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Beneficios de la Ashwagandha para la mujer: ¿Funciona realmente?

ashwagandha mujeres

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La ashwagandha (Withania somnifera) es una planta adaptógena cada vez más estudiada por su efecto sobre el equilibrio hormonal, el estrés y la energía femenina. Su capacidad para actuar sobre el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal(HHA) la convierte en una herramienta interesante para abordar síntomas comunes como el cansancio persistente, el insomnio o la falta de deseo.

Diversos estudios recientes apuntan a beneficios en áreas clave del bienestar de la mujer: desde la regulación del ánimo hasta el soporte en la fase de menopausia o fertilidad. Su acción se atribuye a la presencia de withanólidos, compuestos bioactivos que modulan la respuesta al estrés y apoyan una función hormonal más estable.

A lo largo de este artículo analizamos qué beneficios reales ofrece la ashwagandha en mujeres, cómo actúa en cada etapa de la vida y qué fórmulas tienen mejor respaldo científico.

¿Cuáles son los beneficios de la Ashwagandha para la mujer?

Los efectos de la ashwagandha en mujeres han sido especialmente estudiados en contextos de estrés emocional, fatiga persistente, alteraciones del ánimo y pérdida de vitalidad. Se ha observado que su consumo regular puede contribuir a una mayor sensación de energía, una mejor adaptación al cambio hormonal y una recuperación más rápida tras períodos de sobrecarga física o mental.

También se han documentado mejoras en el estado de ánimo, la calidad del sueño y el deseo sexual, aspectos frecuentemente afectados por el estrés crónico o las fluctuaciones hormonales a lo largo del ciclo o durante la perimenopausia.

Estos beneficios, sin embargo, dependen en gran parte del tipo de extracto utilizado.

¿Por qué no todas las ashwagandhas funcionan igual?

Una diferencia clave está en la concentración de withanólidos, compuestos activos responsables del efecto adaptógeno. Mientras algunos extractos comunes contienen apenas un 2-5 %, el extracto Sensoril® se estandariza al 10 % y es uno de los más utilizados en ensayos clínicos por su alta biodisponibilidad y eficacia sostenida.

Este tipo de extracto es el que emplea la fórmula Aphrodite Sensation, desarrollada para apoyar la energía, equilibrio hormonal, estado de ánimo y deseo. Además del Sensoril®, incorpora:

  • Tribulus Terrestris, con alta concentración de saponinas, asociado al bienestar hormonal femenino
  • Maca andina, por su efecto sobre la vitalidad física y la recuperación mental
  • Azafrán, estandarizado en safranal, con beneficios estudiados sobre el ánimo y la función sexual

Gracias a esta combinación, Aphrodite Sensation se dirige a mujeres que atraviesan etapas de cansancio persistente, desequilibrios puntuales relacionados con el ciclo o el estrés, o bajada del deseo sexual.

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¿La Ashwagandha tiene beneficios sexuales en mujeres?

La ashwagandha es uno de los adaptógenos con mayor evidencia en el ámbito del bienestar sexual femenino, especialmente cuando el deseo, la excitación o la satisfacción se ven afectados por el estrés. Su acción se centra en reducir el exceso de cortisol, mejorar el estado de ánimo y favorecer la respuesta física a la estimulación.

¿Qué se ha observado en los estudios?

En ensayos clínicos realizados con mujeres con deseo sexual hipoactivo, el uso de extractos estandarizados de ashwagandha mostró mejoras relevantes en indicadores como el deseo, la excitación, la lubricación y la frecuencia de orgasmos. Estos beneficios se observaron con dosis moderadas cuando se utilizaban extractos concentrados, ricos en withanólidos, como Sensoril®.

Más allá de la cantidad total, lo que determina la eficacia es el perfil del extracto: su estandarización en principios activos y su biodisponibilidad. Sensoril®, por ejemplo, concentra un 10 % de withanólidos y se ha empleado con eficacia en estudios con dosis a partir de 250 mg diarios.

