora muy tocados por la pandemia, como el turismo. Se trata de un modelo –que ya aplicó el pasado verano para disgusto de los empresarios– en el que las empresas se benefician de un mayor ahorro (exoneración) en el pago de las cotizaciones sociales sobre los trabajadores que sacan de los ERTE que sobre aquellos que mantienen suspendidos.

¿Por qué? El responsable de la Seguridad Social defiende que este modelo “incentiva” la activación de trabajadores y que las empresas se animarán a sacar a más empleados de los ERTE debido a estas ayudas más cuantiosas. La portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha cerrado filas alrededor de Escrivá este martes: “El Gobierno entiende que ahora toca poner el acento en incentivos que permitan que personas en ERTE se puedan reincorporar a sus puestos de trabajo”.

Las patronales rechazan de plano este enfoque. Consideran que las empresas no sacan a los trabajadores de los ERTE por tener mayores ayudas a la cotización, sino que lo hacen cuando hay actividad económica. Sin actividad, por mucha ayuda que se conceda, hay empresas que no pueden sacar a sus empleados de los expedientes, advierten los empresarios. El líder de la CEOE, Antonio Garamendi, ha tachado de “penalización” este esquema de exoneraciones, que en su opinión empeora la situación de las que peor lo están pasando y premia a las que se van recuperando antes de la crisis por la pandemia.

En los sindicatos coinciden con los empresarios. Tampoco ven que estas mayores ayudas tengan el peso suficiente para incentivar la salida de trabajadores en muchos casos y temen que las empresas con mayores dificultades tras tantos meses de crisis empeoren su situación con este esquema. Además, fuentes sindicales apuntan que hay empresas que activarán en cualquier caso a sus empleados debido a la recuperación económica prevista para el verano, por lo que no comparten que sea a estas a las que más ayudas públicas se conceda en materia de cotización.

En CCOO y UGT han defendido la prórroga de las actuales condiciones de ERTE en esta recta final, un último esfuerzo hasta lo que se prevé que sea el fin de los peores momentos por la pandemia gracias a la vacunación. Ambos sindicatos analizan este martes en el seno de sus órganos internos la última propuesta de la Seguridad Social, pero ya con el conocimiento de que el Ejecutivo seguirá negociando por el 'no' de los empresarios.

Las ayudas de los autónomos, también a la espera

Las dificultades para cerrar los ERTE han pospuesto otra negociación paralela, que siempre va a rebufo de estas conversaciones. Se trata de las ayudas de 'paro' de los autónomos por la pandemia, que también expiran el próximo 31 de mayo. La idea del Gobierno, de nuevo, es ampliarlas hasta el 30 de septiembre, pero quedan por cerrar los últimos flecos.

El planteamiento inicial de la Seguridad Social endurecía el acceso a las ayudas en varias cuestiones, algo que rechazaron los colectivos de autónomos la semana pasada. En los últimos días, se han ido modificando varias de estas limitaciones tras la negociación con ATA, UATAE y UPTA. Sin embargo, quedan pendientes algunos elementos para recabar el apoyo de las organizaciones.

Fuentes del diálogo social apuntan que esta negociación también se extenderá a lo largo de esta semana, con la previsión de que se apruebe en el Consejo de Ministros extraordinario que tendrá que convocar el Ejecutivo.

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