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The Guardian en español

La UE pide prisa, pero el ritmo de la salida lo marcará Londres

Imagen de archivo de Juncker

Jon Henley y Jennifer Rankin | Bruselas / Patrick Wintour | Londres

Londres y Bruselas parecen dirigirse a un punto muerto de cara a la cumbre de la Unión Europea que se celebrará este martes para discutir la votación favorable al Brexit de Reino Unido. Con los líderes europeos divididos sobre cómo negociar el Brexit y con Reino Unido aparentemente reacio a iniciar conversaciones formales sobre su salida, una fuente de la Unión Europea ha dicho que los expertos en derecho concluyen que un estado miembro no puede ser forzado a iniciar el proceso.

Sin embargo, un alto cargo de la Unión Europea apunta que, del mismo modo, Bruselas podría negarse a recibir propuestas para llevar a cabo conversaciones informales antes de que el proceso de salida se haya iniciado oficialmente, vía que importantes líderes del Brexit incluido Boris Johnson quieren perseguir.

“Mientras que no haya notificación, no habrá ninguna negociación”, asegura el alto cargo. Bruselas ha perdido la esperanza de que Reino Unido active el artículo 50 –el procedimiento que nunca se ha utilizado que dirige cómo un estado miembro abandona el bloque– en la cumbre de este martes.

El alto cargo ha dicho también que Reino Unido está en “una crisis considerable” y que sería poco realista esperar dicho movimiento. Pero insistió: “Estamos preparados para entrar en ese proceso pronto. Estamos preparados para comenzarlo lo antes posible”.

Se espera que el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, esté en Londres para mantener conversaciones este lunes después de una parada en Bruselas. Mientras tanto, los líderes de Alemania, Francia e Italia se reunirán en Berlín antes de la cumbre del martes. Kerry ha instado a Reino Unido y a la Unión Europea a “minimizar el trastorno” negociando el divorcio de manera responsable.

David Cameron deberá explicar la posición de Reino Unido durante la cena de la cumbre europea el martes por la noche. Cameron se irá después de la cena y no participará en las conversaciones entre los líderes de los otros 27 miembros del bloque que tendrán lugar el miércoles.

Martin Schulz, el presidente del Parlamento Europeo, encabezó el llamamiento para que las conversaciones formales de la salida arrancasen este mismo martes. “Esperamos el movimiento del gobierno británico”, dijo al periódico alemán Bild am Sonntag. “La cumbre del martes es el momento apropiado para hacerlo”.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo que las conversaciones debían empezar con carácter de urgencia. Una fuente de la UE contó a the Guardian que Juncker había llamado a Cameron el viernes para decirle al primer ministro que debía invocar el artículo 50 inmediatamente.

Cameron dijo durante su discurso de renuncia que dejaría esa tarea para su sucesor, que se decidirá en octubre. Según esta fuente, Juncker le contestó: “La decisión de los británicos fue clarísima, y el único paso lógico es cumplir con su voluntad lo más pronto posible”.

Sin embargo, autoridades de la Unión Europea afirman que las posibilidades de que las conversaciones sobre la salida comiencen inmediatamente son escasas. Expertos en derecho han concluido que un Estado miembro no puede ser forzado a tomar el paso “serio e irreversible” de empezar el proceso marcado por el artículo 50, explica una fuente que añade: “tiene que hacerse de manera inequívoca, con voluntad explícita de activar el artículo 50”.

No hay duda de que Londres se enfrentará ahora a fuertes presiones políticas para que comience las negociaciones en otoño y es muy probable que la Unión Europea rechace la idea de conversaciones informales antes de que se haya hecho una notificación oficial.

Importantes defensores del leave, incluido Johnson, han dicho que primero quieren empezar negociaciones informales. De esta manera evitarían que Reino Unido quede bloqueado en el marco del estricto calendario de dos años en los que deben concluir las negociaciones establecidas por el artículo 50.

En un aluvión de actividad diplomática, Donald Tusk, el presidente del Consejo Europeo que moderará la reunión de esta semana, tiene previsto encontrarse con el presidente de francés Fraçois Hollande este lunes, después de viajar a Berlín para reunirse con la canciller Angela Merkel y el primer ministro italiano Matteo Renzi.