Mecanismos implicados

  • Favorece la reducción del cortisol, hormona que interfiere directamente en la función sexual cuando se encuentra elevada
  • Apoyo emocional, gracias a su acción sobre neurotransmisores como el GABA y la serotonina
  • Mejor adaptación hormonal, con efectos indirectos sobre los niveles de testosterona y estrógeno

Este enfoque fisiológico explica por qué la ashwagandha es cada vez más utilizada en fórmulas dirigidas al bienestar sexual de mujeres con fatiga, estrés o cambios hormonales. Cuando se combina con otros extractos como Maca o Azafrán, su efecto puede extenderse al ánimo y la vitalidad física y emocional.

¿Sirve la Ashwagandha para la menopausia?

En la transición a la menopausia, el cuerpo atraviesa un periodo de adaptación en el que pueden aparecer síntomas como agotamiento físico, alteraciones del sueño, irritabilidad o descenso del deseo sexual. Estas manifestaciones no solo están relacionadas con los cambios hormonales, sino también con un aumento del estrés oxidativo y una menor capacidad del organismo para adaptarse a la carga diaria.

La ashwagandha actúa como modulador del sistema de respuesta al estrés, ayudando a estabilizar la actividad del sistema nervioso y a mejorar la resiliencia general del organismo. Esta acción puede traducirse en mejoras significativas en aspectos como:

  • La calidad del sueño, reduciendo los despertares nocturnos y favoreciendo un descanso más profundo
  • El equilibrio emocional, con menor irritabilidad y mejor tolerancia al cambio
  • La energía física y mental, gracias a su efecto sobre la producción de ATP y la reducción del cansancio percibido
  • La función sexual, apoyando el deseo y la lubricación, que pueden verse afectados en esta etapa

También se ha observado un beneficio adicional sobre la claridad mental. Estudios recientes apuntan a una mejora en la función cognitiva, en especial en mujeres que refieren dificultades de concentración o “niebla mental” durante la perimenopausia.

Un enfoque integrador

La eficacia de la ashwagandha puede potenciarse cuando se combina con otros extractos vegetales con afinidad por la esfera hormonal y emocional femenina. Ingredientes como la maca o el azafrán han demostrado efectos sinérgicos sobre el estado de ánimo, la energía y la respuesta sexual, lo que ha llevado a su inclusión en fórmulas específicamente desarrolladas para acompañar esta etapa de transición.

¿Se puede tomar Ashwagandha durante el embarazo?

Durante el embarazo, es fundamental extremar la precaución con cualquier suplemento, incluidos los de origen vegetal. Aunque la ashwagandha ha mostrado beneficios en otros contextos, su uso en mujeres embarazadas no ha sido suficientemente estudiado en ensayos clínicos de calidad, por lo que no se recomienda su consumo sin supervisión médica.

Algunos compuestos presentes en la planta podrían influir sobre el equilibrio hormonal o la actividad uterina, y aunque la evidencia no es concluyente, los expertos coinciden en que, ante la duda, lo más sensato es consultar con un profesional de la salud antes de incluirla en la rutina durante esta etapa.

En general, se desaconseja el uso de adaptógenos en el embarazo sin un criterio médico claro que lo justifique. Cada caso debe valorarse de forma individual, teniendo en cuenta el historial de la mujer y sus necesidades específicas.

¿La Ashwagandha puede ayudar con la fertilidad femenina?

La fertilidad está estrechamente ligada al equilibrio hormonal, la calidad ovárica y el entorno general del organismo. En los últimos años, la ashwagandha se ha investigado por su posible papel como apoyo complementario en mujeres que buscan regular su ciclo o favorecer un entorno propicio para la concepción.

Apoyo frente al estrés oxidativo

El estrés oxidativo es un factor que puede afectar la calidad de los ovocitos y el entorno reproductivo. La ashwagandha, por su perfil antioxidante, podría ayudar a proteger las células ováricas y favorecer un ambiente celular más saludable para los procesos reproductivos.

