El juez instructor plantea que el crimen de la discoteca Mítika de Vitoria quede en manos de un jurado popular
Un juez de Vitoria ha determinado que un jurado popular emita veredicto de culpabilidad o inocencia sobre el fallecimiento en febrero del joven Kerman Villate, de 31 años, tras recibir un golpe del portero de la discoteca Mítika del centro comercial Dendaraba de Vitoria, según ha podido saber este periódico. Esto es así porque, inicialmente, los hechos se han tipificado como “homicidio doloso” o “asesinato con alevosía”, con posibles penas de entre 10 y 22 años de prisión para el agresor. La Fiscalía, en cambio, entendía que fue un “homicidio imprudente”, penado con un máximo de cuatro años de cárcel, y que, por lo tanto, debería ser juzgado por un tribunal profesional ordinario. La resolución no es firme y caben recursos.
El magistrado Álvaro Silván Hernández, titular del juzgado de Instrucción 3 de Vitoria y de actualidad por su papel en el caso de las denuncias de posibles casos de violencia sexual en el campamento con menores de Bernedo, celebró en septiembre una vistilla para escuchar a las partes una vez finalizada la investigación. Finalmente, según una resolución dictada en las últimas horas y notificada este jueves, se atiende el criterio de la familia de interpretar lo sucedido como un acto voluntario y premeditado frente a la tesis sostenida por el fiscal del caso, actualmente Josu Izaguirre, que “dejó rota” a la familia, que ha hecho pública en varias ocasiones su desazón por la respuesta que están recibiendo desde las diferentes instituciones.
La normativa establece que ese tipo de delitos han de ser juzgados mediante un jurado y así será en los próximos meses, aunque todavía no hay una fecha cerrada a expensas de los recursos. La instrucción ha sido ágil en comparación con otros procesos judiciales en Vitoria. De cara a las vistas, si se confirma que se tramitará con jurado, las partes tendrán posibilidad de vetar a algunos candidatos y serán quince las personas elegidas para emitir un veredicto. De la sentencia sí se encargaría un magistrado de la Audiencia Provincial. Antes, las partes deberán presentar sus escritos de calificación. La Fiscalía, técnicamente, podría insistir en el “homicidio imprudente” incluso aunque el caso vaya a jurado.
Esta resolución, no obstante, es recurrible ante la Audiencia Provincial. Si prosperaren los posibles recursos y se rebajara la calificación a “homicidio imprudente”, las partes no podrían sostener una petición superior en aplicación siempre de las garantías procesales de la que gozan los imputados en la vía penal.
Los hechos se produjeron en febrero, en una noche de sábado a domingo, en un local del centro de Vitoria que luego quedó clausurado durante varios meses y que ahora ha reabierto con otro nombre. El detenido fue enviado a prisión provisional. En marzo, después del crimen, este mismo portero fue juzgado y luego absuelto por otra denuncia de agresión física cuando trabajaba para otro local, el Glass. Son hechos de 2023. El Departamento de Seguridad, en todo caso, le revocó al imputado 'a posteriori' la habilitación administrativa para trabajar en los controles de accesos.
La familia, en este tiempo, ha sido muy activa en denunciar las “negligencias institucionales” que, a su juicio, propiciaron lo sucedido. “Una mínima asunción de responsabilidad institucional por su asesinato es lo menos que merece nuestro hijo”, escribieron en una carta. Han puesto mucho énfasis, por ejemplo, en que una agente de la Policía Local envió advertencias sobre agresiones anteriores protagonizadas por quien ahora será juzgado. Esta semana se ha conocido que el Ayuntamiento ha archivado sin consecuencias la investigación interna abierta en abril a la luz de esos datos. También se han quejado de falta de interés de la alcaldesa de la ciudad, Maider Etxebarria. El caso ha propiciado que el Departamento de Seguridad haya iniciado una modificación de la normativa de habilitación de este tipo de personal en locales de ocio nocturno.
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