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La placa de Lina Prokófiev: una ventana en Salesas a una cantante, los gulags de Stalin y hasta a un posible plagio literario

Placa conmemorativa del lugar de nacimiento de Lina Prokófiev

Somos Chueca

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En el número 4 de la calle Bárbara de Braganza el Ayuntamiento de Madrid recuerda, desde el 30 de septiembre de 2011, a Lina Prokófiev, nacida Carolina Codina Nemiskaya en ese mismo lugar en el año 1897. Tal advertencia en forma de placa, de las que coloca en las fachadas de la capital el Plan Memoria de Madrid, abre una ventana al recuerdo de una persona con una vida singular pero, al mismo tiempo, evoca la vida en el París de entreguerras, los campos de internamiento soviéticos y hasta una historia sobre un premio literario bajo sospecha.

Comenzando por Lina, hay que decir que la intérprete homenajeada es más conocida por haber contraído matrimonio con el compositor ruso Serguéi Prokófiev que por su propia carrera artística como soprano y que, pese a que de ella se dice que siempre presumió de españolidad, lo cierto es que poco más que nacer fue lo que hizo en España: criada en Nueva York, vivió en París y Moscú y acabó muriendo en 1989 en Londres.

Hija de los cantantes de ópera Juan Codina -catalán- y Olga Nemiskaya -rusa-, sobre los escenarios se hizo llamar Lina Llubera, se casó con Prokófiev en 1923 -con el que tuvo dos hijos antes de que la abandonara- y pasó ocho años recluida en un gulag (de 1948 a 1956) falsamente acusada de espionaje por el régimen de Stalin.

A lo largo de su vida esta mujer, a la que se ha descrito como bella e inteligente, se relacionó con personas de la talla de Picaso, Matisse, Goncharova, Ravel, Falla, Rachmaninov, Chaplin, Stanislavski, García Lorca, Cocó Chanel, Misia Sert o Diaguilev, principalmente durante sus años parisinos vividos en el período de entreguerras.

Su figura mereció una biografía escrita por la rusa -afincada en España- Valentina Chemberdjí, quien la conoció personalmente (Lina Prokófiev, una española en el gulag). El libro, aparecido en 2009, fue el que arrojó luz sobre su lugar de nacimiento, dando pie al recuerdo que le rinde el ayuntamiento de Madrid. 

También fue de la que se valió la periodista Reyes Monforte para ganar el premio de novela histórica Alfonso X el Sabio con La pasión rusa (2015), libro en el que repasa la vida de Carolina Codina echando mano, quizá en demasía, del trabajo de la citada Chemberdjí, que la acusó públicamente de plagio y acabó siendo demandada por Monforte por vulneración del derecho al honor. El pasado octubre los tribunales fallaron en favor de la autora rusa.

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