El sector del juego se desploma más de un 50% y vincula su aportación social al nuevo hospital de pandemias de Madrid
El sector del juego ha advertido este martes de que su facturación se ha desplomado más de un 50% en lo que va de año como consecuencia de la crisis del coronavirus y ha puesto en valor su aportación social en forma de impuestos, el “dividendo social del juego”, que ha vinculado a la puesta en marcha de infraestructuras como el nuevo hospital de pandemias que ha inaugurado la Comunidad de Madrid.
En un acto telemático realizado en la sede de la CEOE para presentar el Anuario del Juego en España 2020, el profesor de Sociología, miembro del Instituto de Política y Gobernanza de la Universidad Carlos III y experto de cabecera del sector, José Antonio Gómez Yáñez, responsable del estudio, ha explicado que el juego es uno de los sectores “que en este año excepcional está saliendo con más daños”, y probablemente no va a ser el mismo después de la pandemia, una opinión en la que ha coincidido el director general de la patronal Cejuego, Alejandro Landaluce.
Según los cálculos de Gómez Yáñez, hasta septiembre la facturación del sector se había desplomado un 48,4%, más que las ventas de automóviles (38%), la venta de cerveza en hostelería (37%) o el comercio textil (31%). La caída en noviembre, según datos preliminares, será de “más de un 50%”, tras la de octubre, que rondó el 50%.
Según Cejuego, “el juego real en España, la diferencia entre las cantidades jugadas y los premios, se situó hasta finales de octubre de 2020 en 4.345 millones de euros, lo que supone una caída del 50% respecto del mismo periodo del 2019. De estos 4.345 millones de euros, 2.445 pertenecen al juego privado, mientras que 1.900 pertenecen a Loterías y Apuestas del Estado y ONCE”.
“Desgraciadamente los datos de noviembre son peores”, ha lamentado el director general de Cejuego, que ha señalado estos datos contradicen “ese mantra de que cuando la gente tiene menos dinero juega más para resolver sus problemas”. Según Landaluce, los tres meses de cierre total de la actividad durante el confinamiento supusieron un 25% de caída, el sector “fue uno de los últimos en abrir” en la desescalada y tras la segunda oleada “es uno de los primeros en cerrar”: “En Aragón estamos cerrados” y en Catalunya los locales no han abierto hasta ahora tras las nuevas restricciones.
El profesor Gómez Yáñez ha puesto en valor el “dividendo social del juego” con los patrocinios de la Liga de fútbol, la ACB o la Vuelta a España, y muy especialmente, los impuestos directos que aporta, que ha vinculado directamente con el nuevo hospital de pandemias que ha inaugurado esta mañana la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Según sus cálculos, “un tercio de lo que ha pagado el juego” en impuestos en la Comunidad de Madrid, 157 millones de euros, “ha pagado el hospital Isabel Zendal”, cuyo coste ha cifrado en 51,7 millones, si bien ese es el presupuesto inicial de esta infraestructura, que acumula unos 50 millones en sobrecostes.
Yáñez ha expuesto que el juego aporta 1.137 millones en impuestos especiales a las comunidades, más unos 600 millones en impuestos generales, IAE, Sociedades, cotizaciones sociales… Es un dinero que “va a inversiones sociales”, como hospitales, porque “salvar vidas es caro”, según el profesor, que ha comparado al sector con una “vaca lechera” al que convendría no exprimir.
Yáñez ha asegurado que “no tenemos en España un problema de alarma social” en relación con el juego y ha recordado que “algún casino ya ha cerrado” como consecuencia de la crisis y algunas salas de bingo están teniendo “serios problemas en su reapertura”.
El director general de Cejuego ha insistido en que el juego problemático en España “es de apenas 0,3%” y ha asegurado que la prevalencia del juego entre los jóvenes es del 17%, inferior a la media europea, que es del 24%. “Estamos dentro de los que menos juegan”. “Proporcionamos satisfacción y alegría a la gente que juega”, ha dicho Landaluce, que ha recalcado que el sector genera empleo “de valor”, con 47.000 personas en el juego privado y otros 35.000 en el público. Tras la gran reclusión, “el 85% de las plantillas están trabajando” y “solamente hay un 15% en ERTE”.
El estudio presentado este martes cifra la aportación al PIB del sector del juego de 10.226 millones, considerando como tal el juego real (ingresos de las empresas restados de las cantidades jugadas, que fueron de 35.665 millones, al descontar los premios), de los que 4.590 millones corresponden al juego público y el resto al privado. En 2019, el sector todavía no se había recuperado del descenso del 24,2% registrado durante la crisis del 2008-2014. “Todavía en 2019 seguíamos por debajo de los niveles de 2008”, aunque “entonces no había alarma social”, ha dicho Landaluce.
El año pasado, el juego online representaba el 7,5% del total, porcentaje que en 2020, según Yáñez, “seguramente” alcanzará el 10-12%, por el descenso de las cantidades jugadas.
El sector, que aglutina a 6.500 empresas de todas las dimensiones entre las que hay grandes multinacionales y la estatal Selae, daba empleo en 2019 a 84.797 personas. De esa cifra, 47.047 corresponden a empresas privadas y el resto a Loterías (18.463) y la ONCE (19.287), teniendo en cuenta a sus servicios centrales y su red de vendedores.
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