Un Juzgado investiga por revelación de secretos al órgano del Colegio de Médicos de Madrid que vetó al presidente electo

Un pequeño atisbo de luz para el ganador de las elecciones a presidir el Colegio de Médicos de Madrid. Tomás Merina, cuya candidatura quedó anulada después de alzarse vencedor en los comicios del órgano con casi la mitad de los votos –4.475 papeletas de 9.530– logra que un juez de Madrid abra una investigación contra la Comisión de Recursos del ICOMEM, el órgano interno que decidió vetar su victoria. En enero, poco antes de tomar posesión, esta entidad con cinco miembros colegiados emitió una resolución que lo cambiaría todo. Merina no podía ser presidente porque, según consideraron, incumplía una de las normas de los estatutos: estaba jubilado y se requería que estuviera en activo.

El candidato tildó la maniobra de una “estrategia política” orquestada por el actual presidente, Manuel Martínez-Sellés, y llevó el caso sin éxito a los tribunales. Ahora, el Juzgado de Instrucción número 13 ha aceptado su denuncia e investigará a la comisión por un presunto delito de revelación de secretos. De momento no se ha pronunciado por el de prevaricación, también presente en la denuncia.

Que se abran diligencias previas no significa que el recurso de Merina vaya a prosperar, pero sí supone el primer soplo de aire desde que la Justicia suspendió otra de sus solicitudes, como la que pedía medidas cautelares contra la resolución del Colegio de Médicos. Fuentes de la candidatura de Merina detallan que la vía penal se ha abierto únicamente contra la Comisión de Recursos, y no contra otros entes o representantes del Icomem. Al menos de momento: no descartan solicitar ampliar la causa si así lo requiere el transcurso de la investigación.

Las elecciones se celebraron el 17 de diciembre, dejando al presidente Martínez-Sellés a la cola con 2.393 votos y superado por una tercera candidata, Esther Rubio, que tampoco sobrepasó a Merina al acumular 2.580 apoyos. Todo parecía salir a pedir de boca para el candidato de Icomem para todos, pero la Comisión de Recursos había aceptado una petición del hasta ahora presidente contra su principal rival. Acusaba a su candidatura de ilegítima, y no fue hasta el 14 de enero cuando el órgano interpelado accedió a la petición y paralizó la toma de posesión de Merina, que estaba convocada para la semana siguiente.

Dudas sobre si Merina está o no en activo

La Comisión de Recursos es un órgano compuesto por cinco médicos, que ejerce de árbitro y resuelve conflictos internos. Uno de sus integrantes ha sido vinculado a la candidatura de Martínez-Sellés, y esta es una de las principales bazas que exhibieron los de Merina para poner en tela de juicio la decisión. El candidato electo esgrimió que aun después de su jubilación continuó como colegiado y seguía dado de alta en la Mutual Médica, que acredita a quienes ejercen la medicina por cuenta propia.

Este organismo determina que Merina es mutualista desde 2023 y está al corriente de todos sus pagos, pero la letra pequeña de este apartado en los estatutos del Icomem ha suscitado debate. Según se expone en la denuncia que ha abierto estas últimas diligencias, la Comisión de Recursos “se inventó una supuesta falsedad de ejercicio” para anular su candidatura, y lo hizo adrede después de las elecciones: “El recurso debía prosperar solo [si la candidatura de Martínez-Sellés] perdía”. A Sellés le ha perseguido una sombra de opacidad durante toda la campaña electoral, además de fantasma de las dimisiones entre miembros de su junta directiva, que se iban señalándole por su gestión.

En la semana previa a las elecciones dimitió por sorpresa la que era vicepresidenta en su junta directiva, Luisa González. Quien, sin embargo, no iba a integrar su equipo en caso de revalidar el cargo. Su marcha se produjo entre acusaciones por falta de transparencia que dirigió hacia el presidente, ante lo que el Icomem lanzó un comunicado asegurando que González tuvo a su disposición la información “en todo momento”. En 2021, tan solo un año después de entrar al poder, abandonaron hasta cuatro vocales de su directiva en una semana; antes de eso, otro miembro hizo lo propio al poco de llegar a la cúpula del Icomem.

Las circunstancias casi lo llevaron a disolver su equipo y estuvo al borde de la repetición electoral, pero pudo salvar los muebles. También recibió numerosas críticas desde el sector sanitario cuando mostró su apoyo a la postura del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en la huelga por las urgencias extrahospitalarias de 2022, en las que el Icomem se desvinculó de los sindicatos y pidió parar las protestas.