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Si Dani Alves te viola

230128 VIOLACIÓN ABUSO SEXUAL

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Imagínate que sales una noche con tus amigas de fiesta y te encuentras a alguien que, como Dani Alves, piensa que puede tener sexo sin consentimiento, que te arrincona en un baño o en un portal, porque las mujeres están para darle placer, independientemente de si ellas quieren o no. Imagínate que eso sucede.

Si desgraciadamente eso ocurre (no tiene por qué ser un futbolista famoso, puede ser cualquiera, un amigo, un conocido o alguien al que no hayas visto en tu vida), es necesario que sepas que existe un protocolo de atención a mujeres víctimas de agresiones sexuales que FUNCIONA. Y precisamente lo hemos comprobado con el caso más mediático del momento, el caso de Alves, donde el local nocturno activó el protocolo y gracias a ello se ha podido atender adecuadamente a la mujer y conservar las pruebas de la agresión.

Antes de 2018 no existían esos protocolos y hubiera sido casi imposible que el futbolista acabara en prisión provisional y sin fianza acusado de un delito de agresión sexual. ¿Y por qué? Porque en este tipo de ataques sexuales, la actuación inmediata de las fuerzas y cuerpos de seguridad es fundamental, así como la inmediatez para recoger pruebas de lo sucedido.

Pero que la víctima de esta violación haya rechazado la indemnización que le corresponde para evitar el juicio paralelo al que la sociedad le condenaría por ser el agresor un futbolista famoso nos debe hacer reflexionar. Esta mujer ha sido muy valiente en denunciar, pero ¿qué hubiera ocurrido si el agresor hubiera sido un amigo o un familiar? ¿Somos verdaderamente conscientes de lo que supone denunciar en esos casos? La violencia y presión social que puede sufrir la mujer es bestial. Denunciar, como lo ha hecho, no es fácil, por ello la protección de las víctimas debe darse independientemente de si ellas interponen o no una denuncia.

Los protocolos ante agresiones sexuales no serían posible sin el empuje del movimiento feminista, que en 2017, tras la escandalosa sentencia de La Manada, donde los jueces no vieron delito de agresión porque la víctima, al parecer, no estaba coaccionada en un portal rodeada de 5 bestias, y donde un juez dijo que él veía signos de “jolgorio”, hizo del lema ‘Hermana, yo si te creo’ un mandato. Ese ‘Hermana, yo si te creo’ es la base de la Ley ‘Solo Sí es Sí’, una ley pionera, transgresora y valiente, que deja atrás la cultura de la violación, pone en el centro el consentimiento y protege a las mujeres de todas las violencias que sufren.

La derecha, PP y Vox, está utilizando esta ley, instrumentalizando a las víctimas, como ya lo hicieron en el pasado con las del terrorismo, para intentar torpedear al Ministerio de Igualdad, en colaboración de la caverna mediática y judicial, que ven los avances del feminismo como una amenaza.

Desde la entrada en vigor de la ley, se han contabilizado 248 casos en los que no ha habido rebaja de penas. También, desde su entrada en vigor, ha habido 252 en los que, después de revisarse, no se ha reducido la pena de los condenados. El por qué entonces de las rebajas de penas no está en la ley sino en la interpretación que los y las jueces están haciendo de ella.

Algo a lo que la derecha se está agarrando como un clavo ardiendo. Sin embargo, no vemos al PP condenar, por ejemplo, las locuras de su socio de gobierno en Castilla y León que niega la violencia machista o chantajea de manera sádica a las mujeres que quieren abortar.

Y precisamente ahí el PP de Extremadura debería tener mucho que decir. ¿Estaría dispuesto a gobernar en nuestra región con quien plantea barbaridades como que una mujer tenga que escuchar el latido del feto antes de abortar? Estamos esperando que sean claros en este punto.

Sin embargo, y a pesar de todo, estamos constatando cómo los avances feministas son una realidad. Y lo seguirán siendo. Le pese a quien le pese.

Y ante todo, si alguien como Dani Alves te viola, que sepas que no hace falta denunciar para acceder a todos los derechos reconocidos en la ley porque hermana yo sí te creo y porque en este país el consentimiento está en el centro gracias al movimiento feminista y a la Ley del Solo Sí es Sí.

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