Un enfoque complementario en salud reproductiva

Su uso puede ser especialmente interesante en mujeres que experimentan:

  • Alteraciones leves del ciclo menstrual
  • Cansancio prolongado o sobrecarga emocional
  • Desequilibrios funcionales relacionados con el eje hormonal
  • Situaciones de búsqueda activa del embarazo con altos niveles de exigencia física o mental

Si bien aún hacen falta más investigaciones clínicas específicas sobre fertilidad femenina, su perfil fisiológico la sitúa como una opción a considerar dentro de un enfoque global, siempre bajo supervisión profesional cuando se desea concebir.

¿Cómo influye la Ashwagandha en las hormonas femeninas?

La ashwagandha es conocida por su efecto modulador sobre el sistema endocrino, especialmente en situaciones de desequilibrio hormonal funcional. En mujeres, su influencia se ha relacionado con una mayor estabilidad del ciclo, mejoras en la energía vital y una mayor tolerancia al estrés fisiológico.

Equilibrio hormonal y respuesta adaptativa

Uno de los principales mecanismos de acción de la ashwagandha es su capacidad para modular la actividad del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA), encargado de coordinar la respuesta hormonal al estrés. Al reducir la sobrecarga de este eje, se favorece una producción más estable de hormonas sexuales como el estrógeno y la progesterona, claves en la regulación del ciclo ovárico y el bienestar general.

Este equilibrio no se limita al sistema reproductivo: también puede influir positivamente en el estado anímico, la calidad del sueño y la respuesta emocional.

Testosterona en mujeres: ¿por qué es relevante?

Aunque se asocia más comúnmente al organismo masculino, la testosterona también es fundamental en el cuerpo de la mujer. Participa en funciones como el deseo sexual, la energía física, la síntesis proteica y la salud ósea.

Algunas investigaciones sugieren que la ashwagandha podría favorecer una mejor disponibilidad de testosterona en mujeres con niveles bajos, principalmente como efecto indirecto de su acción reguladora sobre el cortisol. Este mecanismo puede resultar útil en casos de fatiga, bajo deseo sexual o pérdida de vitalidad.

En mujeres con niveles hormonales normales, no parece alterar los valores fisiológicos, sino más bien contribuir a mantener un entorno hormonal equilibrado.

Ashwagandha y estrés en mujeres: una relación directa

La carga mental, los cambios hormonales y la presión del entorno hacen que muchas mujeres experimenten síntomas asociados al estrés de forma más intensa o persistente. Esto puede manifestarse como irritabilidad, insomnio, ansiedad leve, sensación de agotamiento o dificultad para desconectar. En este contexto, la ashwagandha se ha posicionado como uno de los adaptógenos más estudiados por su capacidad para modular la respuesta al estrés sin sedación ni interferencias cognitivas.

¿Cómo actúa?

Los compuestos activos de la ashwagandha, en particular los withanólidos, actúan sobre varios sistemas implicados en la gestión del estrés:

  • Sistema nervioso central, donde promueven la acción de neurotransmisores como el GABA, con efecto calmante
  • Sistema endocrino, donde ayudan a regular la liberación de cortisol y otras hormonas del estrés
  • Sistema inmune, al favorecer la reducción de la inflamación de bajo grado que suele acompañar al estrés crónico

Este conjunto de acciones permite una mayor resiliencia fisiológica ante situaciones de exigencia emocional o física sostenida.

Aplicación práctica en la salud femenina

El impacto del estrés no se limita a lo emocional: puede alterar el ciclo menstrual, empeorar los síntomas premenstruales, dificultar la conciliación del sueño y reducir el deseo sexual. Varios estudios han observado que la suplementación con ashwagandha puede:

  • Mejorar la estabilidad emocional ante estímulos cotidianos
  • Reducir la ansiedad leve o moderada 
  • Apoyar una mejor regulación del sueño, especialmente en mujeres que presentan insomnio vinculado a preocupaciones o fatiga mental
  • Ayudar en casos de síntomas cíclicos, como la irritabilidad o la tensión premenstrual, actuando sobre el sistema hormonal y nervioso de forma conjunta

Este perfil de acción integral explica por qué cada vez más fórmulas enfocadas al bienestar femenino incluyen la ashwagandha como uno de sus componentes base.

