EA se felicita por una derrota de los críticos en los tribunales en puertas de la repetición del congreso
La dirección de Eusko Alkartasuna (EA), partido integrado en EH Bildu, ha esgrimido este miércoles una resolución judicial favorable a sus intereses frente a los del sector crítico liderado por Maiorga Ramírez. No son fechas casuales, ya que este anuncio llega en puertas de que este mes se celebre la repetición del congreso del partido que tuvo lugar en febrero y que exhibió el cuestionamiento de la legitimidad de Eva Blanco por parte de la facción de Ramírez, avalada por el fundador y lehendakari, Carlos Garaikoetxea.
EA ha explicado que el breve auto de la titular del juzgado de primera instancia 6 de Vitoria, Susana Díez Martínez de Lahidalga, tumba la pretensión de los críticos de paralizar siquiera cautelarmente la suspensión de afiliación de Ramírez y denuncia que en septiembre dieran por hecho que temporalmente Ramírez recuperaba sus derechos orgánicos. Aunque sigue siendo cargo público de EH Bildu, justo después del congreso él y otros dirigentes críticos como Iratxe López de Aberasturi, exlíder en Álava, Miren Aranoa, exlíder en Navarra, y Mikel Goenaga, exlíder en GIpuzkoa, iniciaron un período de expulsión en EA.
Destaca EA una frase de la magistrada en la que critica que los críticos han “aprovechado” otro procedimiento relacionado con este asunto para intentar asestar otro golpe a Blanco. El partido lleva años instalado en el 'lawfare' y la dirección estima que “la constante judicialización” es responsabilidad de los críticos, “que no respetan las decisiones democráticas adoptadas por la mayoría de la afiliación”. Precisamente Ramírez y su entorno interpretan que no hay mayoría cualificada en EA porque quedó apartado de unas primarias que se celebraron en 2019 y que auparon a Blanco como secretaria general tras la salida de Pello Urizar.
En cuanto al congreso, se celebrará en Bilbao. En febrero se convocó en Vitoria y no participaron los compromisarios críticos, que entre otras cuestiones pedían un voto de toda la afiliación y no solamente de los delegados. Además, en el fondo late el papel que quieren dentro de la coalición EH Bildu. El grupo de Ramírez denuncia que Sortu ha fagocitado a los otros socios e incluso defendió una enmienda para alterar de raíz el actual modelo de relación y devolverlo a lo que fue en su origen, una coalición electoral. La pugna ha llegado a tal extremo que los críticos han llegado a despojar al partido de su icónico Alkartetxe o sede en el centro de Vitoria y ahora la formación ha tenido que reubicarse en otro local.
En un duro comunicado, los críticos han respondido que el equipo de Blanco ha “escondido” otros pronunciamientos judiciales contrarios. Citan que “el próximo 16 de noviembre se celebrará la vista principal del juicio por las expulsiones” y que la propia secretaria general está citada. Sienten que el partido está “obsesionado” en tapar la “realidad” y remarcan que ya ganaron un pleito sobre la anulación de la candidatura de Ramírez en 2019.
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