Las memorias urbanas de Juan Garaizabal, en el Centro Cultural Coreano
Una selección de los trabajos del artista y escultor Juan Garaizabal forman parte de la muestra ¿Y si NO somos DISTINTOS? que hasta el 4 de octubre acoge la Galería Han-ul del Centro Cultural Coreano en España (Paseo de la Castellana, 15). Doce obras -o conjuntos de obra- de diferentes formatos componen la muestra que permite observar de cerca bocetos en papel, técnicas mixtas sobre tela y esculturas en diversos materiales.
Trabajos en torno a la Pagoda de Seul, el Palais des Tuileries de Paris, el Balcón de la Habana y las Memorias Urbanas de Palmira y Berlín forman parte de esta exposición, montada en colaboración con la Galería Álvaro Alcázar y que se inaugura el miércoles 4 de septiembre a las 19:30.
Juan Garaizabal (Madrid,1971) es un artista plástico, escultor y grabador. Es conocido internacionalmente por sus esculturas públicas monumentales: La Memorias Urbanas (Urban Memories), recuperan elementos significativos de las ciudades, llenando vacíos de memorias extraordinarias y generando debate sobre el urbanismo, la historia, y el papel del arte contemporáneo.
Su trabajo destaca no solamente por su discurso personal, sino por sus técnicas propias, trabajadas por él mismo, de manipulación del forjado, la carpintería, electricidad, plasticidad y albañilería. Usa la combinación de materiales e introduce elementos como la madera, el hormigón, el ladrillo, luces led… para causar una sensación de contraste del tiempo, la vanguardia y la historia.
Garaizabal ha tenido la suerte de que personas e instituciones de diferentes ciudades del mundo apuesten por su visión para rescatar con escultura historias extraordinarias muy específicas de cada lugar. Una pagoda en Seul, un palacio en las Tullerías de París, balcones de la Habana, un templo en Palmira o una iglesia en Berlín… detrás de cada elemento desaparecido hay simplemente sueños humanos. Según Garaizabal:“ Vivimos en una época de exageración de la diferencia, probablemente para perpetuar el control de castas locales. Pero también, y por suerte, vivimos en una época de tremenda interacción entre humanos de todo el globo, que evidencia un enorme lugar común y una manera muy similar de sentir de nuestra especie. Si un día de estos nos visitasen extraterrestres -lo cual por otro lado puede pasar en cualquier momento- nos daremos cuenta de golpe de que nos parecemos como gotas de agua. Cualquier persona nacida en la tierra está perfectamente preparada para meterse en la piel del otro, ya sea su vecino de enfrente o un ser de la cultura y raza más insospechada. En concreto la complicidad y comunicación entre un Europeo-como se define Garaizabal- de España y los Coreanos del sur resulta casi inmediata¨”
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