La Plaza de Pedro Zerolo, una de las seis próximas a la Gran Vía que se quieren remodelar
La consulta sobre el futuro de la Gran Vía madrileña dejó claro el apoyo de la ciudadanía a un Centro más amable para los peatones y con menos tráfico. Aunque todavía no se ha presentado el proyecto concreto, el Ayuntamiento ya trabaja en la remodelación de seis plazas aledañas a la Gran Vía, entre las que se encuentra la Plaza de Pedro Zerolo (antigua Vázquez de Mella).
El 88,25% de las personas que participaron en esa primera consulta ciudadana dieron el sí a que el Ayuntamiento reformaran estos espacios públicos para convertirlos en lugares aptos para el “descanso o la estancia”. Además de la de Pedro Zerolo, se prevé intervenir en otras cinco plazas: la de los Mostenses, la de Santa María Soledad Torres Acosta (plaza Luna), la de San Martín (las Descalzas), la del Carmen y la de Santo Domingo.
Todas ellas tienen varios puntos en común: se levantan sobre aparcamientos públicos y su diseño actual se basa en una arquitectura de “plaza dura” de granito, con pocos elementos de mobiliario urbano, espacios diáfanos y poco amables para el descanso.
La herramienta de la que se valdría el equipo de Manuela Carmena para reformar estos espacios sería la que facilita el Europan, un concurso de proyectos europeo al que pueden concurrir jóvenes arquitectos, paisajistas, urbanistas o ingenieros de toda Europa y que en cada edición cuenta con una temática, que este año son las ciudades productivas.
El Ayuntamiento de Madrid ha encajado su propuesta en la categoría De infraestructura funcional a ciudad productiva, que busca mejorar la relación entre ciudad y producción a través de la movilidad. Como eje comercial y cultural del centro histórico, las traseras de la Gran Vía «presentan signos evidentes de degradación espacial, económica y social», explican en la memoria del proyecto.
Madrid considera que «la mayor parte fueron construidos sin tener en cuenta las necesidades del espacio público de superficie, atendiendo principalmente a la lógica técnica y económica de la infraestructura subterránea», por lo que plantean su remodelación integral, con la posibilidad de intervenir en los aparcamientos subterráneos y en sus servidumbres (rampas de acceso, escaleras, ascensores, etc.) con un doble objetivo: mejorar la calidad del espacio público de las plazas e incorporar nuevos usos en las plantas superiores.
Aparcamientos con nuevos usos
Aparcamientos con nuevos usos
El Ayuntamiento propone no solo intervenir en las plazas propiamente dichas, sino que los aparcamientos tengan nuevos usos, con «actividades productivas de todo tipo (terciario, micrologística, comercio, artesanía, espectáculos) en un espacio urbano para compartir y disfrutar por los ciudadanos y visitantes».
Los proyectos que se presenten también podrán redefinir los usos de las actuales plazas de aparcamiento y combinar espacios para residentes (como puntos de recarga de vehículos eléctricos, aparcamientos para coches de alquiler…) e, incluso, crear un nuevo modelo para la carga y descarga en el centro de Madrid, aprovechando su acceso por la Gran Vía, facilitando la movilidad y evitando la afección a los viarios residenciales.
El proyecto ganador de este concurso recibirá 12.000 euros, mientras que el jurado del concurso puede elegir también un segundo premio de 6.000 euros. El Ayuntamiento de Madrid podrá después ejecutar estos proyectos o simplemente tomar alguna de sus ideas para acometer las futuras reformas.
Por lo que respecta a la Plaza de Pedro Zerolo, la documentación del concurso explica que tiene una forma rectangular y que sus orígenes se remontan a 1837, fruto del derribo del Convento de los Capuchinos que había fundado la esposa de Felipe VI, Isabel de Borbón.
Este gran solar dejó un espacio abierto que durante años se llamó la Plaza de Bilbao. Durante Segunda República tomó el nombre de Plaza de Ruiz de Zorrilla, hasta que en 1940 fue denominada nuevamente de Bilbao. Ya en el año 1944 se le asignó el nombre del político e ideólogo tradicionalista Vázquez de Mella, hasta que en junio de 2016 se cambió por el nombre de Pedro Zerolo en homenaje al político socialista y activista LGTB.
A lo largo de todos estos años la plaza (de 4.960,22 m²) se ha ido metamorfoseando, pero fue en 1949, con la construcción del primer aparcamiento subterráneo bajo la plaza, cuando comenzó la verdadera transformación de su superficie. En 1999 tuvo lugar una nueva remodelación del aparcamiento por parte de la arquitecta y diseñadora de interiores italiana Teresa Sapey
En todo este tiempo, la actual Plaza de Pedro Zerolo no ha conseguido acabar con uno de sus principales problemas: la accesibilidad y, en la actualidad, presenta una serie de desniveles y servidumbres del aparcamiento que no permiten configurar un espacio urbano de calidad.
Junto a la ampliación de aceras de la Gran Vía, la futura remodelación de la Plaza de Pedro Zerolo se encuadra dentro de la reforma de once calles del barrio de Chueca (Santa Brígida, Farmacia, Hernán Cortés, Augusto Figueroa, San Marcos, Infantas, Reina, Costanilla de los Capuchinos, San Bartolomé, Barbieri y Libertad), que apostará por calles de plataforma única y prioridad peatonal.
Más información:
Ciudades Productivas: Programa de necesidades [PDF]
Ciudades Productivas: Programa de necesidades [PDF]
Síntesis del proyecto para Madrid [PDF]
Síntesis del proyecto para Madrid [PDF]
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