Observando las estrellas desde el hospital
La estancia en un hospital, aunque sea motivada por una afección leve, no suele ser trago de buen gusto para nadie. Sin embargo, los centros médicos cada vez se esfuerzan más para que los días de ingreso no resulten tan pesarosos y los pacientes puedan evadirse de sus dolencias. Así ha ocurrido recientemente con la Fundación Jiménez Díaz, institución que organizó una jornada de observación astronómica para pacientes y familiares el pasado 4 de octubre. Enmarcada dentro del Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria, la iniciativa pudo llevarse a cabo gracias a la colaboración de la Agrupación Astronómica de Madrid.
Se trató de una noche en la que se pudo disfrutar de las estrellas, de la Luna y de algunos planetas como Saturno y Júpiter. “El objetivo era hacerles pasar a los pacientes ingresados y sus familiares en el hospital, principalmente los niños, unas horas diferentes, amenas, intentando sacarles de la rutina hospitalaria”, admite Eva Rueda, responsable del Servicio de Información y Atención al Paciente de la FJD. De hecho, uno de estos pacientes, Justo, que fue ingresado por un principio de infarto pero del que ya se encuentra restablecido, afirma que le gustó mucho la experiencia, que compartió junto a su hija. “Creo que es una muy buena iniciativa”, añade.
La idea surgió de uno de los trabajadores del hospital, que también pertenece a la Agrupación Astronómica madrileña, y enseguida se consideró como un proyecto muy interesante. En la terraza de la Escuela de Enfermería, accesible para todos aquellos pacientes que pudiesen deambular y salir de sus habitaciones, se colocaron los telescopios Schmidt-Cassegrain de 5“ y 8”, Dobson de 8“, reflector de 130mm, así como un ETX 70mm, que permitieron visualizar nuestro satélite y otros planetas casi como si se les estuviera haciendo una fotografía a pocos metros.
En esta observación participaron diez voluntarios de la Agrupación Astronómica, que, como comenta Fernando Infantes, técnico superior de laboratorio clínico del servicio de genética de la Fundación, fueron explicando “todo lo que se estaba observando en ese momento y señalando las diferentes características ópticas de los telescopios”. Infantes asegura que era muy agradable ver la respuesta de pacientes y familiares. “Para mucha gente es de asombro y es una reacción muy placentera”, resalta. Además, también se realizó una pequeña charla de astronomía para los más pequeños en la planta de pediatría.
Se eligió el 4 de octubre porque es un momento en el que, como señala Infantes, “la luna está en cuarto creciente. Es una ocasión idónea para poder observarla, pudiendo navegar por su superficie, descubriendo sus cráteres, mares, cordilleras, etc.”. También es una buena fecha para deleitarse a la derecha de la luna con Saturno, sus anillos y Titán, su luna más grande. Otro de los planetas que apareció a la vista fue Júpiter, con su gran mancha roja, y sus lunas principales, Io, Europa, Calixto y Ganimedes.
La iniciativa fue tan aplaudida que en la Fundación Jiménez Díaz ya piensan en volver a realizarla. “Va a depender de la disponibilidad de la Agrupación. Habrá que tener en cuenta que este tipo de actividades al aire libre tienen que hacerse cuando haga buen tiempo. Quizás dos veces al año estaría bien”, señala Rueda.
La acción que ha convertido a la Fundación Jiménez Díaz en un ‘hospital estelar’ por una noche se enmarca dentro del Plan de Humanización, lanzada por parte de la Consejería de Sanidad en el año 2016. Este contiene diez líneas estratégicas con 27 programas y 372 actividades a poner en marcha en los centros hospitalarios, centros de salud y SAMUR con el fin de conseguir una atención digna para las personas.
Además de esta observación astronómica, en la Fundación Jiménez Díaz se han puesto en marcha otras iniciativas dentro de este Plan como las webcam para neonatos que deben permanecer un tiempo ingresados y permiten a sus padres seguir la evolución de su bebé a través de una cámara cuando tienen que ausentarse del centro; y las gafas virtuales para los pacientes de algunos servicios que han de recibir tratamientos largos o someterse a alguna prueba específica. El objetivo es que los pacientes puedan distraerse antes un proceso doloroso, físico y que muchas veces conlleva un gran desgaste emocional. En definitiva, que sobrelleven su estancia hospitalaria de la mejor manera mejor posible.
