El párroco de Hondarribia abandona tras la tensión en el Alarde
Diez días después del Alarde de Hondarribia el párroco de la localidad guipuzcoana ha decidido abandondar el municipio, así se lo ha trasladado este mismo martes al obispo José Ignacio Munilla. Es la primera consecuencia después de uno de los desfiles más tensos de los últimos años en el que los plásticos negros, los silbidos y los insultos al paso de la compañía mixta Jaizkibel -que defiende la participación de mujeres como soldados y no solo como cantineras- se han recrudecido.
Esta tensión se repitió durante la tradicional misa después del Alarde. Victoriano Etxabe crítico durante su homilía “el deleznable espectáculo” vivido y apeló a la “paz y el diálogo” entre los vecinos para poner fin a los enfrentamientos que durante esta fiesta se viven en la localidad, tras lo cual fue interrumpido por una feligresa que tomó la palabra utilizando el micrófono de la iglesia generándose también tensión entre los presentes.
En declaraciones a EiTB el sacerdote admite que esta es la causa de su renuncia tras cuatro años al frente de la parroquia del municipio costero. Etxabe considera que “tras 20 años de conflicto” es hora de poner solución, y lamenta que se haya “retrocedido” en este sentido.
El sacerdote ha señalado que no ha sentido presión desde ese incidente en el pueblo, a cuya gente “quiere mucho”, por el contrario ha sentido “apoyo” tanto por parte del alcalde, Txomin Sagarzazu, al burgomaestre del Alarde tradicional, Iñaki Sagarzazu, y de la Compañía Jaizkibel.
Peticiones de responsabilidad institucional
La renuncia de Etxabe llega solo días después de que representantes de ambos alardes hayan pedido responsabilidad por parte de las instituciones tras los enfrentamientos de la pasada semana. En una comparecencia pública, las integrantes de la compañía mixta Jaizkibel denunciaron la inactividad de los representantes institucionales ante lo que consideran un “ataque claro” por parte de los defensores del Alarde tradicional. “Basta de tener que soportar insultos y ataques contra nuestra persona. Basta del abandono y de mirar a otra parte por parte de las instituciones. Basta de utilizar como excusa que hay dos modos de vivir la fiesta”, exigieron.
Los representantes del Alarde tradicional también aludieron a la responsabilidad institucional en una comparecencia el viernes ante su sede. En un comunicado leído por el burgomaestre Iñaki Sagarzazu, los integrantes de Alarde Fundazioa denunciaron “los comportamientos violentos” ejercidos contra ellos, y manifestaron su “preocupación e indignación por cómo las instituciones omiten y no reprueban estos hechos”.
