Balance de las predicciones del 26M: Cuando las encuestas hicieron de encuestas
Escribía tras las pasadas elecciones generales de 28A que las encuestas habían funcionado muy bien. Hubo cierto consenso entre las empresas demoscópicas a la hora de realizar esas estimaciones y nuestro modelo los mejoró promediándolas y ajustándolas por tamaño de muestra, fecha y calidad de la casa encuestadora.
Esta vez, como el mismo titular lo indica, las encuestas han sido, simplemente, encuestas, y han errado tanto como suelen hacer este tipo de aproximaciones.
No eran unas elecciones sencillas de predecir. Se han publicado pocos sondeos en los últimos días, con muestras pequeñas y márgenes de error altos, que oscilaban entre los 3 y 6 puntos porcentuales.
Podríamos hacer balance de nuestras predicciones de diferentes maneras. Como la cantidad de elecciones que se hemos tratado de predecir (4 ciudades, 3 Juntas Generales y 1 Comunidad Autónoma) ha sido significativa, creo que la mejor manera de sintetizar todos los datos es calculando el error medio absoluto –también llamado MAE por sus siglas en inglés-.
Este error es la diferencia entre el porcentaje de voto recibido por un partido y el porcentaje de voto estimado por la encuesta. Se calcula individualmente para cada partido en valores absolutos y se promedia para obtener un valor único.
En la siguiente tabla se pueden observar los errores cometidos por algunas de las encuestadoras –nuestro modelo incluido—en las elecciones a las Juntas Generales y las Municipales en las tres capitales de Euskadi.
Podemos observar que el error MAE de nuestro modelo es de 1,8 puntos tanto para las diputaciones forales como para los ayuntamientos de las ciudades.
El error de nuestra estimación está en sintonía con las otras tres empresas demoscópicas, mejorando los pronósticos de Gizaker e Ikertalde, y ligeramente por debajo de Ikerfel en las Juntas Generales. Además, apenas ha habido diferencias en los sondeos para las capitales de provincias.
Si nos fijamos en los valores desglosados por territorios, veremos que Álava –y Vitoria en el caso de las municipales—son los que más error acumulan, siendo así en todas las encuestas.
Pero ¿por qué pasa esto? ¿Qué significa un error de 1, 2 o 3 puntos?
Analizar el porqué es complejo, pero si ha habido alguna sorpresa en estas elecciones vascas es que el PSE-EE ha aprovechado el efecto del “caballo ganador” de Pedro Sánchez y ha mejorado significantemente sus resultados respecto a las elecciones de 2015, y por ende, sobre las estimaciones, ya que no era una lo estimado según los sondeos.
De todos modos, conviene poner en contexto estos datos. En un artículo que escribí hace no tanto, advertía que las encuestas fallaban menos de lo que creíamos y que, errores de 2 y 3 puntos eran lo habitual en ellas. De hecho, el error MAE de las encuestas publicadas los últimos 30 días antes de unas elecciones generales es de 2,8 puntos.
A pesar de esto, la estimación realizada para el Ayuntamiento de Pamplona se ha desviado en 4,5 puntos MAE. Es verdad que un modelo basado en encuestas –como este que hemos utilizado en eldiarionorte.es durante las últimas dos campañas—necesita nutrirse de muchos sondeos para poder afinar más, pero la subida de NA+ (7 puntos más de lo previsto), PSN (+6 ptos) y el desplome de GBAI (-7 ptos) han terminado desviando considerablemente la predicción.
En el caso del Parlamento de Navarra, en cambio, las encuestas han funcionado según lo esperado. De nuevo, la sorpresa viene, generalmente, por parte del PSN. Ha superado con creces las estimaciones y ha alterado los equilibrios políticos que veníamos tratando aquí.
Lo cierto es que a pesar de que las encuestas fallen más (mira el Ayuntamiento de Pamplona) o menos (mira las JJGG y capitales), son la herramienta de aproximación con mayor capacidad predictiva que tenemos, por lo que seguirán usándose durante mucho tiempo.