Tus títulos no valen nada, pero los bancos te cobran por guardarlos
“Será legal, pero no me parece ético”. José Antonio Urrutia no daba crédito cuando le llegó el recibo del banco cobrándole los gastos de custodia por sus títulos de las aportaciones subordinadas financieras de Fagor Electrodomésticos. Ese cobro es legal, pero es que las aportaciones subordinadas financieras de Fagor Electrodomésticos se encuentran suspendidas de cotización desde noviembre del año pasado y los últimos intereses se abonaron en diciembre de 2012. A pesar de que los titulares de esas aportaciones financieras subordinadas han perdido todo el dinero que invirtieron en ese producto, que no valen nada, los bancos siguen cobrándoles gastos de custodia.
Urrutia es el secretario de la asociación Bizkaiko Minduak, integrada por personas afectadas por estas aportaciones y que pelea en los tribunales por recuperar su dinero. “En mi caso, he tenido que reclamar de manera insistente a Kutxabank para que me deje de cobrar esos gastos, que suponían el 0,7% del nominal”. Es decir, por cada 1.000 euros invertidos en las aportaciones financieras, siete se los queda el mismo banco que vendió los títulos al afectado y que los tribunales están sentenciado que no se ajustó a la legalidad.
Algunas entidades, como Laboral Kutxa, han renunciado casi desde el primer momento de manera automática a seguir cobrando esos gastos. Pero en otros casos tienen que ser los propios afectados los que reclamen las cuotas que les ha pasado el banco. El problema reside en que aunque el juzgado ya aprobó el plan de liquidación definitivo de Fagor Electrodomésticos y Edesa, no se ha fijado la amortización de las aportaciones, algo que debe realizar el administrador concursal y que la ley fija y vincula con la liquidación de la propia cooperativa. “Por mucho que he insistido”, asegura Urrutia, “no he conseguido nada de nada”.
Según los cálculos de Bizkaiko Minduak, Fagor Electromésticos consiguió alrededor de 167 millones de euros mediante estas aportaciones. “Los gastos de custodia de esos 167 millones pueden suponer al año un millón de euros de ganancias a los bancos. ”Alguien tiene que fijar la fecha de amortización de los títulos para que esto no se dilate en el tiempo y, como siempre, en perjuicio de los afectados“.
Urrutia y su organización ni se plantean la posibilidad de pedir ayuda al Instituto Vasco de Consumo-Kontsumobide. “No hay nada que hacer con Kontsumobide. Ni está ni se les espera”. El Instituto incluso ha denegado a Bizkaiko Minduak una petición de ayuda para financiar los gastos de corrientes de esta organización, que cuenta con más de 700 socios a los que trata de asesorar para que puedan recuperar el dinero “enterrado” en las aportaciones financieras, enfatiza Urrutia.