¿Cómo saber si el estrés te está afectando más de lo que crees?

Algunos signos de estrés sostenido en mujeres pueden pasar desapercibidos o confundirse con cansancio o sobrecarga puntual. Si te reconoces en varias de estas situaciones, puede que tu organismo esté bajo una demanda adaptativa constante:

  • Sientes que te cuesta desconectar mentalmente, incluso en momentos de descanso
  • Te despiertas por la noche sin motivo aparente, o te levantas con sensación de no haber descansado
  • Notas una disminución progresiva en tu energía, motivación o deseo sexual
  • Te afectan más de lo habitual los cambios de humor, la irritabilidad o la dificultad para concentrarte
  • Tu ciclo menstrual ha cambiado sin una causa clara

En estos casos, trabajar sobre el equilibrio del sistema nervioso y hormonal puede marcar una diferencia en el bienestar diario. La ashwagandha es uno de los recursos naturales que más se han estudiado con este enfoque, especialmente en combinación con otros extractos adaptógenos o reguladores del ánimo.

Ashwagandha y energía diaria: apoyo real para mujeres activas

Muchas mujeres experimentan una sensación persistente de fatiga que no se resuelve con una buena noche de sueño ni con descanso puntual. Este agotamiento suele estar vinculado a una combinación de factores: exigencia mental constante, baja calidad de recuperación, estrés mantenido y desequilibrios hormonales sutiles. En este tipo de situaciones, la ashwagandha puede actuar como un modulador adaptativo, ayudando al organismo a recuperar su capacidad de respuesta frente a la demanda.

¿Cómo influye en los niveles de energía?

A diferencia de los estimulantes, la ashwagandha no actúa forzando el sistema nervioso. Su efecto se basa en:

  • Optimizar el metabolismo energético celular, al apoyar la función mitocondrial y la producción de ATP
  • Reducir la fatiga percibida, al modular la respuesta al esfuerzo y mejorar la tolerancia al estrés físico
  • Favorecer una recuperación más eficiente, gracias a su acción antiinflamatoria y antioxidante

Estos mecanismos explican por qué, en varios ensayos clínicos, se ha observado una mejora en el rendimiento físico y la resistencia tras varias semanas de suplementación con ashwagandha.

Efecto sobre el rendimiento mental

El agotamiento no es solo físico. En mujeres sometidas a una carga mental elevada, la ashwagandha también ha mostrado efectos positivos sobre la claridad cognitiva, la concentración sostenida y la velocidad de procesamiento. Estos beneficios están relacionados con su acción sobre neurotransmisores como el GABA y la serotonina, así como con la mejora del flujo sanguíneo cerebral.

¿En qué perfiles puede ser especialmente útil?

  • Mujeres con jornadas exigentes a nivel físico o intelectual
  • Casos de fatiga persistente no explicada por causas médicas
  • Situaciones de entrenamiento o recuperación deportiva
  • Personas con sensación constante de “batería baja”, incluso sin estrés agudo

Su uso, dentro de un enfoque integral que contemple descanso, nutrición y ejercicio, puede favorecer una mejor gestión de la energía a lo largo del día, sin caídas bruscas ni efectos secundarios.

¿Qué dicen los estudios sobre la Ashwagandha en mujeres?

El creciente interés por la ashwagandha en el ámbito de la salud femenina ha dado lugar a una serie de estudios clínicos centrados en su efecto sobre parámetros como el estrés, la libido, el sueño o la vitalidad general. Aunque muchos ensayos incluyen poblaciones mixtas, en los últimos años se han publicado investigaciones específicas en mujeres que permiten comprender mejor su potencial.

