Varios muertos en un hotel de Italia tras quedar sepultados por un alud
Los equipos de rescate han extraído un primer cadáver del interior del Hotel Rigopiano en localidad de Farindola, en la región de los Abruzos, que ha quedado sepultado por un alud de nieve tras los terremotos del miércoles y donde se teme que haya muchos muertos.
Los medios de comunicación italianos que citan fuentes de los equipos de socorro explican que la primera víctima es un hombre y que se continúa excavando en el hotel, buscando a los desaparecidos, en condiciones “dificilísimas”.
La Protección civil ha informado de que hay 30 personas desaparecidas. Entre los que se cuentan los 22 huéspedes registrados en el hotel, en el macizo del Gran Sasso (a unos 1.300 metros de altura), en la cordillera de los Apeninos, y el personal que trabaja allí.
Uno de los integrantes del equipo de rescate que ha conseguido entrar en el edificio ha asegurado que “hay muchos muertos”, según declaraciones realizadas a medios italianos. Antonio Crocetta, uno de los responsables del Cuerpo de Rescate Alpino de Los Abruzos, que llegaron al hotel tras varias horas de ascenso con los esquís también ha confirmado que habrá muchas víctimas.
Condiciones adversas
Los equipos de rescate se pusieron en marcha tras recibir el miércoles algunos mensajes de texto en los que se advertía de la avalancha, pero las condiciones del tiempo con intensas nevadas y más de cinco metros de nieve acumulados han hecho muy difícil el ascenso.
Sobre las cuatro de la madrugada de este jueves han llegado con esquíes los primeros equipos de rescate del Cuerpo de los Alpinos. Los primeros en ser rescatados fueron dos de los huéspedes del hotel, que se encontraban fuera del edificio durante el alud, y que pudieron refugiarse en un coche y advertir a emergencias de lo sucedido.
A la zona siguen llegando algunas ambulancias y otros medios de rescate que se van abriendo paso lentamente gracias a quitanieves. Según los primeros testimonios de los equipos de rescate, el hotel está parcialmente derrumbado y completamente sepultado bajo la nieve y se ven algunas luces, pero no llegan voces de su interior.