La bici como arma política y de reivindicación ciudadana… en 1980
Hoy, que tan de moda está la bicicleta y que existe un movimiento más pujante que nunca a favor de su imposición como transporte urbano sostenible, rescatamos de la hemeroteca un artículo de la revista El Ecologista, de 1980El Ecologista. Aquel año se celebraba por tercera vez la Fiesta de la bicicleta.
La revista criticaba duramente la iniciativa, que tildaba de “ecología por un día”, y exigía a los políticos menos sacarse fotos y más trabajar por su extensión efectiva en la ciudad. El artículo comenzaba así:
“Por tercer año consecutivo se ha celebrado en Madrid la 'Fiesta de la Bicicleta'. Los políticos, que viven de las ilusiones frustradas de sus administrados, han encontrado en la bicicleta un nuevo gancho para el voto.”
Una serie de asociaciones firmaba junto al artículo un manifiesto que exigía la declaración pública de que la bicicleta es un medio de transporte de máxima importancia. Entre estos firmantes encontramos a la hoy extinta Unión de Vecinos de Malasaña.
Se pedía, además, la creación de carriles exclusivos para la bicicleta, itinerarios con preferencia para bicis y creación de aparcamiento para las mismas.
En el diario El País de ese mismo año encontramos una noticia que hablaba del retraso en poner en marcha los domingos tres circuitos ciclistas prometidos en el Retiro, en la Ciudad Universitaria y en la Casa de Campo. Las cosas no han cambiado mucho desde entonces porque la justificación fue “la falta de dinero y de acuerdo que ha surgido entre los mismos miembros de la corporación municipal sobre la idoneidad de hacer un circuito en el parque del Retiro.”
La revista El Ecologista se había fundado en 1979, a partir de 34 colectivos y organizaciones ecologistas, y estaba muy imbuida de tendencias libertarias, marxistas y feministas. Duró 11 números y es antecedente de la revista Gaia. En 1999 volvió a publicarse bajo el auspicio de la recién creada confederación estatal Ecologistas en Acción, con sede en la vecina calle de Marqués de Santa Ana.
La Unión de Vecinos de Malasaña nació en 1978 del desgaje de los grupos que se habían asociado hacia 1974 para luchar contra el Plan Malasaña, que amenazaba con destruir el barrio (la Asociación de Vecinos de Malasaña, llamada oficialmente Amaniel – Noviciado, sector Malasaña). En un momento en el que los partidos políticos ya habían hecho sentir su peso en las asociaciones vecinales, este grupo estaba liderado por militantes del Partido del Trabajo de España (luego Partido de los Trabajadores tras la fusión con la ORT). En el otro sector de la lucha vecinal en la Malasaña del momento había mucha representación del PCE.
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