Áreas donde se ha estudiado su efecto

  • Función sexual y deseo: En un ensayo aleatorizado, mujeres con deseo sexual hipoactivo que tomaron extracto estandarizado de ashwagandha durante ocho semanas mostraron mejoras significativas en indicadores como deseo, excitación, satisfacción y frecuencia de orgasmos en comparación con el placebo.
  • Estrés y ansiedad: Varios estudios han documentado una reducción significativa del cortisol y de los niveles percibidos de ansiedad tras la suplementación con ashwagandha, especialmente en mujeres con cargas emocionales elevadas o sintomatología leve-moderada.
  • Sueño: Ensayos clínicos con mediciones objetivas (como el índice de calidad del sueño de Pittsburgh) han mostrado mejoras en latencia, duración y percepción del descanso en mujeres que tomaron extractos estandarizados durante al menos ocho semanas.
  • Energía y vitalidad: Se han reportado aumentos en parámetros como tolerancia al esfuerzo, capacidad de recuperación y percepción de fatiga, incluso en mujeres sin patologías previas.

Dosis y duración habituales

En los estudios realizados con mujeres adultas, las dosis efectivas de ashwagandha suelen situarse entre 250 y 600 mg diarios, con extractos estandarizados en withanólidos. El tipo de extracto, la duración del tratamiento (normalmente entre 8 y 12 semanas) y la combinación con otros ingredientes influyen significativamente en los resultados.

Qué se puede esperar y en qué plazos

Los efectos percibidos dependen del contexto individual, pero muchas mujeres reportan mejoras sostenidas a partir de la cuarta semana, especialmente en aspectos como el sueño, el estado de ánimo y el manejo del estrés. Otros efectos, como la mejora del deseo sexual o la claridad mental, pueden requerir un uso más prolongado.

¿Con qué otros suplementos se puede combinar la Ashwagandha?

La ashwagandha actúa sobre el sistema nervioso, el eje hormonal y la capacidad adaptativa del organismo. Por ello, su eficacia puede potenciarse cuando se combina con otros ingredientes que actúan sobre rutas fisiológicas complementarias, especialmente en el contexto del bienestar femenino.

Magnesio

Este mineral participa en más de 300 reacciones bioquímicas y tiene un papel esencial en la relajación neuromuscular, la regulación del estado de ánimo y la gestión del estrés. Su combinación con ashwagandha puede ser especialmente útil para:

  • Mujeres con ansiedad leve o dificultad para desconectar
  • Casos de fatiga con componente muscular o nervioso
  • Apoyo al sueño sin sedación

Al intervenir en la síntesis de GABA y la modulación del eje HHA, el magnesio complementa bien la acción de la ashwagandha.

Maca

La maca andina (Lepidium meyenii) es un adaptógeno tradicionalmente usado para mejorar la energía física, el rendimiento cognitivo y la función sexual. Su combinación con ashwagandha tiene sentido en mujeres que buscan:

  • Recuperar vitalidad en periodos de agotamiento
  • Apoyar la libido desde una perspectiva hormonal y emocional
  • Estabilizar el ánimo en fases de transición, como la perimenopausia

Ambas plantas tienen perfiles complementarios y son bien toleradas en combinación.

Azafrán

El extracto de azafrán, estandarizado en safranal y crocinas, se ha estudiado por su efecto positivo sobre el estado de ánimo, la motivación y la regulación emocional. Al combinarlo con ashwagandha:

  • Se refuerza el equilibrio neuroquímico
  • Se mejora la tolerancia al estrés sin pérdida de energía
  • Puede aumentar el bienestar general en mujeres con tendencia a la baja vitalidad emocional o al descenso del deseo

Tribulus terrestris

Planta rica en saponinas, utilizada tradicionalmente en el ámbito del rendimiento físico y la salud hormonal femenina. Su combinación con ashwagandha puede ser interesante en:

  • Mujeres con bajo deseo sexual asociado a desequilibrio hormonal leve
  • Contextos de recuperación tras fatiga prolongada
  • Fórmulas destinadas a apoyar el tono vital desde lo hormonal

¿Cómo y cuándo tomar Ashwagandha si eres mujer?