Los tiempos los marca Londres

Con las frustraciones crecientes por la falta de voluntad de Reino Unido de comenzar el proceso de divorcio, Merkel ha llamado a la calma, a los debates formales, dejando claro que los tiempos los tiene que marcar Londres.

No está claro si el sucesor de Cameron intentará mantener a Reino Unido dentro del mercado único de la Unión Europea y así permanecer sujeto a las normas de libre circulación dentro de la Unión Europea, o si avanzará firmemente hacia una ruptura total, siguiendo la política oficial de la campaña del leave. Merkel quiere esperar hasta que esto se sepa, lo cual puede que no suceda hasta se nombre al nuevo primer ministro.

A Merkel le preocupa que otros líderes de la Unión Europea intenten utilizar el revés a Europa que simboliza el Brexit como palanca para pedir reglas fiscales menos ajustadas sobre la inversión pública, algo que tanto el líder francés como el italiano creen que podría reactivar la economía europea y la popularidad de la Unión Europea.

El jefe del gabinete de Merkel, Peter Altmaier, ha dicho que los políticos británicos deberían “tomarse un tiempo para reconsiderar las consecuencias de la decisión del Brexit, pero con eso no me refiero en ningún caso al Brexit en sí”. Europa debería “esperar a que esto pase con calma”, dice.

El antiguo primer ministro de Finlandia Alexander Stubb cree que la Unión Europea no debería presionar a Reino Unido para que inicie demasiado rápido el proceso de salida formal. “Esto será un complicadísimo conjunto de negociaciones”.

Otras capitales europeas, sin embargo, están presionando hacia una salida rápida. Los ministros exteriores de los seis miembros fundadores quieren que Reino Unido empiece los procedimientos “lo antes posible” para evitar un largo y potencialmente periodo negativo de incertidumbre para el ya debilitado bloque.

El ministro de exteriores holandés, Bert Koenders, dijo este domingo en el the Volkskrant: “No podemos tener el tipo de titubeos que Boris Johnson está proponiendo. Todos quieren claridad: los ciudadanos, los empresarios y los mercados financieros”. El ministro de exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, aseguró que Cameron debería ser reemplazado en “pocos días”.

Primero la salida, después los acuerdos

Los franceses y los italianos, que harán frente a inminentes retos electorales, quieren ser vistos de tal modo que parezca que están respondiendo al cabreo popular hacia la Unión Europea y, al mismo tiempo, adoptando una línea férrea con Reino Unido para recalcar el coste de abandonar la UE. Renzi ha anunciado un referéndum sobre una reforma constitucional en octubre que quizá termine con su cese, mientras que Francia tiene elecciones generales la próxima primavera.

El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, dijo en el periódico económico the Handelsblatt que la Unión Europea no estaba haciendo nuevas ofertas. “Los británicos han decidido ahora irse. No mantendremos conversaciones sobre lo que la Unión Europea puede ofrecer todavía para mantener a Reino Unido dentro”, añadió recordando la decisión de Cameron de calificar al referéndum de “gran e históricos error garrafal” y diciendo que debía apartarse pronto. “Está claro: o estás o no estás, no hay término medio”.

Veteranos diplomáticos –también conocidos como sherpas– de los Estados miembros de la UE se reunieron el domingo por primera vez sin Reino Unido para preparar la cumbre de dos días, la cual quiere mandar el mensaje de que la Unión Europea está unida después de la decisión sin precedentes de Reino Unido.

Las autoridades han hecho hincapié en que Reino Unido no será capaz de concluir un acuerdo económico con la UE hasta que haya salido de la unión.

Según dicen, Francia y Alemania han elaborado un documento de diez páginas para perfilar las tres áreas clave (seguridad; migración y refugiados; y trabajos y crecimiento) para los miembros para abordar en la reunión en un intento de reforzar los 60 años de unión, que se enfrenta ahora al riesgo de deshacerse después de que Reino Unido haya votado salir.

El sábado, Tusk nombró a un diplomático belga, Didier Seeuws, para empezar a trabajar en la coordinación de las futuras negociaciones con Reino Unido.

Con información adicional de Philip Oltermann en Berlín y Gordon Darroch en La Haya.

Traducido por Cristina Armunia Berges

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