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Azkuna Zentroa celebra su primera década mostrando al público cómo es un día en la piel de un artista

El acto de celebración de los 10 años de Azkuna Zentroa

Maialen Ferreira

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Si alguien hubiera explicado a Fernando Pérez, director de Azkuna Zentroa y a los artistas residentes hace siete meses que la celebración del 10 aniversario del centro iba a atrasarse a causa de una pandemia probablemente no se lo creerían. En aquel febrero prepandémico, Pérez junto al alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, presentaron un acto en el que anunciaron la celebración para el 27 de mayo de los años que han convertido este antiguo almacén de vino en otro de los “grandes espejos de la cultura” de Bilbao, en palabras de Aburto.  

A causa del confinamiento por el coronavirus la fecha de mayo se ha tenido que atrasar hasta este jueves, 17 de septiembre, cuando Azkuna Zentroa ha abierto sus puertas a cientos de personas que han podido disfrutar en directo de los intérpretes de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS), las voces del Coro Rossini de Bilbao y de la soprano Miren de Miguel, y la música del pianista Carlos Imaz, además de la creación de artistas residentes que han mostrado durante la tarde el proceso de creación de sus obras. 

Obras como Consejo de Sabias, el proyecto que desarrolla Sra. Polaroiska orientado a la creación de referentes y empoderamiento desde una perspectiva de género en el que una mujer de la tercera edad conversa con una artista y con el público para crear un vínculo intergeneracional. En este caso, la brigadista de Ongi Etorri Errefuxiatuak Luisa Menéndez ha sido la protagonista junto con la pintora Juana García Pozuelos.  

“El objetivo es reivindicar, legitimar, fomentar e impulsar los conocimientos entre mujeres. Dar voz a aquellas mujeres mayores para que se les escuche. Se habla de la vida, del trabajo y se mezcla un poco. Huimos de lo que es la conferencia para buscar la conversación”, han explicado a este diario Alaitz Arenzana y Maria Ibarretxe que juntas forman Sra. Polaroiska. 

Para crear ese vínculo, antes de la COVID-19 el público y las protagonistas se sentaban en un círculo, muy cerca unas de otras. Ahora, las sillas separadas y el aforo limitado han limitado también ese acercamiento. “Intentamos que sea un círculo en el que la gente hable y se vaya creando la energía, pero sí que es cierto que con esta situación es más complicado”, cuentan. 

Aimar Arriola es investigador y comisario y el último en incorporarse al programa de artistas e investigadores asociados de Azkuna Zentroa. Su trabajo en el centro se basa en desarrollar en dos años una investigación en torno al arte y lo que se conoce como la perspectiva queer. “En ingles significa raro o extraño, pero también históricamente se utilizaba como un término peyorativo, como un insulto para referirse a aquellos sujetos que no casaban con la norma heterosexual o el género”, explica Arriola.  

Este comisario pretende llevar la relación entre el arte y la perspectiva queer no explicando el qué, sino el cómo. Para ello, seleccionará un grupo de cuatro artistas nacionales e internacionales al año con los que creará una conversación escrita sobre este tema en castellano, inglés y euskera y una producción, que puede tratarse de un taller, un poster, una exposición o lo que el artista considere.   

¿Cómo afecta la publicad al espacio público? ¿Las personas se dan cuenta de cuántos anuncios ven en el camino de casa al trabajo? ¿Y en el transporte público? El comisario Mario Paniego analiza el espacio publicitario que se encuentra en el espacio público de la ciudad. “He realizado este proyecto en otras ciudades, pero me parecía interesante trabajarlo en Bilbao y que se diera voz a la ciudadanía y mostrar otras posibilidades, otras realidades”, señala a este periódico Paniego. 

Su proyecto se divide en fases: la primera es mostrar las leyes que regulan el espacio publicitario en las ciudades de Sao Paulo (Brasil), Grenoble (Francia y Wroclaw (Polonia), que cuentan con una regulación específica. La segunda, mostrar trabajos de artistas y activistas en espacios publicitarios para cuestionar la presencia de la publicidad en la ciudad. “A veces creemos que es algo normal, pero no tiene que serlo, nos convierten en clientes, en consumidores, en lugar de personas que simplemente están paseando”, explica Paniego. La tercera parte de su trabajo se basa en presentar todo esto a colectivos de profesorado para que trabajen la gráfica y la imagen y lo conviertan en un mensaje reflexivo.  

“A través de un código QR, las personas que llegan al AZ contestan a un formulario sobre cómo consideran que afecta la publicad a la ciudad. A veces no somos conscientes porque se normaliza en el paisaje, pero los anuncios del metro que tapan la visibilidad antes de bajar a las vías -que antes podías ver si llegaba el tren o no, pero ahora el propio anuncio lo tapa- o los anuncios en el tranvía que tapan las ventanas y ves todo negro, todo eso, es espacio público que la publicidad está arrebatando”, ha denunciado este artista. 

Usue Arrieta y Ainara Elgoibar forman parte de la cooperativa de artistas Tractora, uno de los Colectivos Residentes del centro. De manera trimestral, Arrieta y Elgoibar invitan a una artista a mostrar su obra y comparten con ella una sesión de trabajo para reflexionar en grupo sobre su proyecto, Kinu, que se basa en un grupo de autoformación en torno a la imagen movimiento en arte.  

La artista invitada este viernes es la directora de cine Maddi Barber que rodará una película de 16 mm durante un día. “Es un cortometraje de un solo carrete. Rodaremos, revelaremos, secaremos y proyectaremos. Empezamos a las 10.00 de la mañana y acabamos a las 20.00 de la tarde. En mi trabajo las manos tienen mucha presencia, puede que la idea parta por ahí, pero queremos que sea un trabajo que se vaya desarrollando a lo largo del día, que sea sorpresa. Durará 3 minutos y cada plano tendrá un máximo de 20 segundos”.  

La experiencia, como todas las anteriores, ha estado abierta al público, que respetando las distancias sociales y las normas de seguridad para evitar contagios de coronavirus ha podido disfrutar durante un día del proceso artístico de los residentes de Azkuna Zentroa.  

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