La eficacia de la ashwagandha depende no solo de la dosis, sino también del tipo de extracto utilizado, su concentración en compuestos activos y la constancia en la toma. Los extractos estandarizados con alta biodisponibilidad permiten obtener resultados con dosis moderadas, siempre que se mantenga la regularidad en su uso.

Duración recomendada

En los estudios realizados con mujeres, los efectos más consistentes se observan tras un periodo mínimo de 8 semanas de suplementación continua, especialmente en aspectos como la calidad del sueño, el estado de ánimo, el deseo sexual o la tolerancia al estrés. En algunos casos, los beneficios comienzan a percibirse a partir de la cuarta semana.

La duración ideal puede variar según el objetivo, pero lo habitual es mantener el uso durante dos a tres meses, reevaluando los resultados antes de hacer pausas o ajustar la pauta.

¿Cuándo tomarla?

El momento más adecuado dependerá de la finalidad:

  • Para mejorar la energía o la concentración, se recomienda tomarla por la mañana con el desayuno
  • En caso de insomnio o dificultad para desconectar, puede tomarse con la cena o dividir la dosis en dos tomas diarias
  • Si el objetivo es general —como mejorar la adaptación al estrés o apoyar el equilibrio hormonal—, una toma diaria con una comida principal es suficiente para asegurar la absorción

Los extractos bien formulados garantizan una acción progresiva y sostenida, sin necesidad de grandes dosis ni efectos secundarios asociados a la estimulación.

Sinergias con otros ingredientes

En fórmulas diseñadas para el bienestar femenino, la ashwagandha suele combinarse con ingredientes como la maca, el tribulus, el azafrán o el magnesio, que refuerzan su efecto en áreas como la vitalidad, el estado de ánimo o el deseo. Estas combinaciones no solo amplían el espectro de acción, sino que permiten adaptar la respuesta del organismo de forma más precisa a las necesidades de cada etapa o situación.

Preguntas frecuentes sobre la Ashwagandha en mujeres

¿Cuánto tiempo hay que tomarla para notar algo?

Los primeros efectos suelen aparecer entre la tercera y la cuarta semana, especialmente si se toma con regularidad. Si el objetivo es mejorar el sueño, el estrés o la energía, muchas mujeres notan cambios progresivos. En otras áreas —como el deseo sexual— se recomienda mantener la toma al menos 8 a 12 semanas para valorar resultados con criterio.

¿Puedo tomarla si uso anticonceptivos hormonales?

En principio, no hay evidencia que indique una interacción directa. Aun así, como la ashwagandha puede modular el sistema hormonal de forma general, conviene ser prudente. Si tomas anticonceptivos y estás valorando usar un suplemento con ashwagandha, lo ideal es comentarlo con tu ginecólogo o farmacéutico de referencia, sobre todo si buscas mantener una pauta hormonal estable.

¿Es mejor tomarla por la mañana o por la noche?

Depende del objetivo. Si lo que te preocupa es el estrés o el sueño, tomarla por la tarde o noche puede favorecer una mejor adaptación. En cambio, si buscas energía y concentración, es preferible tomarla con el desayuno. Hay quien la divide en dos tomas al día, sobre todo cuando se combina con otros ingredientes funcionales.

¿Qué pasa si dejo de tomarla?

No hay efecto rebote ni dependencia. Puedes interrumpir su uso en cualquier momento. En fórmulas bien diseñadas, el beneficio se construye con el tiempo, pero si decides hacer una pausa, el cuerpo no sufre alteraciones abruptas. Algunos expertos recomiendan descansar unas semanas cada dos o tres meses, pero no es una norma estricta.

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